La carta

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Hola, ya sé, ya sé que me dirán y perdón por estar ausente durante un mes pero tuve un bloqueo lector y escritor, si estuvo malo por suerte ya se me está pasando así que los capítulos vuelven y también mañana y pasado voy a subir un cap por lo que el último que suba, el del día martes,  va atener una sorpresa y es el prólogo de un fanfic futuro, bueno sin más los dejo con el cap, bye.

Pds: el capitulo se iba a subir a las diez pero me tarde eligiendo los uniformes y también gracias por todo el apoyo que me han dado apesar de no haber estado activa, se los agradezco muchísimo.

Pov. Normal.

Los años fueron pasando como el agua, las sesiones con Max ayudaron a Hadrian y Draco para calamar su corazón y mente, les hicieron entender que las cosas que habían pasado jamás fueron su culpa  que la culpa era de las personas que les hicieron daño.

Tom había ingresado como profesor de defensa en la escuela Ilvermorny estando más tranquilo sabiendo que su esposo estaba junto a sus hijos aunque él sentimiento de melancolía no podía irse de su pecho al no poder estar junto a su familia por mucho tiempo solo los fines de semana y las vacaciones de invierno junto a las otras, en ese tiempo había notado como su pequeño Hadrian estaba mejorando, ya no le asustaban los ruidos fuertes, podía pedir algo sin necesidad de pedir perdón y muchas cosas que antes se le complicaban para el eso era lo mejor del mundo, su pequeño poco a poco se iba recuperando, era más alegre y jugaba mucho más junto a los demás.

Las clases para Tom fueron algo sencillas ya que los alumnos no eran tan complicados como había pensado, mejor dicho como había visto en su estadía en Hogwarts, las cosas estaban mejorando y eso se notaba en el pasar de los años.

La convivencia entre las familias era buena, dejando de lado algunas discusiones claro, cada integrante tenia su espacio, sus tiempos a solas, podían estar un tiempo consigo mismos y también con la familia y amigos, aveces las cosas se complicaban, tanto Draco como Hadrian se expresaban más y eso aveces desencadenaba algunos conflictos pero no eran tan graves como para no poder arreglarlos con una charla.

El día de hoy era muy importante para Hadrian, su cumpleaños número once lo que implicaba que recibiría su carta a Ilvermorny. Hadrian había ido algunas veces acompañando a su papá Tom, había visto el castillo, porque si era un castillo, sus grandes salones, las cuatro casas e incluso había hecho algunos amigos pero ahora era diferente, era más importante y relevante porque pasaba de ser un invitado a ser un estudiante, aprendería distintos hechizos, realizaría pociones y ya no sólo se quedaría en la teoría. Hadrian estaba muy emocionado no solo por los estudios si no porque iría con sus amigos, su hermano y por supuesto con Draco.

Después de años conociéndolo aún no estaba seguro que es lo que realmente sentía por Draco, el sabía que era su gran amigo por no decir su mejor amigo pero algo dentro de él decía que no solo era eso era algo más que aun no podía definir con palabras, Draco hacia que su corazón latiera cuando le tomaba la mano, sentía un calorcito dentro suyo cuando le compartía algún secreto porque sabía que era el único que lo sabría. Se podría decir que seguía confundido pero por ahora no le daba muchas vueltas al asunto.

Cuando los primeros rayos del sol se asomaron Hadrian dejó de lado las cálidas mantas de su cama, se coloco sus pantuflas y un abrigo para el frío de la mañana y corriendo se encamino hacia la entrada de la mansión para esperar el correo y por supuesto su carta a Ilvermorny, tomó asiento en la pequeña escalinata que estaba en la entrada y comenzó para lo que el era la espera eterna. Minutos más tarde se unió Tom su hermano y por increíble que fuera Draco, el no era del tipo madrugador.

-¿Por qué tardará tanto?- pregunto un impaciente Hadrian haciendo un tierno puchero.

-Hadrian son las siete de la mañana el correo se entrega a las nueve no creo que por ser tu cumpleaños se pongan de acuerdo en entregar el correo más temprano- respondió un Draco malhumorado.

El niño que fue queridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora