1950

165 12 0
                                    

Sé que D nos trajo a descansar y verdaderamente lo he intentado, solo que no puedo, siento que el tiempo no transcurre de la manera en la que deseo, es tan lento, lo cual es extraño porque siempre he pensado que nunca será suficiente para nadie, en cuanto llegamos al departamento de D ella fue muy cordial al brindarnos su habitación por la cama que tenía, fue imposible disuadirla de lo contrario, ella termino por ir a descansar a la habitación de invitados, está siendo nuestra salvadora, sabía muy bien que ella no había descansado nada durante el vuelo, con mi padre tratamos de turnarnos para apoyarla y así descansará, conclusión: no funcionó, así que agradecía que ella se hubiera quedado dormida sin mucho que hablar, nos dio libertad absoluta para usar su departamento, nunca podría pagarle lo que hace por mi familia, ella nos enseña perfectamente como una persona apoya a los otros sin esperar nada a cambio, casi amanece, solo pude dormir un par de horas, ella no debe de tardar en despertar, no puedo prepararle gran cosa por mi falta de habilidades culinarias pero algo sencillo sí.


— ¿M? — una castaña somnolienta entraba a la sala donde la peli oscuro se encontraba — adivinaré, no podías dormir y decidiste quedarte acá para no molestar a Juanca, ¿cierto?

—Respuesta correcta doctora, así que ahorra los regaños, dormí lo suficiente no podía estar más ahí.

— Te entiendo créeme que sí, pero no sirve de nada llenarse la cabeza de ideas raras, todo irá bien, tomaré una ducha e iré al hospital, la doctora me acaba de avisar que tienen todo listo para la cirugía, Val presentó dolor durante la noche, ellos la mantuvieron estable así que adelantarán la cirugía para dentro de una hora, me iré enseguida, así que debes despertar a tu papá para que coman algo y despabilen bien, las siguientes horas serán las más complejas.

— ¿Ella estará bien, verdad?

— Como ya te dije, si a alguien confiaría mi vida y mi bebé sería a Add.

Ahí estaba ese nombre resonando en su interior.

— ¿La conoces desde hace mucho?

— Bueno, ella fue quien me enseñó gran parte de lo que sé relacionado a su área, además de que forjamos una gran amistad.

— ¿Únicamente?, sé que puede sonar muy invasivo de mi parte, pero hay algo que se nota más allá de lo profesional o una amistad — estaba siendo más que curiosa lo sabía, únicamente quería sacarme esa espina —, no tienes que responderme, disculpa mi intromisión. 

— No es eso M, tienes la razón, ¿recuerdas la historia que les conté el día de la comida en casa de mi padre?

No necesitaba más explicaciones, había preguntado y obtenido la respuesta, la doctora Montgomery era la médico con quien D había tenido algo más allá de una simple relación.

— Vaya que es guapa, la fotografía no le hace justicia — admitía la más pequeña.

— M, las cosas con ella tal vez pudieron haber funcionado pero ella ya tenía a ese alguien especial, sí él no hubiese luchado por ella en ese momento seguramente estuviésemos juntas, pero sé reconocer cuando hay amor verdadero — la castaña se acercaba para estar frente a su amiga —, y ellos son una clara prueba, como dije en esa ocasión, somos grandes amigas con capítulos de nuestra vida en común, no más.

— No tienes porque explicarme D, confío en tu criterio y en tus palabras, así que esta bien, iré a despertar a mi padre, no quiero dejar mucho tiempo sola a Val.

— Claro, me adelantaré ok, los mantendré al tanto.

Ellas no se despedían con algún adiós o algo similar, solo asentían con la cabeza o la mirada, era un mini ritual que habían creado hace años y que inconscientemente continuaban haciendo. M cumplió con la misión de despertar a su papá y comer algo ligero antes de partir al hospital, creando un recordatorio de que debían comprar cosas para alimentarse los siguientes días y no causar molestias a D. Después de la conversación con su amiga afirmando que nada pasaba más allá de lo profesional y amistad con la médico encargada de operar a Val, se sintió bien, aún así con una sensación de asombro al escuchar de la voz de su amiga que era ella quien se alejó para darle esa oportunidad de restablecer una relación por la cual valía la pena luchar.

YaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora