Recuerdos

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Pov. Normal.

Lucius y Remus habían llegado al limite en donde se encontraba la manada de Fenrir, al sur de Estados Unidos algo retirado del pueblo mas cercano que estaba en la zona. Habían pasado algunos días cuando empezaron su búsqueda, les tomo mucho encontrara a la manada ya que no solo estaba escondida en lo profundo de un bosque que se denominaba peligroso por los nomag si no también tenia muchos hechizos de protección alrededor de este.

-¿Estas seguro?- le pregunto Lucius a Remus. Estaban en los limites, un paso mas y lo mas seguro es que estarían rodeados por muchos lobos.

-necesitamos ayuda y dejar a Dumbledore sin personas a quienes manipular- le recordó Remus. Tomándose de las manos dieron un paso adelante y una flecha rozo con la mejilla de Lucius impactando en la tierra húmeda.

-sera mejor que salgas de aquí lobo, no nos gustan los forasteros- una mujer de de la edad de Remus salio de entre los arboles sosteniendo una ballesta.

-no queremos problemas solo venimos a ver a Greyback- hablo Remus llevando las manos hacia arriba para demostrar que no tenia nada en las manos.

-ese nombre no me es conocido- dijo la mujer pero aunque Remus no podía oler la mentira sabia que eso no era cierto.

-sabemos que esta aquí- dio un paso más. Tenia que demostrar seguridad porque si no lo hacia no lo tomarían en serio- no queremos hacer daño a esta manada solo queremos hablar con el.

-¿Y que es eso tan urgente?- un chico mas joven dejo su escondite- ustedes huelen a mago y realmente no disfrutamos mucho de su compañía.

-sabemos lo que Dumbledore le hizo a esta manada hace años pero te aseguro que no estamos aliados con esa pasa- dijo Lucius. No quería entrometerse pero sabia que en estos momentos el era una amenaza mayor.

-¿Como podríamos creerles?- volvió a cuestionar el chico.

-porque son mortifagos- Fenrir hizo acto de presencia junto a dos lobos mas- bueno solo el rubio teñido del otro no estoy muy seguro.

-gusto en verte de nuevo Fenrir, me alegra que aun conserves tu buen humor- dijo Lucius. Aun no le terminaba de agradar mucho aquel lobo.

-si piensas que me uniré al loco que tienes por señor estas equivocado- dijo Fenrir yendo directo al grano. Solo había visto una vez a Lucius pero no le agrado para nada.

-no venimos a eso- dijo Lucius- en realidad ya no esta loco es mas cuerdo que ese come caramelos llenos de pociones por no decir otra cosa.

-queremos hablar contigo de manera pacifica- dijo Remus- mi nombre es Calisto- en un parpadeo Fenrir tenia agarrado del cuello a Remus estampado contra un árbol.

-¿Quien eres?- exigió molesto el hombre lobo. Aborrecía que le mintieran y más con ese asunto.

-ya te lo he dicho- en su interior Remus sentía miedo por lo que podría pasarle a su marido si esto no resultaba de la manera que esperaba- soy Calisto Greyback Campbell, en pocas palabras soy tu hijo.

-¡Deja de mentir, el esta muerto, vimos su cuerpo!- grito la mujer. Fenrir no dijo nada pero aun lo tenia agarrado del cuello.

-¿Están seguros que era su cuerpo?- pregunto Lucius- la magia puede hacer muchas cosas y aun más la prohibida- Fenrir soltó a Remus dejándolo caer al suelo, Lucius corrió a su lado para auxiliarlo.

-síganme- ordeno Fenrir- si cualquiera de ustedes dos hace algo sospechoso no se darán cuenta cuando ya tengan la cabeza separada de su cuerpo- advirtió.

Siguieron a fenrir al interior del bosque, los lobos que estaban con ellos no se separaban de su lado, estaban atentos a cualquier cosa que hicieran. Sabían que esto no iba a ser fácil por lo que cuando supieron en donde estaba la manada de Fenrir contactaron a Tom advirtiéndole que si no llegaban en dos días cuidaran de Draco.

El niño que fue queridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora