El niño que fue querido

Al borde del abismo.

Hola aquí esta el cap de hoy, primero que nada perdón por la tardanza pero es un poco complicado escribir estos capítulos.

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Pov. Normal.

Draco corrió hacia la habitación de Hadrian en cuanto escucho la puerta siendo abierta, se detuvo detrás de ambos adultos que veían con sorpresa a su pequeño amigo, Draco sin comprender que estaba sucediendo se acerco a Hadrian feliz porque podría verlo de nuevo.

-Hadrian ¿Estas bien?- pregunto Draco tratando de relajar su emoción. Unos ojos vacíos lo recibieron.

-Malfoy- pronunció Hadrian con respeto, agacho su cabeza como si una inclinación se tratara, Draco sólo había visto hacer ese gesto a los elfos domésticos. Millones de preguntas revoloteaban como mariposas en su mente siendo una de ellas la más resonante. ¿Dónde esta Hadrian?

El tiempo se había detenido y el volumen del sonido había disminuido como si de un televisor se tratara, los dos adultos no sabían que hacer, no sabían que decir solo estaba el temor de haber llegado demasiado tarde impregnado en cada célula de su cuerpo. Gellert había visto esa misma mirada antes, en un orfanato con un niño pequeño antes de que se volviera un obscurus. Gellert no quería volver a ver a un pequeño morir frente a sus ojos menos si es su nieto, se había prometido proteger a los niños mágicos pero al parecer al igual que Credence no había podido llegar a tiempo.

Newt noto la mirada de terror en el rostro de su marido, el leve temblor de sus manos y por supuesto el sudor frío que recorría su frente, recuerdos de Credence llegaron a su mente, sabía lo que su esposo estaba pensando. Tomó su mano fría y soltando un suspiro dejando su pánico de lado se acercó a su pequeño Hadrian.

-Draco trae a Tom y Severus- le pidió al pequeño rubio, este sin más salió corriendo ha traer a ambos adultos- ¿Hadrian sabes quien soy?- quería ver hasta que grado estaba dañada la mente de su nieto.

-el señor Scamander- respondió Hadrian sin alzar la cabeza con voz automática.

-tu sabes quien soy en verdad ¿Por qué no me dices quien soy?- volvió a tratar.

-usted es el señor Scamander la pareja del señor Grindelwald- volvió a responder-¿ Qué hora es?- pregunto en un susurro, no quería ser irrespetuoso.

-son las ¿9 de la mañana?- respondió Newt desconcertado.

-ya es tarde- proclamo el pequeño aterrado.

-¿tarde para que?- pregunto Gellert, entendía lo que su esposo estaba tratando de hacer por lo que no dudo en ayudarlo.

-¿Qué está pasando?- Tom llego corriendo siendo seguido por Severus y Draco.

-¡Lo lamento señor Tom, no era mi intención quedarme dormido y dejarlo sin desayuno!- suplico Hadrian cayendo de rodillas con el cuerpo tembloroso.

-¿Qué?- fue lo único que salió de los labios de Tom. En toda su vida jamás había esperado ver a su hijo de rodillas ante el suplicando perdón.

Hadrian dejó de ver al suelo, subió el rostro hasta que sus ojos vacíos como el mar más profundo chocaron con los de su padre. Tom soltó un jadeo, el recuerdo de la última mirada de Credence volvió a su mente, el como siendo un adolescente había encontrado a su amado hermano mayor en el suelo sin vida frente al castillo de Hogwarts, el como fue expuesto como un traidor frente a todo el colegio dando a saber que ese sería el destino de aquellos que fueran en contra de Dumbledore y el ministerio de magia. Aquellos ojos carentes de vida que ahora estaban impregnados en la mirada de su hijo. ¿Qué es lo que hizo mal?

-Credence- susurro Tom. Gellert se apoyo en la pared más cercana conteniendo las lágrimas que querían salir, Newt lo tomó del brazo preocupado.

