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¡Ding!

Repentinamente, me desperté. Miré a los lados, aturdido y me di cuenta que seguía en mi habitación.

Pasé unos segundos confundido hasta que me capté que el sonido venía de otra habitación. Debo admitir que suelo meterme mucho en lo que no me importa -bueno, la mayor parte del tiempo si me importa-, y bueno, metí mis pies en mis pantuflas blancas para salir a buscar el ruido.

La luz de la cocina estaba encendida y al instante todo tomó sentido. ¡¿Por qué no lo pensé antes?! Claramente era Yoongi.

Estaba sentado en la isla de la cocina, succionando el ramen instantáneo con una sorprendente velocidad. Me quedé de pie en el umbral de la puerta, tallando mis ojos para poder ver mejor.

Cuando Yoongi por fin me vio, me saludó con sus dedos en ''V'' y siguió succionando su comida.

No contesté y abrí la nevera para sacar el litro de leche. Escuché la risa burlona del rubio cuando comencé a lavar un vaso de vidrio. ¿Qué tenía de malo? A mi me encanta la limpieza, de igual forma, no creo que a alguien le guste beber suciedad.

Recordatorio mental: comprar vasos nuevos.

— Ehm... uhm... —intenté buscar la forma de acabar con el silencio—. ¿Tenías hambre? —bebí la leche mientras esperaba su respuesta con atención.

—En realidad me desperté a mear pero cuando estaba a la mitad del chorro, se me antojó un ramencito.

Asentí y retiré el vaso de mi boca lentamente— Bueno... —rasqué mi nuca— Disfruta tu comida, rubio.

—Quédate conmigo —pidió y tomó con sus palillos más ramen—. Me aburre comer solo.

—Uh bueno...

Palmeó sobre la isla para indicarme que me sentara a su lado, lo cual obedecí sin darle muchas vueltas. Cuando Yoongi comía, parecía un pequeño hámster blanco.

—¿Sabes qué tienen en común mi ramen y tú?

Negué suavemente—No, ¿qué es lo que tenemos en común?

—Ambos son calientes —sonrió y metió más comida a su boca. ¿Calientes? ¿Qué? Oh, esperen...

—Mejor cállate —sugerí con las mejillas ardiendo y lo miré—, rubio de bote.

No le hizo gracia porque aplastó con fuerza sus palillos. Me bajé lentamente de la isla...

—Creo que debería ir a dormir...

—Ni lo creas —Yoongi me detuvo.

—¿Por qué me molestas tanto? —rezongué con un puchero.

Él se encogió de hombros— Jimin, debo ser Dora...

—¿Qué? —confundido de nuevo, vamos bien— ¿Por qué dices eso?

—Porque voy a explorarte toda la noche.

¡UGH! Apreté mis puños con fuerza y con las mejillas fuertemente rojas, me di la vuelta sin contestarle. ¡Sus bromas no me causan gracia, es taan insoportable! Su risa es insoportable, su cara de idiota es insoportable, ¡Él es insoportable! ¡Me va a salir una ulcera por los corajes!

—¡Espera! —no, no de nuevo....

—¡¿Qué?! —grité molesto.

—¿Juegas soccer?

—Uhm... —la pregunta me desconcertó un poco. Acomodé mis cabellos y suspiré— No, no juego soccer, ¿por qué?

—Porque creo que voy a meterla esta noche.

dirty laundry | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora