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Chifuyu había terminado de tomar un helado que Baji le había comprado, estaba mucho mejor de ánimo por el sólo hecho de haber caminado con Baji y que este le comprara su helado favorito. Aunque el mayor estuviera más callado de lo normal, le agradaba pasar una tarde con él, por lo que no insistiría con el tema de la Toman hasta que la tarde finalizara.
— Baaaaji-san, Baaaaji-san. - llevaba un buen rato jodiéndolo y el pelinegro ya tenía su ceño fruncido.
— Cállate. - giró su cabeza para poder mirarlo ya que iba un poco más atrás que él. — Eres el sub-capitán de la primera división, deberías tener dignidad. - dijo negando con su cabeza.
Chifuyu cerró sus ojos unos segundos. — No necesito nada de eso. - miró a Baji. — Porque Baji-san está aquí. - dijo simple.
— ¿Eh? Eres molesto. - habló mirándolo con el ceño fruncido, pero Chifuyu sólo sonrió cerrando sus ojitos, el pelinegro ocultó su sonrisa y un pequeño sonrojo mientras negaba con la cabeza.
Chifuyu siguió animado a Baji, no sabía a donde iban y cuando le preguntó al mayor, este no le quiso decir.
Baji dejó de caminar luego de largos minutos metiéndose por calles solitarias y se quedó mirando la puerta de un negocio abandonado.
— Baji-san ¿por qué estamos afuera de una sala de videojuegos abandonada?. - preguntó mirando el lugar, al sentir la mirada de Baji sobre él, giró su rostro para observarlo, el mayor estaba completamente serio, funcio su ceño no entendiendo porqué el cambio de humor.
— Tengo que hacer una prueba para entrar a Valhalla. - dijo frío y Chifuyu ladeó su cabeza no entendiendo del todo, luego de un par de segundos se enderezó y miró a Baji con ojitos brillantes, ahora lo entendía, él definitivamente lo entendía.
Antes de poder decir algo, la puerta del lugar se abrió, dejando ver a un tipo que tenía una bolsa de papas fritas en la mano, Baji agarró a Chifuyu del antebrazo bruscamente y el otro chico miró de pies a cabeza a los dos. — Te estábamos esperando. - dijo y Baji asintió con su ceño fruncido.
El joven entró y Baji lo siguió arrastrando a Chifuyu, este no puso ningún tipo de resistencia, sólo camino obediente detrás de Baji.
Chifuyu miró de reojo el lugar, era bastante sombrío, lo único que olía era humedad y cigarrillos, el ambiente, la energía que se sentía era totalmente distinta a como eran las reuniones de la Toman. Una vez llegaron al fondo del lugar Baji soltó a Chifuyu empujándolo delante de él.
— Bien, sabes en qué consiste la prueba. - habló delante de ellos un chico alto, de pelo negro y un mechón rubio. — ¿Eres capaz de hacerlo?... Baji. - habló desafiante y Chifuyu pudo escuchar a Baji chistar.
— Me estás subestimando, Hanma. - dijo con su voz grave y una pequeña sonrisa ladina.
Chifuyu levantó su mirada para poder ver al azabache, pero este ya lo estaba observando, el rubio miró directamente los orbes cafés de Baji, intentando convencerlo de que salieran los dos de ahí, que escaparan y resolvieran lo que sea que fuera juntos, que Baji lo tomara de la mano y salieran corriendo para luego descansar en alguna de sus habitaciones y comieran peyoung yakisoba mientras conversaban, sólo quería eso y se lo estaba intentando decir todo con una simple mirada, aunque los dos sabían que no era una tan simple.
