LEYLA JONES [ Completada ]

10. Tres dias

- CORTOS - parte 1

UNA SEMANA DESPUÉS...

El tiempo pasaba rápido, tanto, que hasta cuando menos lo quise esperar, la operación estaba a tan sólo unos días.

Tres, para ser exactos.

A decir verdad, estos últimos días, ha estado todo peligrosamente feliz y normal.

Lo único que no ha cambiado es Leyla, la cual sigue con el mismo aspecto. Piel pálida, ojeras y falta de color.
Lo único que ha progresado de ella fueron sus ánimos, cosa que me alegara mucho, porque no todos al estar pasando situaciones difíciles sonríen, la mayoría siempre se deprimen y caen en la falta de esperanza...

Max, Luis y Emma nos esperaban en la plaza de en frente al hospital mientras Leyla y yo nos terminábamos de aprontar.

Luis, por si no lo conocen, es el nuevo novio de Max, suena realmente raro ver a Max en una relación, ya que su dilema es (era) ir por la vida si preocupaciones y sin alguien a su lado ya que según él, era complicado y no quería cargar con la "responsabilidad" de otro ser humano en su vida.

Pero como siempre digo: "Para gustos, no hay colores".

Al estar ya listas, avanzamos cautelosamente por el angosto pasillo de hospital, donde puedo perfectamente concluir que hay demasiadas habitaciónes.

Por cada metro que avanzo, una puerta nueva ubico.

El pasillo está iluminado solamente, por la brillante luz solar que llega a través de las largas ventanas que se ubican cada dos por tres, en lo alto de las paredes del edificio de cuatro pisos. El hopitál Renold es altamente conocido en Washington, y unos de los mejores, ya que es mitad privado/público.

Leyla hace presión en mi mano. Sujetándola.

Al final del pasillo, la recepción nos recibe. Rápidamente me acerco al mostrador.

Sonrio.

— Buenas tardes — Saludo a Mich (la coordinadora).

Ella me devuelve educadamente el gesto.

— La salida ya ha sido aprobada por el doctor — Me informa, sosteniendo en sus manos una hoja la cual firma poco después de mojar en tinta el sello y estamparlo.

Luego de unos minutos avanzando en dirección a la plaza, llegamos.

— ¡Max! — Grita Leyla, corriendo en su dirección para después saltar a sus brazos y rodear con las piernas su cintura.

El solo ríe.

— Hola pequeña — saluda Emma a un costado mío

— Hola Emma — Responde Leyla, esbozando una sonrisa. — Hola Luis — Saluda a este, el cual le responde de la misma manera.

El cabezo azabache de Luis, cae libremente hacia sus costados, tiene una bonita sonrisa y mejillas sonrosadas. Es lindo. Perfecto para Max, el cual sigue con Leyla en sus brazos, caminando rumbo a los juegos.
Luis lo sigue desde atrás. Dejándonos a Emma y a mi solas.

Emma rápidamente ubica un banco, y se sienta. Yo le copio.

— Tu hermana es muy linda — Dice, mirándola jugar a lo lejos y removiendo su cabello rubio teñido, el cual se desordenó al una pequeña ráfaga de viento golpearnos.

— Lo es — susurro.

— Mary — Me llama al cabo de unos minutos de silencio. La miro — ¿Ya encontraron un donante? yo... te dije que podría...

— Si — le interrumpo rápidamente — ya encontraron — Repito feliz.

Emma eleva las cejas, sorprendida por mi respuesta.

— ¡Eso es increíble!

Río, frotándome las manos a causa del frío colarse por mi abrigo.

— Y... ¿cuando sería la operación? — Pregunta, suspirando.

— Hmm... — Pienso. — en tres días.