━━━ 𝘁𝗿𝗲𝗰𝗲

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capítulo trece
"sólo el miedo nos hará valientes"

—¿No puedes dormir? Eso es nuevo.

—También me sorprende que estés despierto.

Apenas está amaneciendo, todavía puedo ver algunas estrellas brillando débilmente y la luna escondida en un rincón. El resto sigue durmiendo, a algunos les costó más que a otros poder encontrar una posición cómoda y descansar, pero a fin de cuentas lo han logrado.

—¿También te despertó el frío?

—Sí—, miento.

Él se da cuenta, sé que sí, pero no dice nada, y con una pequeña sonrisa le agradezco por guardar silencio. Hay demasiadas cosas con las cuales lidiar ahora mismo, y supongo que todos estamos teniendo las mismas pesadillas, así que contarlas no haría más que angustiarnos y convertirlas más reales.

Pude descansar en intervalos. Creo que en total logré dos horas de descanso, o un aproximado.  Me dormí con la esperanza de no soñar. Cuando estoy despierta es fácil controlarme y no pensar en ello, solo me enfoco en la situación del ahora y en cómo salir viva de toda la mierda, pero cuando me duermo, es ahí cuando no puedo dejar de verlo a él, a Youngjae, a su cadáver.

Son pesadillas. Pesadillas en las que encuentro a Youngjae muerto, despedazado, a veces irreconocible. Sueño que encuentro su cadáver desmembrado en algún rincón del colegio; sueño que es su zombi el que me arranca la garganta; sueño que estoy escapando con los demás y que en medio de todo el desastre pateo su cuerpo sin vida y ni siquiera me doy cuenta.

Todo lo que sé es que Youngjae no está aquí.
Y todo lo que quiero es ir a buscarlo. Necesito a mi hermano.

—Ayúdame a despertarlos.

Me pongo de pie bajo la mirada de Suhyeok quien me observa confundido, sin entender por qué sacudo a Dae-su hasta lograr que despierte.

—Wonyoung, ¿qué haces?

—No tengo idea de qué estoy haciendo, pero sé que nadie va a venir por nosotros, es momento de organizarnos y de tener un plan. Uno real, que pueda sacarnos de aquí con vida.

Suhyeok suspira, asiente con la cabeza y se acerca a Namra para despertarla.

—¿Cuál es tu idea, Choi?

[...]

—Suicidio. Nos está pidiendo que nos matemos.

—No me agrada—, Cheongsan me mira a los ojos, ignorando los comentarios del resto,
—Suhyeok y yo podemos ocuparnos. Es peligroso que salgas también. No voy a dejarte.

—No necesito tu permiso.

Su mirada se endurece y no dice palabra alguna. De repente, nadie lo hace.

No les ha gustado para nada, quieren seguir esperando, y tal vez sea una opción sí, ¿pero hasta cuándo? ¿cuánto tiempo más tenemos para sobrevivir en estas cuatro paredes sin comida, ni agua, ni abrigo? ¿cuánto tiempo hasta que pase un grupo de zombis y con algún ruido los atraigamos a nuestra exacta posición?

—No finjas que lo haces por nosotros.

—¿Qué?

On-jo me observa casi con desprecio, sé que la muerte de Isak alteró todo su sistema, la entiendo, pero no voy a ceder ante su dolor. Aunque quiera no puedo hacerlo, no cuando mi propio dolor me está asfixiando.

—No te interesa salvarnos. No te preocupa ni te importa enviarnos ahí afura. Solo quieres encontrar a Youngjae.

Me quedo callada, porque no hay mentira en sus palabras. Siento las miradas de todos, esperando que me defienda, pero no planeo endulzar todo con mentiras. Mentirnos en esta situación sí podría llevarnos a la muerte, así que decido ser honesta. Y cargar con todas sus consecuencias.

—Tienes razón, On-jo. Estoy siendo sumamente egoísta, lo sé, porque si Youngjae estuviera aquí, yo no me arriesgaría por nadie—, digo sin temblar, —Pero él sí lo haría. No dudaría ni un momento en ir a buscarlos.

—Youngjae es mi amigo—, dice Cheongsan,
—Pero no podemos ir a buscarlo si estamos muertos.

—Es por eso que debemos hacer un plan.

A la mayoría nos sorprende escuchar a Namra. Tiene la mirada al frente y un ensamble de preocupación. —Necesitamos comida, agua, en algunas horas hasta nos faltará oxígeno. Vamos a tener que salir, y será mejor hacerlo preparados—, voltea a verme, —¿Cuál era tu idea, Wonyoung?

Es simple, llano y sencillo. Si tenemos suerte, no vamos a arriesgarnos tanto, y quizá no tengamos que cruzarnos con ningún zombi.

—Para salir preparados tenemos que encontrar un teléfono e intentar averiguar qué pasa afuera para saber hacia dónde correr cuando sea el momento.

—La sala de profesores está arriba y no va a ser difícil llegar, pero esa no es la parte que me molesta—, habla Cheongsan.

—Iré. Tengo que. Con cualquiera que se ofrezca a acompañarme. Intentaremos revisar todo el piso, ver si encontramos comida o algún otro sobreviviente—, explico, —Todos lo notamos, no ha habido más que silencio en la zona desde que Nayeon y la profesora salieron. Quizá el piso está vacío, hay que aprovechar ahora.

—¿Y sino?

—Volvemos aquí, o corremos hasta el siguiente piso y nos reunimos con ustedes.

Cheongsan no está para nada convencido, y yo también tengo miedo, pero no vamos a lograr nada quedándonos sentados.

—Yo iré. Los demás pueden quedarse armando señales de auxilio para sacar por la ventana.

La expresión de Suhyeok cambia por completo cuando Namra se ofrece.

—Saben, deberían ser cobardes. No tener miedo hará que los maten. Su imprudencia podría costarnos la vida—, murmura Jimin.

El ambiente es tenso, pesado, como si cuatro sentencias de muerte estuviesen siendo escritas en este instante, pero son interrumpidas cuando suelto una risa.

—¿Enloqueciste?

Nah, simplemente estoy aterrada.

Cheongsan también se ríe, y puedo sentir como todos se congelan en su lugar por la sorpresa, creyendo que hemos perdido la cabeza.

—Estás loca, Wonyoung. Siempre lo supe.

—¿Y aún así vas a seguirme?

—Es que estoy igual de aterrado.

Comienzo a reirme con él, y no sé si son los nervios, la incertidumbre o el pánico, pero todos acabamos riendo. Eso es bueno, solo desde el miedo podremos obtener la valentía necesaria para luchar y mantenernos con vida.

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𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐘𝐏𝐒𝐄 | 𝐋𝐞𝐞 𝐂𝐡𝐞𝐨𝐧𝐠𝐬𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora