Capítulo 2: Intercambio

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Un suave toque en el hombro despertó a Haikuan, de forma muy amable la azafata le indicó que estaban a punto de aterrizar y que debía acomodar su asiento así como abrocharse el cinturón de seguridad. La miró un poco adormilado y a la vez le regaló una hermosa sonrisa haciendo que la chica que se sonrojara. A los pocos minutos, la voz del piloto les indicó que estaban llegando al aeropuerto LAX, así mismo, les dio una breve reseña del clima ya que era una mañana completamente soleada. En cuanto se registró el arribo del avión donde viajaba, les dieron la indicación para poder bajar así como la zona donde debían recoger sus maletas.

Haikuan llegó a la estación que les habían indicado y entregó un pequeño boleto con los datos de su equipaje el cual ya se estaba descargando del avión, 15 minutos después, las maletas empezaron a aparecer a través de una banda transportadora. El chico sonrió y tomó la suya sacando el asa, después de eso, regresó con el encargado para preguntarle sobre el stand de los taxis y si eran seguros para llegar a su destino.

Al cabo de una media hora, recorría la vía costera de Los Ángeles disfrutando del paisaje y de lo hermoso que se veía el mar... llevaba la ventanilla abierta dejando que el viento acariciara su cabello castaño obscuro y que el aroma al mar lo impregnara. Cuando menos lo esperó, el taxi dio vuelta en una de las calles más emblemáticas de la ciudad... Sunset Blvd.

-En serio es por aquí?.- preguntó asombrado.

El taxista lo miró por el retrovisor.- Así es joven... es la dirección que me mostró en la terminal...

-No puedo creerlo... es asombroso... ni siquiera parece que sea época invernal...

-Es uno de los atractivos de esta ciudad... el clima es muy cálido... a veces solo hay unas pequeñas lloviznas pero nada más...

Ambos soltaron una pequeña risa y continuaron platicando mientras llegaban a su destino. El taxista le dijo que muchas celebridades tenían casas de descanso en esa zona. Al poco rato, dejó a un asombrado Haikuan frente a un enorme portón café que resguardaba una hermosa casa. Empujó suavemente el portón y éste se abrió con facilidad... había un jardín cuidado con esmero. Recorrió con cierta ansiedad el corto espacio hasta la puerta principal de la casa y en cuanto abrió quedó maravillado.

Estaba de pie en medio de un pequeño lobby... a la izquierda había una increíble sala con el mobiliario blanco, sin duda estaba decorado de forma exquisita... a la derecha estaba el comedor para 5 personas y a un lado una cocina completamente equipada y perfectamente limpia. Regresó sobre sus pasos y se dio cuenta que al lado de la sala había un cuarto de televisión con un amplio estante lleno de películas en DVD así como una enorme pantalla plana con varios reproductores.

Una emoción intensa lo invadió y como un niño pequeño empezó a correr por todo el lugar... al salir al jardín de la parte trasera su asombro no pudo ser mayor... había una piscina, cosa que lo hizo saltar de la emoción. Entró de nuevo a la casa y subió a la parte alta, encontrando la oficina de Zhan completamente ordenada, al voltear vio una hermosa recámara y sin poder evitarlo entre risas corrió para dejarse caer en la cama.

Por su mente pasaban mil cosas pero sobre todo estaba verdaderamente feliz... el simple hecho de haber salido de su pueblo en Surrey era una verdadera aventura... llegar a una ciudad tan diferente era completamente excitante. Giró sobre la cama para quedar de espaldas, por unos minutos se quedó viendo el techo... una sensación de infinita paz lo envolvía como nunca antes, sin saber cuánto tiempo había pasado, se levantó para bajar por su maleta... en ese momento se percató que había una nota en la mesita de la entrada.

-Espero que disfrutes mucho tu estancia y que te guste la casa... trataré de hacer lo mismo en la tuya...- un conejito sonriente aparecía al final de la línea y el mensaje continuaba.- no sabes cómo me has ayudado... dejé algunas cosas para ti en la cocina... espero sean de tu agrado...

Solo dos semanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora