Say you love me

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Cuando fuí aceptada en la facultad de medicina sabía que mi vida cambiaría rotundamente, iniciando porque debía mudarme de país, salir de mi zona de confort, despedirme de personas a quienes amaba pero conservaría en mi memoria y corazón, perder en cierta forma el control de mi tiempo, cada meta conlleva aún sacrificio que después de esa lucha te lleva a un resultado, en mi caso era el derecho a poder ser llamada doctora que sin lugar a dudas es un orgullo que va acompañado nuevamente de una responsabilidad, nos consideran "jugar a ser dioses", cuando lo cierto es que somos simples humanos tratando de ir en contra de aquello que llamamos destino porque no aceptamos esa irracionalidad de despedir a nuestros seres queridos, tal vez suene injusto pero luchamos contra la corriente, aunque en ocasiones somos arrastrados por ella, claro ejemplo es el mío que al perder a mi madre ante mis ojos sabiendo que podía ser salvada no pude hacer nada, eso me destruyo y causo estragos en mi, me había costado salir de ese agujero, no pude hacerlo sola claro esta pero agradecía quienes me brindaron esa compañía al no dejarme caer, ella ya no estaba físicamente pero la conservaba en dentro de mi, con cada enseñanza y recuerdo de su sonrisa, y ahora estando en una operación tan importante de una de las personas que más aprecio me siento satisfecha de mis capacidades y aprendizaje, ser capaz de separar lo personal de mi profesión es fundamental, Add me advirtió que si dudaba de mi, pediría mi exclusión de la operación, pero acá estoy junto a ella realizando un procediendo de tal magnitud siguiendo sus indicaciones y monitoreando constantemente a Val.

— Calle, necesito que succiones.

— Enseguida doctora.

— Procederemos a extirpar el primer tumor, como programamos será una incisión menos precisa y exigente como la siguiente, extirpare el tumor y procederemos a supervisar las áreas para verificar que no se haya expandido.

Los médicos presentes asintieron, procediendo a apoyar a la doctora Montgomery, quién con sumo cuidado maneja el equipo médico siguiendo al pie de la letra el procedimiento, cada movimiento era considerado un arte al realizar la incisión final que quitaba aquel "bulto", al mismo tiempo que verificaba el estado del bebé, que hasta el momento se había mantenido estable, los minutos pasaban mientras se aseguraban de que no existiera daño en otras zonas delicadas.

— Todo está en orden cerca a donde se encontraba el primer tumor, está listo, ahora procederemos con el siguiente, este es el más delicado por la zona cercana a la bolsa del bebé, un mínimo daño a la bolsa suspenderemos manteniendo bajo control a la mamá y nos enfocaremos en reparar el daño causado, ¿entendido?

Si bien la operación no era compleja lo difícil era retirar el segundo tumor, podrían causar un daño al bebé lo cual complicaría la salud de él y de Valentina.

— Addison, estoy lista, cualquier cosa estamos aquí.

— Perfecto Dra. Calle, prosigamos.

Fueron los minutos más largos experimentados por Calle en el quirófano, ver con suma precisión cada moviendo por parte de su colega, la concentración con la que efectuaba cada movimiento, la delicadeza en los pasos, hasta que finalmente vio como extirpaba del cuerpo de su pequeña hermana ese tumor causante del sufrimiento de Valentina, ver en el rostro de Add esa tranquilidad y calidez en sus ojos dándole a entender que lo había hecho.

— Retirado con éxito, procederemos a evaluar el área, una vez completado usaremos el equipo instalado para verificar que no existan daños minúsculos que podrían pasar desapercibidos ante nuestra vista.

— Dra. Calle, usted será quien efectúe la evaluación final con nuestro apoyo de supervisión.

— Como diga Dra. Montgomery.

Ellos no eran dioses, ni jugaban a serlo, ellos eran humanos que perdían gran mayoría de sus batallas, pero que en cada partida ganada era un logro no para ellos, sino para el paciente, ellos no ganaban "reconocimientos", recuperaban una vida, en este caso, dos, el procedimiento siguió cada paso por indicaciones de la médico a cargo de la operación, verificaron el estado de Valentina como la del bebé quienes se encontraban estables, no podían tardar mucho tiempo más, los medicamentos fueron suministrados de tal manera para que no afectaran el embarazó, así que Calle hizo la evaluación final siguiendo las indicaciones de Addison, ver la destreza al manejar el equipo como casi nadie podía, la seguridad al realizar el reconocimiento de cada área, verificar y dar una respuesta concreta sin titubear, en aquella sala presentes y espectadores podían ver como una médico de gran escala daba sus inicios con total firmeza, a quienes ellos llamaban con orgullo colega, porque eso era, desde que Calle llegó a aquel hospital demostró su capacidad como médico y persona, he ahí el cariño y admiración hacia ella, no necesitaba una gran trayectoria para ser respetada, porque ya lo era, y verla crecer con cada error o éxito era formidable.

— Señores, hoy es un día hermoso en el que hemos preservado la vida de dos seres, cirugía terminada.

Un suspiro no fue suficiente para aquella castaña al escuchar esas palabras por parte de Add, lo había hecho, esas horas en el quirófano habían terminado, Val y su bebé ahora no corrían peligro, ellos estaban bien, les había cumplido.
Addison dio las indicaciones para asistir a Valentina, monitorear su estado después de la operación era fundamental, por cualquier cambio, sin embargo, todo apuntaba a que el resto del trabajo Valentina lo haría bien por su cuenta.

— Excelente trabajo doctora Calle, en un par de meses será un honor poder trabajar oficialmente contigo.

— Yo debería decir eso Dra. Montgomery, no podré pagarte lo que has hecho ahí dentro.

— Tu me diste la oportunidad de volver a conectar con el padre de mis hijos, es imposible que no te ayudará.

— Ambas sabemos que terminarían juntos, yo solo les dí un pequeño empujón.

— Siempre tan humilde Calle, aunque ahora que lo pienso, hay algo que podrían hacer por mi.

— Lo que sea, dime.

— Con Derek, queremos que tú seas la madrina de las mellizas. 

— ¿Están seguros?, ¡Dios! claro que sí, nada me haría más feliz.

— Eres la razón de su existencia, sin duda debías ser tú.

— Los adoro a los cuatro.

— Lo sé, lo sé — la estrujó entre sus brazos, ellas tenían una historia de verdad, real, ambas supieron continuar y sobrellevar todo, siendo ahora esas grandes amigas llenas de complicidad —, aunque adore estar abrazada a ti, estoy agotada, además de que debes ir con alguien más a dar la noticia, ¿no es así?

— Joder, me olvide — oh, ahí estaba esa cara en la peli roja —, quita esa cara Add, nada bueno sale de ella.

— Yo no he dicho nada, pero Calle, sé muy bien quién es ella, tu me contaste la historia, solo diré que esta vez podría ser diferente, déjate sentir castaña hueca, bye.

No busco responder a su amiga, no requería de ello, porque esa peli roja tenía razón, debía ir con aquel par de seres que podía asegurar la esperaban como nunca antes, y así fue, prácticamente corrieron a ella cuando la vieron entrar a la sala de espera.

— ¿Cómo está Valentina? — un Juanca preocupado se acercó a ella — ¿podemos verla?

— Papi, dale un respiro — ansiedad reflejaba los ojos de la peli oscuro, pero sabía que debía darle ese espacio a su amiga.

— Ella y su nieto/sobrino, están bien, la operación salió perfectamente, ahora la están monitoreando, en un par de horas podrán verla, están fuera de peligro alguno.

Nadie dijo nada, solo se dedicaron a abrazarla dejándola prácticamente sin movimiento, lágrimas acompañadas de sonrisas por esos dos seres especiales para ella, no pudo decirle nada solo dejo que ambos descargaran en ella esa tranquilidad que tanto anhelaban, ellos la necesitaban y ella a ellos.

En muchas ocasiones no necesitas buscar algo más, porque ya lo tienes, Mafe la sostenía cuando ella se dejaba caer, y ahora ella sostenía a esa familia como una vez ellos lo hicieron con ella.

- Jessie Ware

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