El amor y los semidioses.

Captura la bandera.

Estábamos en pleno juego de captura la bandera, y la tensión se palpaba en el aire. Clarisse apareció con dos compañeros, desatándose una disputa personal entre Percy y ella. Los golpes resonaban, el choque de espadas y el chapoteo del agua acompañaban la lucha.

Mi situación no era tan prometedora como la de Percy. Trataba de evitar entrar en el agua, un instinto me advertía sobre la imprudencia. Mis oponentes, dos chicos altos y fornidos, no compartían mi preocupación. En medio de la pelea, uno de ellos me agarró del pelo y, luchando por respirar y gritar, me sumergió en el agua. Cuando creí que me moría (¿Debería aclarar que soy un poco dramática?) recordé las lecciones de boxeo de mi madre. Aunque el recuerdo no era claro, su voz resonaba en mi cabeza, instándome a no rendirme. Escuché la voz distante de Annabeth gritándole a Percy.

Con todas mis fuerzas levante una pierna pegandole en sus partes intimas. Por fin me soltó el cabello, yo puede salir dejo del agua y tomar bocanadas de aire, inentando volver a respira. La ira me impulsó a enfrentarme al otro chico; con las manos, toqué su pecho, quemando su camisa y su piel.

Los gritos eufóricos comenzaron; Luke traía la bandera. Nosotros éramos el cebo. Aunque todos celebraban, apenas podía reprimir mis lágrimas. Nunca me gustó el agua, especialmente después de casi ahogarme en un río cerca de mi casa. Agradecí a Dios que mi madre me salvara.

"¡Un truco!", gritó Clarisse. "Fue un truco".

Nuestro lado estalló en aplausos. La bandera roja brillaba y se volvió plata. El jabalí y la lanza fueron sustituidos por un gran caduceo, el símbolo de la cabaña once. Todo el mundo en el equipo azul tomó a Luke y comenzaron a llevarlo alrededor sobre sus hombros. Quirón galopó hacia fuera de los bosques y sopló la caracola.

El juego había terminado. Habíamos ganado.

Percy parecía querer unirse a la celebración cuando la voz de Annabeth, justo a mi lado en el arroyo, dijo: "Nada mal, héroe" al girarse a  mi, para felicitarme, noto mi rostro fruncido "oye, ¿estas bien?" solté un suspiro tembloroso intentando recomponerme. Quería decir que estaba todo bien pero no me salieron las palabras.

Annabeth no quiso seguir insistiendo al ver que no respondía, así que su vista se enfoco en Percy.

"¿Cómo te hiciste eso?"

"Cuchillada", contestó. "¿Qué te parece?"

"No. Es una estocada. Míralo". La sangre se había ido. Cuando el corte había sido enorme, había una larga marca blanca, e incluso que se estaba desvaneciendo. Mientras observaba, se convirtió en una pequeña cicatriz, y desapareció.

"Yo-Yo no lo entiendo", Menciono Percy.

Annabeth estaba pensando duro. Casi podía ver la caja de cambios girando. Miró hacia abajo a mis pies, luego a la lanza rota de Clarisse, y dijo, "Sal del agua, Percy."

"Que..."

"Solo hazlo."Salio del arroyo y de inmediato comprendi todo, Percy era hijo de Poseidon.

"Oh, Styx", maldijo. "Esto no es bueno. Yo no quería... pensé que sería Zeus...." balbuceaba Annabeth.

Escuché un grito desgarrado a través del bosque. La animación de los campistas murió instantáneamente.

Quirón gritó algo en griego antiguo, que yo había entendido perfectamente: "¡Listos! ¡Mi arco!"

Annabeth sacó su espada. Allí, sobre las rocas, justo por encima de nosotros había un perro negro del tamaño de un rinoceronte, con ojos rojos como lava y colmillos como puñales. Estaba mirando directamente hacia Percy.

Nadie se movió excepto Annabeth, quien gritó, "¡Percy, Andy corran!" Trató de pasar por delante de mí, pero el perro era demasiado rápido. Saltó por encima de ella, pero no intento atacarme a mi especificamente, cuando se tiro arriba de Percy con unas de sus garras me empujo por el hombro para que no estorbara.

Desde el cuello del perro surgió un grupo de flechas. El monstruo cayó muerto a los pies de Percy. Que por algún milagro, el todavía estaba vivo.

Sangre le brotaba del pecho, solo un segundo más y seguramente Percy solo quedaría en pedacitos.

Mi hombro me ardía demasiado, pero el terror no me dejo comprobar que tan grave era.

Quirón se acercó a nuestro lado, el arco en una mano, y el rostro sombrío.

"¡Di inmortales!" Annabeth dijo. "Ese es un perro del infierno de los Campos de Castigo. No... No se supone que..."

"Alguien lo llamó ", dijo Quirón. "Alguien dentro del campo."
Luke se acercó, la bandera en la mano olvidada, su momento de gloria se había ido.

Clarisse gritó: "¡La culpa es de Percy! ¡Percy lo convocó!"

"¡Cállate, niña!", le dijo Quirón.

Vimos el cuerpo del perro del infierno fundiéndose en la sombra, empapando el suelo hasta que desapareció.

"Está herido", Annabeth dijo. "Rápido, Percy, métete en elagua". rapidamente su mirada se pozo en mi, y su cara se palideció un poco. "mierda" corrió rápido hacia mi para sostenerme justo antes de que me derrumbe.

"Estoy bien".

"No, no lo estás", dijo.

Mientras Percy dio un paso atrás al arroyo. "Traela aqui"

Annabeth me agarro fuerte por la cintura intentando arrastrarme cerca de Percy, el campamento entero estaba a nustro alrededor. Al instante, me sentí mejor. El agua recorriendo suavemente mi cuerpo, como una caricia. Podía sentir los cortes en el hombro cerrándose. Mire a Percy con tanto agradecimiento que no me di cuanta que arriba de su cabeza había un holograma verde, hilado y reluciente. Una punta de lanza de tres: un tridente.

"Percy", Annabeth dijo, señalando. "Um..." en el momento levanto la vista y lo visualizo paralizado.

"Tu padre", Annabeth murmuró. "Esto no es realmente bueno".

"Está decidido", Quirón anunció.

Todos a su alrededor, los campistas comenzaron a arrodillarse, incluso la cabaña de Ares, aunque no parecían contentos.

"¿Mi padre?" pregunto, perplejo.

"Poseidón", dijo Quirón. "Agitador de la Tierra, Traedor de Tormentas, el Padre de los Caballos. Salve, Perseus Jackson, Hijo del Dios del Mar".

En ese preciso momento, otra luz ilumino el bosque, proveniente de mi cabeza. Un martillo rojo ilumino las caras de las personas a mi alrededor.

"Bueno, doble reconocimiento" dijo Quiron "Hefesto, Dios del fuego, las fraguas, los volcanes, los artesanos, los herreros y la metalurgia. Salve Andrómeda Shelton, Hija del Dios del fuego"