¡WEI YING SECUESTRADOR! (TERMINADA)

Capítulo 16

Wei Ying

-¿Wei Ying? Cariño, tengo que ir a trabajar.

Increíble. Durante veintiséis años, odié las mañanas con pasión. Ahora todo lo que necesitó fue que Romeo me llamara cariño y yo estaba enterrando mi cara en una almohada para ocultar mi maldita sonrisa. Sentir sus cálidos labios rozar mi piel tampoco fue tan malo.

-Llevaré a los niños a la casa de mamá. Pasarán la noche, así que puedes quedarte en la cama todo el tiempo que quieras.

Finalmente abrí los ojos. ¿Qué demonios? Yo no estaba en la habitación de invitados. Ahora que lo pienso, no podía recordar haberme acostado en absoluto.

-¿Cómo llegué aquí?-Yo pregunté. Mi voz estaba un poco áspera por el sueño.

La cama se hundió a mi lado cuando Lan Zhan se sentó.

-¿No te acuerdas? Anoche prácticamente me rogaste que te llevara a la cama y me saliera con la mía-Esa maldita sonrisa sexy delataba que estaba bromeando.

-Está bien, pero si termino embarazado, tienes que casarte conmigo-le respondí. No necesitaba saber que estaba tomando la píldora en estos días.

-Eso no suena tan mal-sonrió.

-Por favor-murmuré. -Tú crees que soy un fastidio ahora, imagíname con los pies hinchados.

Me frotó el tobillo a través de la manta. -Todavía cuidaría de ti incluso si fueras un fastidio.

Me reí.

-¿No eres dulce?

-Trataré de salir temprano. Será mejor que estés aquí cuando regrese-advirtió antes de besar mi mano y marcharse.

Aunque sus sábanas olían increíble, finalmente me obligué a levantarme de la cama. Se sentía extraño estar solo en la casa de Lan Zhan. A pesar de su advertencia, necesitaba ir a casa y encargarme de algunas cosas. Tomé la llave de repuesto para poder volver más tarde.

Yao estaba en el trabajo. Pronto se mudaría a los dormitorios, pero sabía que con los desarrollos recientes en su relación con Ming, se terminaría quedando aquí más que allá.

Había un sobre grande afuera de la puerta de mi casa con mi nombre. Inmediatamente sospeché. Había hecho demasiadas bromas para no serlo. Si esto era un truco, me lo merecía, pero tenía demasiado orgullo para abrirlo donde alguien pudiera verme, así que entré. Rompí con cuidado el sobre con el dedo antes de verter el contenido sobre el mostrador.

Se me cortó el aliento en la garganta cuando la máscara dorada se deslizó frente a mí. Se veía exactamente como la máscara que había usado hace más de siete años, la misma maldita máscara que había dejado caer al suelo mientras era violado por un extraño. Mi mano tembló cuando alcancé la hoja de papel que estaba al lado. La letra no me era familiar.

"Dejaste Caer Esto"

Fue espeluznante como el infierno. Si esto era una broma, no era muy gracioso. Empujé todo de nuevo en el sobre y agarré mis llaves del mostrador.

-¡Y!- Ning sonrió cuando irrumpí en su oficina. Su sonrisa se desvaneció un poco cuando vio mi expresión tensa. -¿Qué ocurre?

-¿Qué demonios es esto?- Tiré el sobre sobre su escritorio.

-Um... ¿un sobre?- respondió. Lo abrió y sacó el contenido.

-Sólo dime dónde conseguiste la máscara- supliqué.

Ning me miró con verdadera preocupación en sus ojos.

-Ying, no te envié esto.

Me tapé las manos con la cara y respiré hondo varias veces.