Capítulo 5: Sorpresas...

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La mañana siguiente, Haikuan cumplió su promesa y llamó puntualmente a Eliza... ella le respondió alegremente comentándole que ya tenía la lista de los ingredientes para poder preparar la cena de Hanukka. Después de hablar algunos minutos, ambos decidieron ir al supermercado juntos para comprar todo lo necesario, media hora después iban de camino en la camioneta... platicando de mil cosas. Eliza le comentó que sus amigas Naty, Anna y Lin pasarían la velada con ellos.

-Por qué no invitaste a más de tus amigas?

-Bueno... son las que se quedaron en la ciudad... las demás ya salieron de viaje para alcanzar a sus familias en las fiestas...

-Ya veo... sabes... creo que debiste alcanzar a los tuyos...

-Ah no muchacho... no te fijes en eso... ya te dije que algunas ocasiones sucede esto... así que no deberías preocuparte por ello...

-Qué hubiera pasado si no estoy yo aquí?

-Habría hecho la cena en mi casa de todos modos... la verdad... soy muy hogareña y me agrada distraerme en la cocina... aunque a veces eso me pasa factura porque cuando cocino demasiado, termino comiendo lo mismo todos los días hasta que se termina...

Haikuan soltó una fuerte carcajada... en cierta forma... a él le sucedía lo mismo cuando estaba en su cabaña... por eso, prefería comprar comida rápida de camino o bien alimentos ya preparados en el supermercado que pudieran consumirse el mismo día... o dos cuando mucho. Al cabo de unos minutos, llegaron a su destino... como siempre, ayudó a Eliza a bajar de la camioneta junto con su andadera. Entraron a la tienda y buscaron la zona kosher donde se encontraban los alimentos para la comunidad judía.

Eliza se encargó de revisar la carne empaquetada de cerdo mientras que Haikuan iba buscando los productos para los platillos que su amiga había señalado en la lista. Al parecer, tenía pensado preparar un guiso de carne junto con una sopa además de unos pastelillos que se freían en aceite además de unas galletas con chocolate... el solo leer cada ingrediente lo intrigaba y a la vez trataba de imaginar el tipo de comida que degustaría por primera vez en su vida.

Cuando reunieron todo lo necesario, fueron directo a las cajas para pagar la compra... cuando la cajera los observó, asumió que se trataba de una abuela y su nieto pasando un buen rato. La chica que se encargaba de empacar, solo sonreía al ver al chico y a la señora platicando sobre cómo dispondrían de la cena y la velada completa. Minutos después, ya iban de regreso a la casa de Zhan... cuando llegaron, Haikuan abrió el gran portón con el control remoto y se estacionó casi frente a la puerta principal.

-Primero... déjame ayudarte a bajar y te abro la puerta para que pases a la casa... en lo que yo bajo las bolsas del súper...

-Está bien... oye... no olvides la bolsa de tela que está en el asiento trasero...

-Claro que no... aunque debo preguntarte que es lo que llevas ahí... suena a algo metálico...

-Ah... eso... eem... es una januquía... y unas velas...

-Una qué?

Eliza soltó una risilla.- Un candelabro de ocho brazos y uno mayor... es para ponerlo en el centro de la mesa... según la tradición... deben encenderse una vela por día hasta completar los 8 y al final se enciende la novena... es para representar uno de los milagros del Talmud...

-Ok... eso suena muy interesante...

-Anda... no te quedes ahí... tenemos que empezar a preparar antes de que lleguen mis amigas...

Haikuan sonrió con ternura.- Ya... ya voy...

Ayudó a Eliza a bajar y como había dicho, abrió la puerta... la señora quedó sorprendida en medio del lobby a su espalda escuchó un par de gruñidos justo cuando el muchacho empujó la puerta con el pie.

Solo dos semanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora