Carlisle fue el único que conservó la calma. En el aplomo y la autoridad de su voz se acumulaban siglos de experiencia adquirida en las salas de urgencias.
—Emmett, Henry, llévense de aquí a Jasper.
Henry, que parecía muy serio por primera vez desde que lo conocí, asintió.
—Vamos, Jasper.
El interpelado tenía una expresión demente en los ojos. Continuó resistiéndose contra la presa implacable de Emmett, quien sólo me miraba y no se movía. Jasper debatió e intentó alcanzar a sus hermanos con los colmillos desnudos.
El rostro de Emmett estaba blanco como la cal. Rosalie, la de rostro divino y extrañamente petulante, se puso delante de Jasper, aunque se mantuvo a una cautelosa distancia de sus dientes, y ayudó a Henry en su forcejeo para sacarlo por la puerta de cristal que Esme sostenía abierta, aunque sin dejar de taparse la nariz y la boca con una mano. Emmett soltó a Jasper y dejó que sus hermanos se encargaran. Después de asegurarse de que podían retenerlo, corrió a mi lado a una velocidad con la que se volvió invisible para mis ojos.
El rostro en forma de corazón de Esme parecía avergonzado.
—Lo siento tanto, chicas —se disculpó con lamento, antes de seguir a los demás hacia el patio.
—Emmett, deja que me acerque —murmuró Carlisle.
Transcurrió un segundo antes de que Emmett asintiera lentamente y relajara la postura.
Carlisle apareció de repente a mi lado y se arrodilló, inclinado para examinarme el brazo. Miré a Bella. Parecía sacudida y tenía el pelo revuelto y manchas de sangre, pero no suya, sino mía. Su rostro aún mostraba la conmoción de la caída.
"¿Estás bien?" le pregunté.
—Lo siento tanto, Ophelia —se disculpó entre balbuceos.
Le había funcionado bien como colchón, ella no tenía ninguna otra herida a parte de la del dedo. Me alivió eso. Al menos una de nosotras estaba intacta, y mi sangre no era tan llamativa como la suya.
—Toma, Carlisle —dijo Alice mientras le tendía una toalla.
Él sacudió la cabeza.
—Hay demasiados cristales dentro de la herida.
Se alzó y desgarró una tira larga y estrecha de tela del borde del mantel blanco. La enrolló en mi brazo por encima del codo para hacer un torniquete. Había estado en un hospital varias veces cuando era una niña, ver la sangre no me afectaba mucho. Estaba acostumbrada.
—Ophelia —me dijo Carlisle con un hilo de voz—, ¿quieres que te lleve al hospital, o te curo aquí mismo?
No podía mover el brazo para hacer señas, así que usé mi voz.
—Aquí, por favor —susurré. No habría forma de evitar que mi madre se enterara si me llevaba al hospital.
—Te traeré el maletín —se ofreció Alice.
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beastly | emmett cullen
Fanfiction❝ La forma en que el sol la iluminaba y las estrellas se reflejaban en sus ojos... Sí, Emmett confirmó, podría mirar a Ophelia el resto de su existencia ❞ UNIVERSO DE CREPÚSCULO. CELESTE STONE. © 2021. #1 EMMETTCULLEN [27/04/21] #1 CULLEN [08/02/21...