Severus quien había visto todo tomó las riendas del asunto y con mucho cuidado levantó al pequeño Hadrian susurrando un hechizo que lo dejó dormido entre sus brazos, sacó a los adultos de su estado de letargo y se dirigió a sus aposentos. Dejó a Hadrian acostado en su cama ante la mirada confusa de Sirius y Orion. Tapo con gentileza al niño dejándolo a cargo de Orion y Draco llevándose a los adultos consigo al laboratorio de pociones.

-¿Qué fue lo que pasó antes de que llegáramos?- pregunto Severus con voz sedosa guardando su caldero detrás de una puerta falsa transformando dos calderos derretidos en un par de sillones.

-ni siquiera nosotros lo sabemos con certeza, cuando salió de su habitación sus ojos ya estaban así al igual que su comportamiento- respondió Newt dándole una pocion calmante a Tom y Gellert.

-¿Qué demonios ocurrió antes de que llegáramos?- pregunto Gellert.

-James apareció- respondió Tom.

-¿Qué?- pregunto el matrimonio  Grindelwald.

-no sabemos como sucedió solo que cuando fuimos a ver el árbol que había mencionado Hadrian encontramos a Lily y James debajo de el inconscientes- respondió Tom.

-y no sólo eso,con ellos estaba Tom el hermano mellizo de Hadrian- acompleto Sirius.

-después de eso Hadrian se encerró en su habitación y su magia no dejaba que nos acercaramos- comento Severus.

-cuando nosotros fuimos la magia ya no estaba, de hecho no sentí nada de magia- dijo Gellert.

-¿Tu crees que Harían?- pregunto Tom a su padre.

-con lo que ha pasado últimamente es una probabilidad muy alta- respondió Gellert.

-¿De que estan hablando?- pregunto Sirius.

-para Hadrian su vida ha dado un giro muy grande, con los Dursley sufrió mucho, demasiado para un niño de su edad cuando Tom lo rescato y le dijo la verdad Hadrian puso un alto a sus sentimientos malos y dejó que su magia bailará alrededor de el pero supongo que cuando vio a Tom, su hermano, fue una sorpresa tan grande que los sentimientos y recuerdos reprimidos regresaron al igual que un huracán tambaleando su nivel emocional- explico Newt.

-esto también afecta su magia ¿Verdad?- pregunto Sirius.

-es probable que si no sacamos a hadrian de ese abismo se vuelva un obscurus.

 
Aposentos de Severus.

-¿Qué sucedió Draco?- pregunto Orion después de que los adultos se fueran.

-Hadrian me llamo Malfoy- Draco se sentía herido.

-Draco no me estas ayudando.

-el estaba diferente, empezó a hablarnos formalmente, luego se disculpo con el tío Tom por no haber hecho el desayuno y todo es tan raro pero sé que el no es Hadrian. No es mi Luna.

Pov. Hadrian.

Estaba otra vez en el armario, todo estaba tan oscuro y hacia mucho frío. Quiero que papá venga no quiero estar aquí otra vez. Tengo mucho miedo, no soy un niño grande, quiero estar con papá, el tío Sev y con Draco tomando chocolate caliente, jugando con la nieve como en Navidad o jugar con el tren que me regalaron. Quiero regresar con Draco.

-si que eres un niño llorón- otra vez estaba aquí.

-pero si soy un niño

-¡Qué aún no lo entiendes solo servimos para dar placer a los adultos! no dudes que también Tom nos tomará como su puta al igual que el tío Vernon y quien sabe- soltó una carcajada. Tengo miedo.

-¡Papá jamás haría eso!

-tienes razón y es por eso que tienes que quedarte en este lugar- estaba afuera del armario cerrando la puerta- no te preocupes me encargaré que seamos un buen gatito- una sonrisa macabra apareció y cerró la puerta del armario.

-no, no, no- estaba asustado, ¿Qué le haría a papá?- ¡PAPIIIIIII!