Después de que Alastor confesara sus sentimientos a Charlie, ella aceptó pues sentía lo mismo que el, aunque él fue el causante de que Vaggie y ella terminaran.
Ellos mantenían su amor en secreto pues Charlie quería mantenerlo así ya que su relaci...
Diana se había cansado de jugar con la mente de aquellos demonios, ya era hora de que empezara la acción.
Recaudó bastante poder, puede que incluso mucho mayor que la de Lucifer, repasaba una y otra vez en su mente el plan que tenía. Se encontraba en la mesa donde los demonios que quería redimirse hacían sus manualidades, actualmente ya no las hacen debido a que Charlie se mantenía ocupada procurando que Alastor calmara sus pesadillas.
Tomó de un trago su café, pondría ya mismo en marcha su malvado plan, se levantó de su silla y tiró la taza en alguna parte del hotel, no supo dónde, simplemente se escuchó que se había roto por el impacto.
Se dirigió a la habitación de Charlotte, ella no era su primer objetivo pero si comenzaba acabando con ella, acabará con Alastor y Lucifer al mismo tiempo, es como matar a dos pájaros de un tiro, en esta ocasión tres.
Una vez ya estando en la entrada del cuarto, la abrió con brusquedad, Alastor dormía y no se despertaría hasta unas horas más tarde, la única que despertó por el sonido de la puerta abrirse fue Charlie.
-Diana, ¿qué pasa? —preguntó, pero la contraria no dijo nada, sólo caminaba hacia la rubia con un poco de prisa y la abrazó, por supuesto que la princesa aceptó y también con sus brazos rodeó a la azabache, y en un rápido movimiento, Diana golpeó tan fuerte su espalda y casi en el cuello para así desmayarla.
La cargaba como un costal, la princesa era ligera y no pesaba mucho, por eso llevársela fue más fácil de lo que creía.
Una ventaja que tenía de su lado es que la mayoría estaban cansados y dormían en sus respectivas habitaciones, así nadie la molestaría en su misión.
Ya casi llegando a la salida del hotel, Seviathan hizo acto de presencia, pudo observar que la azabache cargaba a su ex-novia, sonrió al ver aquella escena, por supuesto que colaboraba con Diana, quería de alguna manera vengarse de Charlotte por dejarlo por una polilla y después por aquel demonio con cuernos de venado.
-Vamos, sube —dijo Seviathan con una gran sonrisa.
Diana acató la orden de subir al auto junto con la princesa del infierno en la parte trasera, Seviathan se subió en la parte del chofer, una vez todos listos se alejaron del hotel para dirigirse a un lugar no tan agradable para Charlotte.
Mientras que los demás, seguían durmiendo plácidamente en sus camas, sin ninguna preocupación invadir sus mentes, ellos simplemente descansaban sin saber que se habían llevado lejos a Charlie Magne.
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Habían llegado a la casa abandonada, pero sorpresivamente en buen estado, que encontraron en un paseo donde hablaban con ciertos demonios para obtener tratos.
Ya dentro de la casa, empezaron a atar a la princesa con cadenas para que no pudiera librarse fácilmente.
Habían esperado unos minutos para que la princesa despertara, y así fue, Charlie comenzaba a abrir sus ojos y empezó q divisar a su Seviathan y Diana.
-¿E-Eh? —musitó—. ¿D-Dónde estoy? —preguntó viendo a su alrededor, hasta que se dio cuenta que estaba atada con cadenas y los demonios que tenía frente a ella mostraban una cara no muy amable.
-Vaya, ya despertó la bella durmiente jaja —Seviathan fue el primero en hablar, además aprovechó la oportunidad de burlarse de ella, aunque lo hacía en ocasiones cuando eran novios.
-¿Q-Qué estoy haciendo a-aquí?, ¿Diana? —pronunció el nombre de la azabache—. ¿Qué te he hecho para que me tengas de esta manera?, nunca te había conocido —sus ojos empezaban a cristalizarse, quería llorar pero se aguantaba sus lágrimas.
-Tú no me conoces a mi, pero yo a ti si y aunque no lo creas me has hecho muchas cosas de las cuales estoy tan enojada —expresó con el ceño fruncido.
-Alastor, ¿En dónde está?, Vaggie, Nifty, los demás... ¿Se encuentran bien? ¿Los tienen encerrados? —comenzó a preguntar con desesperación la princesa, pero sin levantar la voz.
-No... a los demás no, a Alastor todavía no le hacemos nada, pero pronto lo haremos, aunque para calmar tu desesperación, él se encuentra en el hotel, durmiendo tranquilamente sin saber que tú restas con nosotros —explicó Diana de manera rápida—. Aunque no tardarán en despertar, así que es mejor prepararse, lo que viene no será algo muy bonito o agradable —se acercó a Charlotte, ambas se veían a los ojos y pronunció unas palabras que dejaron a la princesa desconcertada—: hermanita~
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Siguiente capítulo largo 👀 y con escenas no aptas para todo público, por lo que pido que sean discretos y si no quieren leerlas pueden con toda libertad no hacerlo.
