¿Y seguimos con la guerra?

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Abrió los ojos con pereza no había logrado dormir en toda la noche. Le gustaría seguir durmiendo, pero su mente trabajólica no se lo permite ni por un segundo. Se frotó la cara con sus manos en un intento de despabilar. La discusión con su "maridito" la había desgastado física y emocionalmente.

No podía lidiar con el hombre era un enigma caminando para ella. Ellos eran polos opuesto en qué momento cruzaron la línea que terminaron juntos.

Sin embargo, no dejaba de repetirse mentalmente que había metido la pata hasta al fondo, nadie la mandó a besarlo. Se recriminaba el haber sido tan impulsivas, ese no era su estilo, ella era precavida, suspiro fastidiada ahora como le vería a la cara al idiota.

Se obligó a levantarse pese al desgano dispuesta a empezar su día. Pero, antes se regañó por darle tanta vuelta al asunto tenía mucho con que lidiar para enconderse de un hombre por algo tan banal pero en el fondo sabia que el problema era que lo banal del asunto le estaba quemando las neuronas.

–Onee-san-dijo Kanao a la par que tocaba la puerta de su habitación–. ¿Puedo pasar? Te traje un poco de té de menta y limón.

–Kanao-san, claro pasa –dijo un poco sobre saltada, la había sacado de pronto de sus pensamientos. Kanao, entró con una bandeja en sus manos, le sonrió, pero apenas la miro a la cara frunció el ceño.

–Onee-san te ves pálida ¿te sientes bien? –preguntó poniendo una de sus manos sobre su frente tomándola por sorpresa-. No tienes temperatura –soltó aliviada–, pero puedo traerte un poco de medicina –le ofreció con preocupación.

–Tranquila Kanao-chan –.Hizo un gesto con su mano para quitarle importancia–. Solamente pase una mala noche, nada que no se pueda arreglar con un poco de té.

–¡Onee-san! –gritó Kanao. Estaba molesta lo podía verlo en su rostro, algo extraño para la menor de las Kocho, y que sorprendió sin duda a Shinobu.

–¡Debes cuidarte! No importa si tienes que descansar más, tu cuerpo sufrió mucho desde la pelea con la segunda luna superior y recién comienza a sanar, debes tomarlo con calma.

Por un segundo ver a su hermanita regañándola fue como verse reflejada.

–Lo siento -soltó con honestidad–. Últimamente he sido muy egoísta contigo y la demás. De verdad lo lamento Kanao-chan –dijo con suavidad mientras tomaba su mano entré las suyas–. Te prometo que seré más cuidadosa.

–No quiero perderte onee-san, lamento el gritarte solo quiero que no nos dejes fuera. Se que estás sufriendo mucho por todo lo del accidente del laboratorio y los sentimientos de Tamioka-san –Se atrevió a decir apretando sus manos–. No nos dejes fuera, no de nuevo –dijo haciendo alusión a lo del laboratorio.

–Sabes que nunca haría nada para lastimarlas. Tampoco te voy a mentir no sé qué era lo que estaba buscando –dijo pensativa–, soy tan buena que no deje ninguna pista –las dos se miraron unos segundos antes de reír.

Cuando se calmaron Shinobu estiro sus brazos para abrazar a Kanao, quien cerró los ojos mientras dejaba que su hermana la consolara.

A Shinobu, le surgió la preocupación de saber cómo estaban sus niñas, desde que perdió parte de su memoria en el accidente del laboratorio se despisto de casi todo. Definitivamente le podría más atención a cómo se sentía y sí es qué debía poner énfasis en algún aspecto en particular. Ellas también debieron sentirse muy preocupadas con todo lo que paso pensó con culpa.

Además, la charla que tubo con Kanao la hizo percatarse que, seguramente por segunda vez que su hermanita tenía un flechazo por Tanjiro-kun, y por lo visto mantenía una sólida amistad por medio de las cartas que se enviaba casi a diario. Sonrió para su dentro era mucho más de lo que pudo desear para ella, le sugirió de manera sutil qué invitará al chico y su familia a la finca pasar una temporada con ellos.

Después de su conversación con Kanao, se dirigió al jardín principal necesitaba investigar un poco las nuevas plantas para hacer algunos venenos.

Para su suerte su día corría tranquilo, el hablar un rato con Kanao de temas que no tuviera que ver con ella, había sido liberador y por fortuna no se había topado con Tamioka, desde la madrugada.

¿Tal vez se dio por vencido y se fue?

Eso sería lo mejor para ella no tendría que lidiar con ojiazul. El solo pensarlo logro el perturbarla: ¿acaso le importaba? ¿Qué rayos estabas pensando? Además, no lograba dejar de preguntarse a cada tanto; Por qué lo besó, era como darle la razón en todo y eso la hacía enfadar más aún.

La verdad que su intención era provocarlo, pero lo del beso se le salió de las manos cuándo sintió que sus labios se estaban rozando con los suyo, sintió una sensación eléctrica que le alteró los sentidos y la hizo perder el control. ¿Desde cuándo un hombre la hacía parecer una adolescente hormonal? Bueno apenas tenía 19 años, era algo normal ¿no? Tampoco era que sintiera amor ni siquiera lo recordaba, pero no podía negar que sentía atracción por él, después de todo era guapo, seguramente no le costaría encontrar otra esposa.

–¿Shinobu, por qué rayos te molesta? –Se auto regañó.

–¿Shinobu, qué es lo que te molesta? –dijo una bien conocida voz a su espalda.

Gracias a sus años de mantener la compostura en situaciones de alto riesgo evitó desmoronarse y salir huyendo como una gallina.

Se volteó de apoco hasta quedar enfrente del ojiazul–. Tamioka-san, buenas tardes –dijo ignorando su pregunta e intentando no sonar tan rígida–. No sabía que te gustaba espiar a las personas ¿llevas mucho rato espiándome? –dijo sonriendo, pese a la notoria molestia en su tono de voz.

–Un poco -dijo sin la más mínima pisca de descaró–. Me acerqué porque quería hablar contigo, solo que parecías un poco inquieta, y estaba esperando a que notaras mi presencia, no quería perturbar tus pensamientos, pensé que cuando hablaste me habías notado –aclaró.

Miró hacia el lado en un intento de ocultar su sonrojo–. Es claro que no lo noté, pero bueno qué sucede Tamioka‐san, puedo ayudarte en algo –dijo con cinismo.

–¿Podemos hablar? –preguntó de nuevo.

Se atrevió a observarlo unos segundos se veía algo tenso, la verdad ella tampoco debía verse muy relajada.

–De acuerdo –soltó finalmente.

Continuará...

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Hola hermosas criaturas, espero que todos se encuentren bonito, le cuento que voy a tratar de subir bien seguido ésta semana, por todo el tiempo de demora.

Mucho besos y no leemos.

😘

Aquí estoy, Shinobu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora