Inconceivable Mistake © [#1 serie Mistakes]

09: a few mistakes ago

09: A few mistakes ago

Eira Cameron

17 de abril

Dejaba que las gotas que salían de la ducha caigan sobre mis pechos mientras tiro mi cabeza para atrás y recordaba el tacto del jugador en mi piel. Lo vi hace menos de treinta minutos, vino a dejarme la ropa que iba a usar hoy, me pidió mis tallas horas antes en las que supongo que mandó a su modista a buscarme algo decente para él, es lo que hace esa gente, ¿no?

Me avisó que ya estaba llegando así que salí para esperarlo, unos minutos después un carro se plantó frente mío, lo apagó y bajó acomodándose sus lentes de sol, aunque estábamos a temperatura normal. Ridículo.

Se acerca y pone una mano en mi brazo para apoyarse y dejar un beso en mi mejilla en forma de saludo, cuando siento su respiración en mi rostro, me aparto de forma rápida porque me pone incómoda. No me gusta tanta cercanía de gente que no conozco.

—Hola—me dijo.

Le respondí con un saludo corto preguntándole dónde estaba la ropa, quería que todo sea rápido.

—Acá está, toma—me entregó una caja negra con un moño atado de color rojo—. Espero te guste.

—Y si no es así, ¿qué harás?

—Confío lo suficiente en mí como para saber que te gustará y no tendremos que pensar en un segundo plan—contestó con aires de grandeza.

—Bueno.

Me crucé de brazos con la caja en manos y él se me quedó mirando por un largo rato. Analizó todo mi cuerpo y se quedó en la parte de mi pecho, notó como mis pezones se podían ver por el delgado polo que llevaba y aprovechó que no me puse nada encima para conocerlo a profundidad.

—Gracias. Nos vemos después—me despedí y di vuelta para entrar a mi casa, pero su agarre en mi codo me impidió que eso pase—. ¿Qué? —pregunté cuando no dijo nada.

—¿No me vas a invitar ni a tomar un vaso de agua? No creí que eras tan descortés, Eira.

—No jodas, Max. Anda a alistarte también.

—¿Te preocupa como se vea tu novio? Tranquila, estaré muy lindo para ti y las fotos.

—Me preocupa que no estés a mi altura, Maximilian.

—Me llamo Max—repitió un poco harto. Me gustaba ver cómo apretaba la mandíbula porque estaba cabreado, me divertía más que todo.

—Para mí eres Maximilian.

—De la misma forma que para mí tú eres mi novia.

Y su respuesta lejos de hacer que le responda, solo hizo que me remueva un poco incómoda. A ver, él es guapo, él sabe que lo es y se aprovecha de eso, estoy más que segura que su confianza es muy alta, y es bueno eso, pero cuando lanzaba comentarios con ganas de coquetearme, no sabía cómo reaccionar. Nunca antes había hecho esto, no me llamaba la atención en ese entonces y ahora no sé cómo actuar, por lo que solo trato de seguirle el juego, pero no siempre sé qué responder.

Su mirada se enganchó con la mía, creo que sospechaba que lo que soltó me había afectado, así que cambió de tema.

—Igual creo que con un saco de papas te verías bien.

—¿Me ha puesto un saco de papas, señor famoso?

—No, pero lo hubiera hecho—chasqueó la lengua mientras ladeaba un poco su cabeza—. Sería una buena venganza luego de lo de mis bolas.