Jenna & Lee

Capítulo 6

JENNA:

Un Déjà Vu, una melodía que sonaba en mi cabeza ¿Por qué seguía sintiéndome así cada vez que estaba sentada en ese diván en el consultorio del doctor Joseph Kenneth?

Hablaba fluidamente, sobre todo, le contaba mis dudas, le contaba las que me saqué, le hablé de mí, sobre él, de esa persona que decía conocer a mi supuesto hermano, pero ¿Por qué no dejaba de sentir que ya había estado en esa situación antes? Lee creía que se trataba de lo que viví luego de perder a mi madre, de ese momento en mi vida que él prefería no recordar, aunque para mí era muy necesario. Tuve una madre, debía sufrir por ella en algún momento ¿Qué más había detrás de aquellos ojos que seguían guardando tantas verdades?

El sujeto canoso no dejaba de preguntarme que necesitaba en mi vida para sentirme completa, entonces comencé a preguntármelo a mí misma ¿Necesito mi memoria? ¿Necesito a esa persona que me ayude a recordar todo lo que necesitaba? ¿Necesito recordar aquellos traumas? Y no, no necesitaba nada en mi pasado, necesitaba saber quién era yo misma, descubrirme, poder saber que me gustaba, que me desagradaba, que quería hacer con el resto de mi vida, porque quizá esa sería mi realidad. Tenía que ver mucho más allá de lo que era mi presente sin memorias, quería ver mucho más allá de lo que mi mente podía imaginar, entonces ¿Por qué se me hacía tan difícil? Porque me engañaba a mí misma de sólo pensarlo, nada de eso me haría feliz si no era quien fui antes de todo este caos.

El sujeto acomodó sus gafas gruesas antes de mirarme y hacerme una última pregunta "¿Qué piensas sobre ti misma y tu falta de memoria?" Aquello resonó en mi mente, junto con la incesante necesidad de escuchar esa melodía que Lee cantó para mi días atrás. De mí pensé muchas cosas; no era igual a las demás, cosa que no podía ser del todo buena; me asustaban muy pocas cosas, quizá porque aún no recordaba la mayoría de ellas; pensé que era una chica tímida, pero mientras a más personas conocía, mejor sabía que no necesitaba tantos amigos; de mí pensé que me gustaba estar sola, aunque había una persona a la que no quería evitar, la necesitaba en mi vida sin importar qué. Entonces respondí:

— Perder la memoria me hizo saber que jamás podré estar completa, a pesar de que no necesite mi pasado y que no tenga muchas cosas por las que sentirme mal, las necesito para ser yo misma. Lee, el chico del que le hablé, me dijo que necesito conocer la tristeza para poder disfrutar de la alegría —él sonrió asintiendo—. Por eso creo que necesito ese pasado, por más marcado que estuviese, para sentirme completa. Aunque quizá antes tampoco lo estaba.

— Muy bien Jenna, ese sentimiento se llama nostalgia —suspiró él sin dejar de sonreír—. Es el primer paso para saber que podrás recordar en algún momento.

— ¿Qué significa eso?

— Mis pacientes, por lo general, deciden olvidar, como te expliqué antes, el cerebro es tan maravilloso que constantemente nos está escuchando —los ademanes con sus manos, increíblemente, me hacían entender mucho mejor lo que sus labios pronunciaban—. Es por eso que ahora tu cerebro recibe esa orden, ese sentimiento que le dice que extraña aquello que dejaste. Sí, regresará tu dolor, regresaran las pesadillas, regresará todo aquello que te atormentaba. Pero serás tú misma. Por eso quisiera que mantengas tu mente ocupada en algo más, para no sentir ese terrible cambio que traerás a tu vida. Porque dolerá, te hará feliz y te dará mil sentimientos que no sabrás como explicar. Tendrás lo que quieres, a cambio de algo.

— ¿Qué me sugiere? —pregunté viendo cómo se estiraba para dejar su anotador en el escritorio.

— ¿Escribes? —negué con la cabeza— ¿Cantas? ¿Tocas un instrumento? —volví a hacerlo— ¿Dibujas? —me encogí de hombros— Me dijiste que te gusta la fotografía, ¿cierto?