El niño que fue querido

Las cenizas del pasado

Hola, antes que nada vengo a decirles que las actualizaciones van a ser muy random, por lo que no es un día en definitivo así que no se preocupen por si no subo en domingo, bueno eso es todo bye, espero les guste el cap  y nos leemos luego.

Pds: respondiendo la gran incógnita, Hadrian nació por cesárea.
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Pov.Hadrian.

-y eso fue lo que ocurrió- terminó de relatar el abuelo Gellert.

El tío Sev llamó tanto a los padres de Draco como a los míos, los demás mayores escuchaban desde la conexión de red flu que estaba en el despacho del abuelo Gellert. Yo fui a buscar a Draco trayendo a los demás también. Les contamos todo lo que había ocurrido desde nuestra expedición en el bosque hasta lo que dijo Billy cuando hablo con el fenix.

-lo que aún no entendemos es como iban a convertir a Draco de esa manera con los mismos métodos que utilizaron con hadrian- dijo el tío Sev desconcertado.

-Lucius nunca me has contado de cómo encontraste a Draco- hablo el tío Remus después de un gran silencio.

-porque yo tampoco lo sé, solo sé lo que Draco nos ha querido compartir aquel día que fuimos con el psicomago, no tengo idea de como en realidad sucedieron las cosas o que más daño le han hecho- dijo el tío Lucius. Sus ojos reflejaban preocupación.

-yo les diré- dijo Draco.

-¿Estas seguro?- le pregunte.

-he guardado silencio durante muchos años, ya no quiero seguir de esa manera- la expresión de Draco mostraba cansancio- supongo que todo empezó cuando tenía un año, sé que todavía era un bebé pero puedo recordar cada cosa perfectamente…

Flash back… Pov. Normal.

-aquí esta, como lo prometí- el anciano empujó a un pequeño niño de cabellos rubios y ojos heterocomaticos, uno de color ámbar como la miel más dulce mientras que el otro resplandecía igual que la plata más pura.

El pequeño apenas podía mantenerse en sus dos pequeños pies, no hace mucho que había aprendido a caminar por lo que mantenerlo de pie como estaba ahora era mucho esfuerzo de su parte por suerte vestía su piyama con lobos estampados y no su favorita de dragón porque habría caído al suelo al pisar la cola que sobresalía de esta.

Draco no sabía en donde estaba o por qué lo habían separado de su papi, solo quería volver a casa con sus juguetes y su peluche favorito de serpiente, en los brazos cálidos de su papá y su mamá, no quería estar en ese lugar donde aquella mujer lo miraba con una expresión horrible y donde lo tomaban de forma dolorosa de sus hombros. Quería volver a casa.

-¿Qué le hiciste?- le preguntó la mujer de cabellos negros recogidos en un moño alto y ojos fríos al anciano que estaba delante suyo.

-no te preocupes, no vendrán por el- una sonrisa descabellada surco en el rostro del anciano- me encargue de que no recordará nada sobre el y si por alguna razón no fuera suficiente no deje rastro mágico para seguir.

-se parece tanto a Lucius- comento la mujer de manera ensoñadora- si no fuera por ese maldito ojo seria perfecto- su rostro se transformó en rabia al notar el destello ámbar.

-no tienes de que preocuparte Andromeda una pocion será suficiente para cambiar ese aspecto- el anciano tomó con fuerza el pequeño rostro del niño para después soltarlo dejando las marcas de sus dedos en las mejillas del rubio.

-espero que no vuelvas a hacer eso Albus, no quiero que su perfecta piel de aristócrata quede manchada por asquerosas cicatrices- advirtió la mujer.

-bueno me tengo que ir, que disfrutes de tu obsequio Andromeda- se despidió el vejete para después desaparecer.