.40

1K 141 31
                                    


Habían pasado algunos días, entre Baji y Chifuyu seguía todo igual que antes, aunque no había vuelto a suceder lo mismo que el día en que la madre de Baji los había interrumpido, el pelinegro le robaba algunos besos de vez en cuando, los cuales Ch...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Habían pasado algunos días, entre Baji y Chifuyu seguía todo igual que antes, aunque no había vuelto a suceder lo mismo que el día en que la madre de Baji los había interrumpido, el pelinegro le robaba algunos besos de vez en cuando, los cuales Chifuyu alargaba un poco, con tal de pasar un rato más con Baji.

Chifuyu hace unos días estuvo demasiado pegote con Baji, ya que este aunque no lo admitiera estaba un poco triste porque Pah se había metido en una pelea con Moebius y a pesar de que Mikey y Draken estuvieran ahí, no pudieron evitar que Pah apuñalara al líder de esta pandilla.

Pah dijo que se entregaría y Baji lo entendía, era uno de sus mejores amigos, no iba a cuestionar sus decisiones, pero de todas maneras le apenaba que no lo podría ver en unos años.

Chifuyu el día que supo lo que había pasado con Pah no pudo evitar pensar en todas las bromas y discusiones falsas que tenía con Baji, y en lo triste que se debería encontrar su pelinegro favorito, por lo que una vez que estuvieron los dos solos y tranquilos en su departamento, lo abrazó sin decir absolutamente nada.

— ¿Qué pasa rubio? suéltame. - Chifuyu sabía perfectamente que iba a decirle eso, pero no lo soltaría porque también sabía que lo necesitaba. — Chifuyu, ya ¿qué pasa?. - preguntó esquivo y el menor lo abrazó con más fuerza. — Suéltame. - dijo flojo y sin moverse, Chifuyu negó.

— Baji-san está triste. - dijo sin dejar de abrazarlo y sintió como Baji relajaba su cuerpo.

El mayor lo abrazó de la cintura, enterrando su rostro en el cuello de Chifuyu, no dijo nada, absolutamente nada, no admitió que estaba triste y tampoco admitió que le daba rabia no poder hacer nada.
Chifuyu lo entendió, Baji no era de los que contaba que pasaba, se encerraba en su mundo y hacia todo solo, quizás eso era porque desde muy pequeño sintió la necesidad de cuidar a su madre, ya que no tenía a su padre, por lo que para no preocuparla no le contaba nada, acostumbró hacer eso con todos, muchas veces.
Chifuyu sabía que eso no era lo mejor, pero no podía hacer nada más que entender a Baji y ayudarlo cuando lo necesitase, porque el pelinegro al único que no podía engañar era a Chifuyu.

Luego de unos minutos abrazados, sintió algo tibio en su cuello, sabía que eran lágrimas de Baji, pero no dijo nada, sólo siguió abrazándolo y acariciando su cabello.

Pasaron todo el día en la habitación del menor, lo único que hicieron fue ver desde la cama el techo o la ventana, mientras Baji dejaba que el menor lo abrazara y le hiciera cariño.

Ni siquiera comieron en la noche, sólo se quedaron dormidos muy temprano y no despertaron hasta la mañana del otro día.
Chifuyu no dejó de abrazar a Baji en ningún momento y Baji no quiso alejarse de Chifuyu, sólo ocultó su rostro en el cuello del menor, disfrutando del olor a shampoo de manzana que solía tener, relajándolo por completo y frenando sus impulsos por querer romper todo a su paso debido a sus emociones.

. five more minutes ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora