| Capítulo 17 |

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Narrador Omnisciente

Una azabache caminaba por un bosque, el cielo estaba totalmente oscuro, dando a entender que era de noche, aunque también lucía sumamente tétrico: los árboles no tenían hojas, habían ramas secas que cuando las pisaba crujían, pero, de un momento a otro aquel bosque empezaba a verse más colorido, las ramas de los árboles empezaban a tener hojas, algunas eran verdes otras rosas, conforme seguía caminando pudo ver a un demonio de ropa roja, dejó de caminar puesto que no quería llamar su atención.

El demonio de la radio caminaba en dirección hacia una rubia, empezó a coquetearle y de un momento a otro le dió un beso en los labios. La chica rubia había desaparecido mientras que el demonio permanecía quieto, tenía una sonrisa burlona y dijo unas cuantas palabras que alcanzó a escuchar Diana.

-Como me encanta jugar con ella —simples palabras que nadie entendería, pero la azabache era muy inteligente y claro que entendió a que se refería el de orejas de ciervo.

Apareció humo negro, había cambiado el escenario, era un recuerdo de Alastor, se observaba a una rubia tratando de alcanzar una bolsa de harina, sin poder lograrlo, el demonio se acercó y se la dió.

-Toma dulzura —dijo en un tono coqueto.

-Amm, gracias Alastor —esta se sonrojó un poco.

La princesa no quería verlo, Diana se dio cuenta que todavía ellos no eran pareja, le parecía interesante, así que observó con más atención.

-¿Qué haces?~ —este se había acercado mucho a la rubia para quedar a su altura.

-Amm pues hago galletas para Vaggie jeje —claro que se puso nerviosa por la cercanía del contrario.

-¿Necesitas ayuda Darling?~ —ofreció, se notaba por las lejanías su tono coqueto.

Claro que el demonio insistió pues la rubia se había negado, pero aún así le ayudó, Charlie comenzó cantando y Alastor le siguió el canto, la rubia internamente pensaba que Alastor era muy bueno cantando.

Nuevamente apareció humo, la escena había cambiado: la princesa caminaba con prisa para dirigirse con su amada Vaggie, en ese tiempo seguían siendo novias. Alastor se acercó con ella y hablaron un poco, por supuesto que Charlotte estaba nerviosa, una vez terminada su conversación Alastor besó la mejilla de la piel albina.

Una vez más se había cambiado el escenario.

-Al... ¿Por qué me dejas abrazarte? A ti no te gusta que nadie te toque —preguntó la rubia mientras aún abrazaba al demonio.

-Je darling, es fácil~ —dijo dándole una sonrisa.

Tomó de la barbilla a la princesa haciendo que choquen miradas.

-Tú eres mi única excepción~ —un tono coqueto apareció al momento de decirlo.

Escenas y escenas aparecían frente a Diana, eso hacía que conforme las teorías que realizaba en ese momento se cumplían cada vez más y el último recuerdo forzó y confirmó lo que había pensado todo este tiempo

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Escenas y escenas aparecían frente a Diana, eso hacía que conforme las teorías que realizaba en ese momento se cumplían cada vez más y el último recuerdo forzó y confirmó lo que había pensado todo este tiempo.

Sabía que Alastor no era del tipo de persona que daba cariño, nunca lo dió, ni siquiera cuando ella y él estaban juntos. No daba abrazos, tampoco masajes en la espalda o incluso se preocupaba por una persona cuando estaba decaída o dañada tanto emocional como física.

El último recuerdo que vio fue en un día donde el paisaje era triste, estaba nublado y comenzaba a llover, Charlie salía de una plaza y el demonio de la radio la vió.

-Belle... ¿qué haces acá? —preguntó Alastor.

-¿Alastor? ¿Tú qué haces acá? —preguntó desconcertada, aunque ella notó que el demonio la veía con dulzura.

-Fui a dar un paseo, y me encuentro a ti en medio de la lluvia, así que me acerque para preguntarte~ —habló mientras se acercaba y cubría a la princesa con su paraguas de color rojo obscuro.

-Oh... Yo solamente quería pensar algo, aunque sea un poco —aceptó conversar con el demonio.

-¿No ibas a ver a tu padre? —cuestionó, Diana puso mucho más atención a aquella conversación.

-Esa visita no salió tan bien como esperaba —respondió la rubia, la azabache sonrió puesto que vio como Charlie desviaba la mirada y le salían unas lágrimas de sus ojos.

Charlotte no quería hablar, eso estaba más que claro, así que caminó para alejarse del demonio, lo cual no logró puesto que él la seguía.

-¿A dónde crees que vas darling?~ —nuevamente preguntó.

-Me quiero alejar de ti, las cosas entre tú y yo acabaron... yo... te detesto —confesó, Diana miraba sorprendida, tenía en manos unas palomitas que quien sabe de donde sacó. Alastor dejó de caminar y tenía su cabeza baja, su sonrisa estaba decaída, sus orejas de ciervo se encontraban caídas.

Él estaba triste.

-Dime Charlie ¿Dios es el único que está llorando? —preguntó y dirigió su mirada a Charlotte.

-Pues... creo que son dos —respondió mirando el cielo, gotas de agua caían en su bello y delicado rostro, mientras que Alastor soltó una risa—. No te rías —le dijo, pero antes de que se enojara notó que había dejado caer su paraguas, se acercó a la chica de piel albina y la abrazó haciendo que el rostro de la chica chocara con su pecho.

-Yo creo que son tres... —y soltó una pequeña risa triste.

Diana ahora entendía todo, Alastor quería ver el sufrimiento de la princesa y de la demonio polilla debido a que estaba aburrido, comprendía eso ya que haría lo mismo, hacerlas llorar por separarlas de su noviazgo, pero nada salió como él planeaba...

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Diana ahora entendía todo, Alastor quería ver el sufrimiento de la princesa y de la demonio polilla debido a que estaba aburrido, comprendía eso ya que haría lo mismo, hacerlas llorar por separarlas de su noviazgo, pero nada salió como él planeaba, se había enamorado de la princesa, incluso tuvo un afecto mucho mayor que cuando salió con Diana, se había enamorado completamente de aquella chica de piel blanca como la nieve, de cabello rubio que brillaba como el oro y de cachetes tanto rosados como suaves.

Había comprendido la azabache de que su inmenso amor nunca los separaría, eso se vio cuando Alastor se atrevió luchar contra Lucifer.

Sería difícil romper sus corazón en trozos pequeños, peor de algún modo lo lograría.

Ya sabía las debilidades de Alastor.

Ahora el siguiente en ver sus debilidades sería Lucifer.

STAY WITH ME | Hazbin Hotel ✔️ (Ver. Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora