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Hoy es el funeral de Baji-san, también es su cumpleaños, le había preparado un regalo y ahora solamente puedo mirar el techo de mi habitación, mi mirada ronda entre eso y el traje formal que esta colgado afuera de mi clóset. Mi mamá lo planchó para mí, se ha portado bien conmigo, creo que para ella también se le está siendo difícil, Kaori pasa más tiempo en nuestra casa que en la suya y la entiendo completamente.
Sé que Takemicchi vino a verme ayer pero yo le pedí a mi mamá que si llegara a venir alguien, no lo dejara pasar, no se veía contenta por la petición, pero que otra cosa podía hacer.
No he salido de mi habitación durante estos 3 días, creo que comí un poco el día de ayer y hoy en la mañana mi mamá me trajo un té que me hizo volver a quedarme dormido y también creo que nunca en mi vida había llorado tanto durante tres días seguidos, ni siquiera esa vez que me quedé con Baji-san después de que me golpearan.
Y aún así no asimilo que una vez salga de esta habitación, él no va a estar.
El tema es que,
No quiero ir al funeral.
Sé que suena un disparate luego de todo lo que pasamos y todo lo que llegue a sentir por Baji-san, pero no voy a poder llegar al cementerio sin haber llorado unas 10 veces mínimo, bastante patético pero así estoy. Pero sé que estarán los demás chicos y no quiero que se preocupen por mi cuando solo deberían concentrarse en como seguir adelante.
— ¿Hijo?. - la voz de mi mamá me saca de mis pensamientos haciendo que me siente en mi cama mientras ella se acerca. — Todavía no te vistes, vamos a llegar tarde. - habló tranquila mientras le quitaba un pelusa a la chaqueta.
— No tengo ganas de ir. - murmuré esperando un reto por no querer ir.
— Mi amor... - se sentó a mi lado y comenzó a acariciar con cariño mi cabeza. — Kaori querrá verte ahí. - negué.
— Lo sé, pero... - suspiré no quería preocupar a nadie, pero tampoco sabía cómo explicarle que no iba a ser capaz de mantenerme de pie en ese lugar por más de diez minutos. — Iré después, ve tu y saluda a la tía. - mi mamá me vió inconforme con mi decisión.
— ¿Y si después te arrepientes?. - mamá me arrepiento de tantas cosas que una más no me podría dejar peor. — Con el tiempo quizás en algún momento pensaras que te hubiera gustado ir y - la interrumpi.
— Será algo que tendrá que ver mi yo del futuro mamá. - mi mamá frunció los labios claramente molesta por no convencerme. — Sé que quizás me arrepienta, pero no voy a ir. - dije dando por finalizada la conversación, me volví a acostar en mi cama y le di la espalda a mi mamá, esta solamente me dió un beso en la mejilla y me dijo que si cambiaba de opinión la llamara y ella vendría por mí.
En cuanto sentí la puerta de entrada no pude evitar pensar en el silencio que había y en el que va a ser de ahora en adelante, todavía tenía la esperanza que Baji-san entrara por mi ventana, me dijera que todo está bien y se acostara a mi lado para que conversemos durante todo el día y luego tomemos una siesta con Peke J . Pero eso no iba a pasar e inevitablemente se acumularon lágrimas en mis ojos.
