Rey de mi corazón | IruAzz (traducciónEs)

Capitulo 19: Planificación y conspiración

—Ah —suspiró Iruma, desanudando su corbata mientras se sentaba en su trono con forma de sillón, en medio del salón principal del Ala Este. —Por fin ha terminado —.

—¿Cómo ha ido? —preguntó Jazz mientras repasaba unos papeles en el sofá que tenía delante.

Todos los miembros de la manada estaban allí, incluso Kalego, que estaba sentado en su sofá de dos plazas en una esquina de la habitación. La única excepción serían Kerori, IX y Lied. Tanto Lied como IX, junto con Ameri, fueron secuestrados por Kerori para entrenar para los Juegos de Akudol. Su equipo la había abandonado en el último momento, así que el demonio de hielo tuvo que improvisar. Por suerte, contaba con el apoyo y el dinero de la Manada Anormal. Así que los cuatro se habían trasladado temporalmente al Ala Este para entrenar. Porque, por supuesto, la mansión de Sullivan tiene campos de entrenamiento en cada ala.

Alice se acercó a su compañero con una taza de té humeante y una sonrisa reconfortante, antes de darle la taza y sentarse en el regazo de su compañero. Le escandalizaba la idea de su propio "trono", así que Iruma había decidido que se sentara en su regazo. Así ambos compartirían el "trono". Aunque nunca se vería a Iruma llamándolo así. Sabnock estaba sentado en el suelo, apoyado en el "trono", mientras que Purson se apoyaba en el demonio rubio. Incluso Clara parecía agotada, ya que había optado por reclamar la otra mitad del sofá en la que trabajaba Jazz.

—El padre de Soi lo dejará, sigue siendo el siguiente en la línea de sucesión para jefe de Clan, pero cuando eso ocurra se convertirá en un clan vasallo de nuestra manada —respondió Iruma. —Tengo clanes vasallos... ¿qué es de mi vida siquiera? —Iruma gimió ante el absurdo en que se ha convertido su vida.

—Luego fuimos a nuestra última prueba para la Cena de las 13 Coronas —continuó Alice para su compañero, que seguía gimiendo, con la cara plantada en su espalda.

Muchos de los demonios masculinos de la sala se estremecieron ante la idea, ya habían tenido suficiente con una sola prueba de traje, por no hablar de dos diferentes. La manada apenas podía creer que este fin de semana tendrían su debut en el Deviculum, o que sus compañeros de manada serían invitados de honor en la próxima Cena de las 13 Coronas. Ni siquiera podían empezar a pensar en el infierno que están pasando los cuatro (Iruma, Alice, Clara y Sabnock), después de pasar por todas las infernales lecciones de Kalego-sensei para el Deviculum... a los cuatro había que añadir las lecciones de etiqueta para la Cena de las 13 Coronas.

¿Qué tan fuertes son? La manada se despejó en silenciosa admiración y horror, para los demonios la mayoría de las veces van de la mano.

—¿Cómo va el negocio Jazz-kun? —Preguntó Iruma, dándose cuenta por fin de que su compañero de manada estaba haciendo su papeleo (¡lo que de por sí es sorprendente!).

—No va mal —se rio Jazz de forma vengativa. —¡Ese cabrón del general nos hizo pasar un infierno durante el entrenamiento, pero le devolví con intereses el negocio de los auriculares! —Jazz se jactó de la victoria. —El trato se inclinó a nuestro favor y duplicó nuestras ganancias. Si añades el hecho de que Azazel-chichi también se acercó a nosotros para hacer un trato, diría que nuestros beneficios casi se han triplicado desde que empezó nuestro negocio de fuegos artificiales —Jazz sonrió con orgullo, mientras sus compañeros de manada le vitoreaban y felicitaban. —No se preocupen, no fui malo con Azazel-chichi. Sé que Ameri-senpai es nuestra aliada, junto a toda la familia Azazel. No me atrevería a enemistar a una familia tan poderosa que te apoya para el trono —.

—Sin embargo, permitirías que las finanzas del ejército se resintieran por querer ser mezquino ― comentó Alice con sequedad, pero sinceramente se sentía muy orgulloso del joven alfa. Jazz siempre había tenido talento, pero le faltaba confianza. Sin embargo, después de formar parte de la manada de Iruma había cambiado... y para bien. En otro tiempo, el general podría haber tenido ventaja, incluso cuando se trataba de negocios, pero ahora ni siquiera él podía ganar contra Jazz cuando protegía los intereses de su jefe alfa. —Pero no está mal por ahora. Con esto, podremos dejar de depender demasiado de Sullivan-sama —.