dirty laundry | yoonmin

017

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Miré mi rostro en el espejo y suspiré. Mi maquillaje no estaba del todo arruinado pero tras poner un poco de agua lucía un tanto opaco y muy poco uniforme.

Escuché a Yoongi haciendo desastre en la cocina y decidí por salir para ir finalmente a la azotea.

—Yoon~ —le llamé y se giró hacia mí, bebiendo la leche desde el cartón—. ¿Qué te he dicho sobre usar vasos?

Sonrió y retiró el cartón de su boca— Es un vaso con forma distinta. ¿Lo ves? Sostiene líquidos, como un puto vaso.

—Bueno... tiene sentido así que lo dejaré. ¿Nos vamos?

Yoongi asintió y tomó un bolso de la mesa.

—Llevo comida y una bocina. ¿Cuenta como una cita?

—No, Min —lo empujé por la espalda.

—Pff aburrido.

En el camino a la azotea, Yoongi me ignoró por estar con su celular. Tampoco hice mucho para que habláramos.

Eran alrededor de las ocho y media por lo cual la luna ya estaba fuera y Daegu brillaba mucho.

—La vista es asombrosa —musité. Yoongi bloqueó su celular, lo guardó en su bolsillo y suspiró.

Me miró fijamente y sonrió— Sí, hay una vista preciosa.

—¿Estás coqueteando? —pregunté con un leve nudo en la garganta.

No contestó y se acercó peligrosamente al borde, donde la azotea acababa y solo una fina y pequeña pared hacía la diferencia entre una noche linda y una desgracia.

—¿Vamos a practicar parkour o algo?

—Claro que no —reí y me acerqué a él.

—¿Vas a empujarme?

—Yo no te haría daño nunca —aclaré y él soltó una risa burlona. Le di una mirada—. Okay, ¿de qué te ríes, castaño idiota?

—¿Puedo besarte?

—Uhm, ¿desde cuándo me pides permiso?

Tomó mi barbilla y me miró— No muy seguido, pero he estado pensando que me haz rechazado dos veces y seguro ahora odias que te toque.

—No... no es así —murmuré y bajé la mirada. Repentinamente estaba aturdido y Yoongi lucía muy bien bajo las luces tenues.

—Man, explícate.

—No me molesta que me toques...

—¿Pero te molesta que me esté enamorando de ti? —me preguntó y me quedé sin habla por unos segundos.

—Yo no dije eso.

—Bueno —miró los edificios con atención y observé su perfil—. Lo siento por no comprenderte, eres muy difícil.

Negué una y otra vez— ¿Realmente te estás enamorando de mi?

—Soy un bastardo, el setenta por ciento del tiempo puedes creer que no tengo sentimientos pero al final de todo soy un humano —se encogió de hombros sin mirarme.

—Sé que eres un humano pero... —me interrumpió cubriendo mi boca con su mano y me tomó de la cintura.

—Entonces debes saber que es muy patético que creas que después de todo lo que hacemos, no iba a terminar cayendo por ti.

Comenzaba a lucir muy enojado y todo era muy serio. Me asusté porque las conversaciones serias con Yoongi eran muy aterradoras.

Retiré su mano de mis labios— No lo creí así, haz estado con muchas personas y no esperaba que yo pudiera llamar tu atención de esa forma.