¿Qué paso antes de la guerras partes dos?

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Después de un rato de burlas de parte del expilar del sonido, una de sus esposa los había llamado a desayunar. Se encontraba todos en la mesa comiendo en silencio. Pero podía sentir la  tensión, y la resaca aún le pegaba fuerte. 

Además, las esposa de Uzui: Makio, Suma y Hinatsuru. Lo miraba con caras extrañas. Solo pasaron  unos segundos hasta que Makio, explotó:–¡Tamioka-san, si no recupera a la señorita Shinobu, se la van a quitar!–dijo enfadada.

–Tranquila Makio –dijo Hinatsura, poniendo su mano sobre su hombro para calmarla—. Es verdad lo que dice Makio –reveló algo incomoda–,  desde que están distanciados, las tres hemos visto constantemente como han ido hombre a la finca pretender a la señorita Shinobu –confirmó en un tono más calmado.

–Es... verdad, Tamioka‐san no debería perder al amor de su vida –dijo con seriedad Suma.

En el momento que  escuchó lo dicho por las esposas de su Uzui, casi se atragantó con la comida y solo gracias a que este último le acercó un poco de agua, pudo volver a respirar.

–¿¡Es verdad lo que dicen!?–dijo aún tosiendo un poco.

–¡Idiota mis esposas no mienten! –dijo molesto Uzui.

–Uzui-san, no seas tan duro con Tamioka‐san, aún está digiriendo todo –lo regañó su esposa.

–Lo siento Hinatsura –se disculpó–. Pero, Giyu por Dios, deberías hacer algo o vas esperar que venga alguien más, y te quite el amor de tu vida. 

–No lo entiendes no es tan fácil...

–Explícate entonces, porque de verdad no entiendo –insistió Uzui, poco convencido de su respuesta.

–Fue mi culpa lo qué pasó –reveló, las esposas del pilar del sonido lo miraron atónitas.

–De qué hablas ¿fue tu culpa el accidente del laboratorio?

Negó sin saber muy bien como responder.

–Entonces por qué dices eso –cuestionó Makio.

No sabía si debía contarles lo que sospechaba. De igual forma necesitaba tanto hablar con alguien y aunque estaba Tanjiro, el chico aún era muy inocente para esos temas.

–Hace un par de meses, antes del accidente,–quiso aclarar antes de continuar–, tuvimos una discusión fuerte, era sobre algo que le  importaba mucho a Shinobu, y la verdad fue mi culpa por un estúpido comentario que hice–. Por respeto a ella prefirió omitir cuál había sido el motivo de la discusión. Sin embargo, los cuatro presentes lo miraba expectante para que continuará, dio una bocanada de aire antes de seguir hablando–. Después de eso logramos reconciliarnos, pero  ahora que lo pienso, no se veía bien a pesar que debió esconderlo, ya saben cómo es–.Los cuatro asintieron.

–Pero... entonces que es lo qué te hace sentirte culpable, Tamioka-san –preguntó Suma, confundida.

–El no saber si estaba buscando un tipo de solución o si quería morir –admitió con pesar.

–Eso no lo sabes. No puedes estar seguro de lo que sucedió, hasta que ella recuperé la memoria y te lo cuente  –trato de consolarlo Makio.

–Es verdad... de todas formas el que ella entrará al laboratorio fue mi culpa–.No importaba que le dijera, no había escusas–. Debí notar que las cosas no iban bien ¿Cómo la puedo mirar ahora sabiendo que le fallé?

–Eres un... –miró a su esposa antes de seguir–. Giyu, como sea ya nada se puede hacer con lo que paso, te entiendo, también he hecho cosas de las que me arrepiento. Pero debes hacerle frente a la culpa y cumplir con tu palabra. No creo que quieras que terminé todo así con ella.

–Tiene razón Uzui, soy un idiota he dejado que la culpa y el miedo me paralice–.Era cierto no podía estar toda la vida lamentándose, si su esposa lo recordara estaría desilusionada por su forma de actuar–.Les agradezco que se preocupen por mi –dijo agradecido.

–Tranquilo, no te pongas sentimental –dijo Uzui, sorprendido por el efecto de sus  palabras. 

–¡Sí, lo importante ahora es qué la recuperes! –dijo enérgica Makio.

–Eso haré, ¡gracias!

–Pero, primero date un baño, apesta alcohol –concluyó Uzui.

–¡Uzui-san! –regañó Hinatsura.


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Hola personitas bella, ya volví para poner al día la historia.

Los quiero y nos leemos.

Aquí estoy, Shinobu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora