El amor y los semidioses.

Pelea.

Una mañana soleada, Annabeth, Andy y yo nos encontrábamos concentrados en diseñar distintos modelos de carros junto al lago de las canoas. La tranquilidad del campamento se vio interrumpida por unas chicas de la cabaña de Afrodita que pasaron cerca de nosotros, y no pudieron evitar hacer un comentario gracioso.

—¿No necesitarías un lápiz de ojo, Percy? —dijeron entre risas—. Ay, perdón, queríamos decir de ojos.

—No hagas caso, Percy —refunfuñó Annabeth, mientras las chicas se alejabanriendo—. No es culpa tuya tener un hermano monstruo.

—Tyson no es un monstruo, Annabeth—replicó Andy con un gruñido.

—¡No es mi hermano! —repliqué—. ¡Y claro que no es un monstruo!

Annabeth alzó las cejas.

—Oye, ¡ahora no se enfaden conmigo! Y técnicamente sí es un monstruo.

—Bueno, fuiste tú quien le dio permiso para entrar en el campamento.

—Tyson no tiene la culpa de ser un cíclope—defendió Andy, pero Annabeth la ignoro.

—¡Porque era la única manera de salvarte la vida! Bueno... lo siento, Percy, no me imaginaba que Poseidón iba a reconocerlo. Los cíclopes son muy mentirosos y traicioneros...

—Sabes que él no te hizo nada. Solo ayudarte.—Replicó nuevamente Andy mirando a los ojos a Annabeth.

—Pero su especie...

—¡Él no! Pero, dime, ¿Qué tienes tú contra los cíclopes?

Annabeth se sonrojó hasta las orejas. Tuve la sensación de que había algo que nome había contado; algo bastante malo.

—Olvídalo —me dijo—. Veamos, el eje de este carro...

—Estás tratándolo como si fuese un ser horrible —dije—. Y me salvó la vida.

—¿Podemos dejar de pelear y ponernos a trabajar, por favor?

Annabeth soltó el lápiz y se puso de pie.

—Yo no estoy peleando, Fosforito. Solo digo la verdad— Se defendió—Si tanto lo defienden, quizá deberían diseñar el carro con él.

—Tal vez sí.

—Claro que no.

—¡Perfecto!

—¡Perfecto!

—EY, porque actúan como niños—frustrada Andy comenzó a caminar en círculos— Se supone que soy la más chica de los tres, ¿no debería se yo la inmadura?

—Solo soy más grande por catorce días.

Me saco la lengua y se alejó furiosa. Yo me sentí aún peor que antes.