━━━ 𝗽𝗿𝗲𝗹𝘂𝗱𝗶𝗼

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preludio.
welcome to hyosan.

—Mi nombre es Choi Wonyoung, acabo de mudarme desde Seúl, y...—, miro de reojo a la profesora, no sé qué más decir, y estoy segura de que todos pueden notar lo nerviosa que estoy. Bajo la cabeza y suspiro, intento tranquilizarme. Sí, es una mierda.

Cada vez que le comento a alguien que por el trabajo de mi padre nos vemos obligados a mudarnos regularmente muchos asumen que esa es la peor parte. La verdad es que la mudanza no me molesta, tampoco me irrita cambiar de ciudad, de hecho, esta es la parte más detestable del proceso.

Tener que pararme frente a la clase cada vez es agotador, los profesores siempre dicen lo mismo: "Presentate, di tu nombre y tres cosas sobre ti", no es algo particularmente cómodo de hacer, especialmente con todos tus nuevos compañeros mirándote como si hubieran descubierto una nueva especie.

—Es un gusto conocerlos a todos, espero que seamos buenos compañeros—, digo rápidamente, tropezando entre palabras.

Junto valor para alzar la mirada, solamente porque quiero ubicar mi lugar para ir y esconderme. Mis ojos intentan analizar el salón velozmente, pero antes de que pudiera hacer algo al respecto, son capturados.

Él está mirando al frente, despreocupado, parece totalmente desinteresado. No alcanzo a leer su nombre desde aquí, pero tiene el cabello negro, no parece demasiado alto aunque tampoco tan bajo... Es lindo.

Debe sentir mi mirada sobre él, porque voltea en mi dirección y nuestras miradas chocan. Oh, también tiene bonitos ojos.

¡Wonyoung, no seas tan obvia! Me obligo a apartar la mirada, sé que mi rostro está aún más sonrojado y solo me queda rezar para que nadie decida comentar sobre ello.

Quiero enfocarme en cualquier otra cosa, pero no es un salón muy grande, y mis ojos acaban en él otra vez y alcanzo a ver una ligera sonrisa en sus labios. ¿Me sonríe a mí?

—¡Bien! ¡Atención!—, ese grito a mi costado me devuelve a tierra casi dándome un infarto. Miro a la izquierda, y mi hermano se adelanta para tomar palabra, —¡Es un placer conocerlos! Mi nombre es Choi Youngjae, y yo soy el mayor.

—Tan solo por dos minutos, no te creas la gran cosa—, le susurro para que solo él pueda escucharme. Pero me ignora.

—Me gusta jugar al fútbol, ver películas, soy bueno en matemáticas...—, continúa relatando, —...y estoy soltero.

Eso último hace que el salón de clases estalle en risas y algunas burlas. Me da envidia, Youngjae siempre supo adaptarse rápidamente, y no necesitaba más que una conversación con alguien para transformar a esa persona en un amigo. ¿De verdad salimos del mismo vientre?

—Sé que es mi primer día, pero si alguien está interesada en conocerme, espero que tú sí...—, dice guiñando el ojo a una chica sentada en la primer fila, y luego me mira a mí con una amable sonrisa, y entiendo todo, —Anoten, mi número de teléfono es...

Los ojos de todos ya no están juzgando sobre mí, ahora están en Youngjae y lo ha hecho a propósito. Nos han transferido de instituto suficientes veces para que él entienda lo nerviosa que me pongo y aprenda a solucionarlo, como buen hermano que es.

—Oh, bueno...—, escucho decir a la profesora, —Gracias por sus... interesantes presentaciones. Pueden ir a sentarse... allí. Clase, espero que todos se esfuercen por hacer que los Choi se sientan cómodos y...

Dejo de escuchar las palabras de la profesora cuando noto dónde están nuestros lugares.

Si compartir mesa con mi hermano no es lo suficientemente malo, ahora tengo que sentarme justo delante del chico de sonrisa bonita. Qué vergüenza.

Un empujón me obliga a caminar, —No seas tan obvia, idiota—, me susurra Youngjae y ambos nos dirigimos a nuestra mesa.

Ni siquiera miro al chico.

Dejo mi mochila a un costado y comienzo a acomodar todos mis útiles, mi hermano hace lo mismo mientras tararea una canción que escuchamos hoy temprano, y entonces, dos pequeños toques en mi hombro me toman por sorpresa y hacen que me congele.

Veo de reojo a Youngjae, que también se ha dado cuenta y parece querer reír. Ignoro sus burlas y volteo apretando los labios en línea recta, y otra vez ahí está, aquella sonrisa.

—Bienvenidos a Hyosan—, dice saludando a ambos pero mirándome solamente a mí.
—Soy Lee Cheongsan.

𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐘𝐏𝐒𝐄 | 𝐋𝐞𝐞 𝐂𝐡𝐞𝐨𝐧𝐠𝐬𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora