05: Sorpresas bancarias y ruinas sociales

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N/A: ¿Son más swifties cómo Eira o de los que hacen maratones de las películas de Barbie como Max?

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05: Sorpresas bancarias y ruinas sociales

Eira Cameron

Desde que tengo memoria hemos sido mamá y yo, nadie más entra en nuestra vida. Somos personas muy privadas y solitarias, preferimos el silencio antes que el ruido. Valoramos las brisas del aire por nuestro campo y el tranquilo cantar de las aves que vienen por un poco de comida.

Mamá me enseñó a apreciar cada segundo que pasa en mi vida, cada persona que tengo a mi lado, cada momento que paso, cada recuerdo que se queda grabado en mi mente.

Mamá me enseñó tantas cosas y creo que el pasar tanto tiempo con ella ha hecho que se me peguen algunos de sus gustos, como el gusto al silencio.

Me da jaqueca estar rodeada de mucho bullicio, el simple ruido de los autos me abruma, y le agradezco tanto que nuestra casa esté tan distanciada de todo.

—¡TÍA EIRA! —James grita desde no sé dónde y yo me acomodo en mi cama, para esperar a que entre—. ¡Somos famosos! —una sonrisa plantada en su rostro me hace fruncir el ceño.

—¿Qué?

—Bueno, tú lo eres más que yo.

—¿Qué?

—Tú estás -literalmente- en el ojo del mundo.

—¿Qué?

Él lanza un bufido algo frustrado por mi lentitud y toma un respiro para empezar a explicarme.

—Tu foto ayer—frunzo el ceño. ¿Qué foto? No he subido una foto a mis redes sociales hace días—. Tú y el capitán—junta sus manos y simula un beso.

Todo lo del día anterior se traslada automáticamente a mi mente en un solo segundo y la tantas cosas hace que me dé un dolor de cabeza.

Estoy jo-di-da.

—¿Mamá lo vio?

—No. Creo que solo sabe llamar. Ni siquiera sé por qué tiene ese celular tan nuevo si ni lo usa.

—¿Tú se lo compraste? —niega con la cabeza—. Entonces no opines.

—Bueno—se sienta en un sillón de mi cuarto.

—¿Está tan mal?

—No lo consideraría malo, pero apareces en muchos periódicos virtuales y tu nombre es tendencia en Twitter—susurra.

Sí, claro, ¡No es malo!

—¿Me pasas mi celular? Por favor—le pido y este lo hace—. Gracias—. Me quito la frazada de mi cuerpo para acomodarme mejor—. Gracias—repito cuando me entrega mi botella de agua.

Inconceivable Mistake © [#1 serie Mistakes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora