━━━ 𝘁𝗿𝗲𝘀

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capítulo tres.
"dress in bloody red"

Youngjae me entrega la bandeja con comida de mala gana, no tiene derecho a enojarse, después de todo, el hecho de que deba pagar durante una semana por mi almuerzo es parte de un trato que él mismo aceptó.

Cheongsan se ha ido a una mesa junto con Suhyeok; Onjo y Isak me esperan en otra no muy lejos de ellos. —Un gusto hacer negocios con usted—, digo tomando la bandeja.

—Como sea. Voy a irme al gimnasio, el entrenador dijo que quería hablar sobre el próximo partido. Te veo en clase, no hagas nada estúpido hasta que vuelva.

—No te preocupes por mí, terminaré de comer e iré directo al aula—, Youngjae asiente con su cabeza antes de dar media vuelta para alejarse. Lo veo salir de la cafetería y voy a sentarme junto con mis amigas; —¿De qué hablan?

—Onjo sale con Suhyeok.

—¿Qué?

—¡No es así!—, se queja On-jo con notable enojo, —Solamente le dije que me gusta, y le entregué mi identificación, pero no me dio una respuesta—, hago una mueca. Eso me convence de dejar mi propia confesión para otro día, primero Youngjae es rechazado y ahora Onjo, no pienso ser la tercera.

—¿No dio indicio de sentir lo mismo?—, pregunto dando un bocado a mi almuerzo.

Isak niega con su cabeza, supongo que ya le había preguntado lo mismo. —Ah, me estoy volviendo loca—, concluye Onjo.

—Está bien, tranquila, podemos hablar de otra cosa mientras aclaras tu mente—, propongo, y Isak me mira con el ceño fruncido, como si acabara de darse cuenta de algo. —¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

—¿No tenías que ir a hablar con el profesor de educación física?—, dejo caer el pedazo de pollo que estaba a punto de meter en mi boca. Onjo se ríe y niega con su cabeza.

—No puedo creer que te olvidaras.

Ayer, el profesor de educación física me dijo que fuera a verlo durante el almuerzo para discutir mis calificaciones, las cuales son horribles, y por eso va a darme una actividad extra; me enviará a ayudar a algún equipo del instituto, sea fútbol, arquería o voley, para así elaborar un trabajo sobre ello, y poder compensar.

Pero lo olvidé por completo. Y ahora estoy frita. —¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Va a matarme! No va a querer darme otra oportunidad, ¡carajo! Me tengo que ir, me tengo que ir—, empujo la bandeja al centro de la mesa y me pongo de pie rápidamente.

No puedo correr como tonta en medio de la cafetería, pero camino lo más rápido que puedo mientras voy esquivando a los demás estudiantes. —¡Wonyoung!

Me detengo al escuchar a Cheongsan, quien se acerca a mí con las manos en los bolsillos y una mirada curiosa, pero no puedo detenerme a admirarlo en este momento. No, tengo que correr. —Disculpa, me tengo que ir—, digo e intento reanudar la marcha, pero tira de mi brazo para evitarlo.

—¿A dónde vas tan asustada?

—A la sala de profesores.

—¿Estás en problemas?—, inquiere y parece preocupado.

—No. Creo. Como sea, tengo que irme—, me suelto de su agarre, —Si ves a Youngjae no le digas nada—, pido, porque hace pocos minutos me dijo que no hiciera nada estúpido, y no he durado ni media hora.

𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐘𝐏𝐒𝐄 | 𝐋𝐞𝐞 𝐂𝐡𝐞𝐨𝐧𝐠𝐬𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora