Solo dos semanas

Capítulo 11: Mágica Sorpresa

-E-estas... seguro de esto?.- pregunto Haikuan en medio de miles de suspiros.

-Tu no?.- respondió Zanjin depositando otro dulce beso en sus labios.

-Si sigues haciendo eso... no respondo.- jadeó al mismo tiempo que le retiraban la camisa que llevaba puesta.

-No pienses en nada... solo disfruta el momento... disfruta que estamos aquí los dos juntos sin nadie que nos moleste...

-Y si nos arrepentimos?

-Pues nos arrepentimos mañana...

Haikuan lo miró con malicia... jamás había sentido la necesidad de estar con alguien como en ese momento... los suspiros que se escuchaban en aquella habitación habían encendido sus más profundos deseos. Todo resultaba tan diferente... tan nuevo... la persona que se retorcía entre sus brazos estaba entregándose de forma tan tierna que no había forma de pensar en nada más. A decir verdad, desde la primera vez que había estado con Yizhou se sintió incómodo... como si estuviera fuera de lugar, como si fuera utilizado y desechado al terminar, pero ahora él tenía el control de la situación y de alguna forma sabía que podía llegar tan lejos como quisiera.

Zanjin era demasiado dulce... sabía cómo provocarlo... cómo hacerlo reaccionar con cada toque... sus hábiles manos ya habían retirado cada una de las prendas que llevaban puestas... de pronto... en medio de aquella emoción ambos sintieron un fuerte golpe al chocar contra la alfombra que había en el piso. Ambos soltaron una fuerte carcajada.

-Creo... creo que te rasguñe...- susurró Zanjin.

Haikuan gruño en su cuello.- Eso que importa... estás bien?... No te lastimaste?

El chico de los hoyuelos lo miraba completamente sonrojado.- No... todo en orden...

Zanjin se estremeció cuando sintió un suave mordisco en el cuello... el contacto piel con piel les brindo a ambos una sensación de infinita paz y al hundir los dedos en el sedoso cabello de su pareja supo que esa noche no habría marcha atrás. Los besos tiernos se fueron haciendo cada vez más y más profundos... más demandantes... no había espacio entre ellos... nada les molestaba. Haikuan se acomodó entre sus piernas frotando suavemente su parte más sensible... permanecieron una eternidad abrazados en silencio, mirándose para asegurarse que estaban frente a frente y besándose hasta perder el aliento. Cuando entró lentamente en él, se detuvo a mirar ese lindo rostro... los gestos delataban a Zanjin por completo... dejó escapar varios gemidos de placer y sin poder quedarse quieto se movía al compás de sus caderas brindándole sensaciones abrumadoras. Casi al límite Haikuan soltó un fuerte gruñido y Zanjin clavó sus uñas en los bíceps, su cuerpo se arqueó mientras que las embestidas profundas y certeras tocaron ese punto dentro de su cuerpo que lo llevó directamente al cielo.

Zanjin estaba completamente aturdido y aferrado a sus hombros... se sentían tan cansados que parecía que se habían derretido todos sus huesos. Con las pocas fuerzas que les quedaban se recostaron sobre la alfombra y se cubrieron con una frazada que había en el sillón de la sala de estar. Haikuan miró a Zanjin con muchísima ternura y depositó un suave beso en sus labios... le susurraba con suavidad mientras le acariciaba la espalda, ambos olvidaron todo a su alrededor cayendo en un profundo sueño mientras el viento soplaba nuevamente en el exterior.

A la mañana siguiente... el olor a hot cakes despertó a Haikuan... se sentía tan feliz en ese momento que todo parecía un sueño. Miró al sillón y vio su ropa perfectamente doblada, con mucha pereza tomó su ropa interior y la camisa... fue directo a la cocina. Ver a Zanjin sumamente entretenido con lo que había en el sartén lo hizo sonreír.

-Debiste despertarme...- susurró al mismo tiempo que lo abrazaba por la cintura.

-Mmm... me dio pena hacerlo... te veías tan lindo dormido...