¿Nomags?

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Pov. Hadrian.

Las cosas habían sido muy raras últimamente, el abuelo Gellert me dijo que podía ver el aura de las personas junto a sus sentimientos lo cual era raro en un mago, al principio me sentí mal porque pensé que papá me regresaría con los Dursley por no ser un niño normal pero después me aseguro que eso no iba a pasar que para el eso no era raro ni una razón por la que debería dejar de quererme, yo le creo, creo en todo lo queme dijo pero también hay una pequeña parte que me dice que el me abandonara cuando sepa toda la verdad.

-me alegra que este lugar sea más grande que el callejón Diagon- dijo la tía Cissy tomando la mano de Draco.

La tía Cissy había dicho que necesitaba ropas nuevas por lo que nos trajo al callejón  Mortem, había dicho el abuelo Newt que eso significaba muerte y que la fundadora le puso ese nombre porque Le Fay se lo pidió pero que nadie podía asegurar tal cosa.

Ahora estábamos caminando por el callejón viendo las distintas tiendas que estaban, habíamos venido la tía Cissy, el tío Remus, el tío Sev, el tío Sirius, mi papá, Orion, Draco y yo, éramos muchas personas pero no llamábamos la atención lo cual era un alivio, no me gustaba llamar la atención porque eso significaba golpes pero no se como se lo tome mi papá, el dijo que no le molestaba que preguntara o no hiciera mis quehaceres pero no dijo nada de llamar la atención y no quería poner a prueba mi suerte y no quería que la gente me mirara como un fósil en exhibición.

-este lugar es mejor que el de Madame Malkin y tiene mejor gusto por la ropa- declaró tía Cissy cuando entramos a la tienda de ropa.

-bienvenidos sean, mucho gusto mi nombre es Rosier y soy la dueña de este hermoso lugar ¿En que les puedo ayudar Lords?- dijo gentilmente una mujer de cabellos rojizos, ojos avellana, delgada pero un poco baja de estatura.

-es un placer Madame Rosier- saludo Papá educadamente.

-solo Rosier por favor, no me gusta mucho las formalidades- dijo la señorita Rosier con sus mejillas de color rojo ¿Tendrá fiebre?

-como usted guste Rosier, nos gustaría un guardarropa completo para mi hijo- pidió Papá.

-por supuesto ¿Le gustaría un guardarropa para el mundo mágico y uno nomag?- pregunto la señorita Rosier mientras una cinta volaba alrededor de mí- no te preocupes cariño estoy tomando tus medidas- me explico con una sonrisa dulce.

-¿guardarropa nomag?- pregunto el tío Sev.

-claro con los nomags yendo y viniendo es lógico que expandamos nuestro comercio- explico la señorita Rosier trayendo conjuntos de ropa.

-perdone pero podía explicarnos somos extranjeros y apenas acabamos de llegar- pidió tío Remus.

-extranjeros, de casualidad ¿son de Londres?- pregunto la señorita Rosier.

-si- respondió el tio Sev.

-ahora lo comprendo, la comunidad mágica de Londres sigue viviendo en el pasado- opino la señorita Rosier dejando de lado las prendas que sostenía hace un momento- si gustan tomar asiento- señaló los sillones que estaban al fondo de la tienda- esto tomará tiempo- Papá tomó asiento y me sentó en sus piernas, la señorita Rosier también tomó asiento frente a nosotros- hace mucho tiempo que las comunidades mágicas alrededor del mundo, menos Londres, decidieron ya no estar más tiempo ocultos, los tiempos son diferente y las personas también, por mucho tiempo esto solo eran conversaciones pero lo que tomó la decisión fue la aparición de ciertos nomags peculiares que se hacen llamar Vengadores junto a dos dioses Asgardianos.

-pero se supone que son un mito- opino el tío Sirius.

-nosotros también pensábamos lo mismo pero hubieras visto nuestras caras cuando supimos que no era así- la señorita Rosier se río como si de un chiste se tratara- bueno siguiendo con los hechos, las comunidades mágicas tomaron la decisión de ya no esconderse al ver la aceptación que recibió estas personas. Cuando los nomags se enteraron que la magia existía y había estado frente a ellos durante todos estos años enloquecieron de una manera impresionante, de un día para el otro el callejón estaba repleto de nomags, comprando y maravillándose con cualquier cosa, fue algo muy hermoso de ver porque nos estaban aceptando como si nos hubieran esperado desde hace mucho tiempo- la señorita Rosier tenía una sonrisa encantadora iluminando su rostro.

-¿Por qué Londres se negó?- pregunto el tío Sirius.

-Londres sigue viviendo en el pasado, con temor a que la casería de brujas vuelva a suceder, con el pensamiento de que los nomags son inferiores, nosotros aprendimos que no era así, ellos habían creado cosas sin la ayuda de la magia, cosas para facilitar su vida o entretenerse algo que jamás hubiéramos hecho nosotros. Cuando salimos a la luz ellos nos ayudaron a acoplarnos a su mundo y nosotros al nuestro por lo que en este momento diría que ya no hay barreras y somos uno mismo.

-entonces no hay problema con usar magia frente a ellos- dijo el tío Remus.

-por supuesto que no y déjame decirte que gracias a ellos pudimos crear una pocion para ayudar a los hombres lobo, esta hace que su condición sea la de un hombre normal, no envejecen más rápido, no se transforman en luna llena, no atacan a los demás y por supuesto tienen más control en su lobo interior como si fuera una personalidad o algo parecido.

-eso es impresionante- exclamó tío Sev, nubes rositas bailaban a su alrededor mientras que el tío Remus brillaba como el sol. El tío Remus tomó su cabeza entre sus manos y soltó un suspiro de alivio- ¿Cómo conseguimos esa pocion?.

-la pueden adquirir en cualquier boticaria, es para el alcance de cualquiera que la necesite- la señorita Rosier se levantó de su asiento y tomó un conjunto de ropa color verde- ¿Le parece bien este color?- le preguntó a papá.

-sí, gracias- respondió Papá.

-sería bueno- exclamó la tía Cissy- también tener ropa de color azul, negra…

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Perdón por la tardanza pero la inspiración llegó un poco tarde, espero les haya gustado el capitulo y pues nos leemos luego.

Ps: lamento la integración inesperada de los Vengadores pero no lo tenía contemplado hasta después, en el futuro verán el porqué.

El niño que fue queridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora