Rey de mi corazón | IruAzz (traducciónEs)

Capítulo 4: Bonos

―Por cierto ―habló Ali-san, mientras Alice llevaba a su maestro lejos y hacia sus aposentos ―Alguien tiene que hablar con el profesor pajarito ―

― ¿Con Eggy-sensei? ¿Por qué? ―Preguntó Clara, pero todos los demás pronto se dieron cuenta del motivo.

―Porque Iruma-sama ha muerto ―respondió Alicia, con amargura. Iruma podría estar vivo ahora, pero había muerto en un momento y eso era un infierno para Alice ―Los lazos familiares se forman hasta que se termina su periodo de tiempo determinado o uno de ellos muere. Iruma-sama murió, aunque fuera por un segundo, cortando su vínculo. Kalego-sensei lo sabe y seguramente se preocupará cuando de repente sienta que su vínculo ha desaparecido ―

― ¡Exactamente! ―exclamó Arikured. ―Al menos, nunca tendrá que preocuparse por ser convocado como familiar del Maestro de nuevo. Su nuevo lado demoníaco le impedirá tener otro demonio como familiar ―.

― Yo iré ―habló de repente Opera.

―Bien ―dijo Sullivan, aliviado. No quería dejar a su nieto por un tiempo ―Dale eso también ― Opera lo miró con su habitual cara inexpresiva pero sus orejas se movieron con sorpresa ―Se lo ha ganado con creces y ha cuidado muy bien de Iruma-kun... Creo que es hora de dejar de burlarse tanto de él ―continuó Sullivan con una expresión suave.

―Sí, señor ―respondió Opera, entendiendo el significado oculto.

Una vez que Alice y Clara se fueron a la habitación de Iruma, y Opera se fue a la casa de Kalego, Sullivan guio a Henri a su despacho.

― ¿Desde cuándo sabes lo de Iruma-kun? ―preguntó finalmente Sullivan, sentándose detrás de su escritorio y ofreciéndole la silla que tenía delante.

―Desde hace tiempo, después de que ascendiera al rango de Gimel ―respondió el demonio zorro.

― ¿Por qué no se lo llevaron? ¿O por qué no me arrestaste? ―inquirió el principio ―Tenías las pruebas que necesitabas ―.

―Porque mi hija también lo sabía ―respondió Henri, sorprendiendo a Sullivan ―Sí, a mí también me sorprendió ―se rio Henri ―Mi hija, la única persona que sabe lo importante que es para nuestra sociedad mantener a los humanos a salvo y alejados del Mundo de las Tinieblas, me estaba ocultando la identidad de un humano a mí precisamente. Habría destruido su futura carrera en la Fuerza Demoníaca, eso es seguro. Su única aspiración desde que era una niña podría haberse esfumado por un humano al que quería proteger... un humano al que llamaba gran demonio ―Henri suspiró, mirando la suave expresión del director, tan diferente del aura demoníaca que sentía no hace mucho tiempo ― ¿Y sabe qué, Lord Sullivan? Después de algunas investigaciones descubrí que ella tenía razón, Iruma es un gran demonio. Subió de rango con una velocidad increíble, ¡dos rangos arriba... perdón, tres rangos arriba en menos de un año! Creó una flor que nunca se había visto en este mundo, una que me han dicho que se ha convertido en uno de los puntos principales de la escuela. Derrotó al heredero de Asmodeus dos veces y creó fuegos artificiales, una atracción que creo que interesa mucho a muchas empresas y que quieren comprarles. Incluso consiguió que su clase obtuviera el reconocimiento que se merecía y que los trasladaran a la Real. Y todo eso mientras era humano... No puedo esperar a ver lo que hará ahora que es medio demonio ―.

Sullivan se puso rígido ante sus últimas palabras, todo el orgullo que sentía antes fue sustituido lentamente por la preocupación.

―De eso es de lo que quiero hablarte ―dijo ―nadie puede saber que es un Demi Demon, al menos por ahora. Me di cuenta por la explicación de Ali-san que su futuro como Rey Demonio no puede ser detenido. Es un Demi Demon y mi heredero, no hay mejor candidato, me doy cuenta ahora. Pero no permitiré que sea arrastrado a la agenda política del cónsul tan pronto. Sé que tendrá el apoyo de las tres bestias, así como el tuyo y el de Amaryllis, ya que ella será su suegra, pero acaba de convertirse en un Demi Demonio. Necesita acostumbrarse a su nuevo cuerpo y habilidades, por no mencionar que aún no se ha acostumbrado al Inframundo, ni a nuestra cultura, ni a nuestra historia. ―