Ya

Indestructibles

Desde mi llegada había sido clara con mi padre él debía respetar mi espacio, necesitaba poner todo en orden antes de tratar de recuperar algo que realmente nunca había tenido y eso era una conexión con mi padre, hasta le momento él había respetado mis palabras, habíamos cenado en un par de ocasiones, así como también fuimos a jugar golf con mis abuelos, debo admitir que ese fue el primer día de nuestra historia padre e hija que llegué a disfrutar sin una llamada de interrupción por algo laboral, al contrario de lo que podía imaginar fue lindo descubrir que si lo intentamos de verdad podríamos tener un lazo familiar.

Respecto a mi trabajo, he estado más que ocupada, en ocasiones llegaba literalmente muerta a mi departamento directamente a la cama, no quería nada más, con mis compañeros de trabajo habíamos creado una convivencia normal para alguien que acababa de llegar, eran realmente buenos así como los doctores encargados de cada área nos permitían participar y crear un equilibrio de trabajo admirable, me había tocado estar en diversos hospitales de EU, pero el de Bogotá se sentía cálido, podía entender el porque cada uno tenía una relación especial, se apoyaban entre sí, y claro que en ocasiones había discordancia siempre buscaban la mejor solución para ayudar al paciente, eso es lo que hacemos como doctores, enfrentamos lo desconocido y nos adaptamos a ello, me sentía bien, apenas voy poco más de mes y medio pero me agrada la sensación de aprender y conocer las formas de trabajo distintas a EU.

Esa parte de mi vida podría decirse en cierta forma que estaba bajo control, porque nunca había conocido a gente tan intensa como ahora, ¿es tan difícil entender un no?, porque eso parecía para un par de enfermeras a las cuales ya había reportado con el jefe directo, hable con cada una de la forma más respetuosa posible, aún así no entendieron, me vi obligada a pedir el cambio de área para ambas, todos se asombraron al enterarse de mi petición, pero había sido clara siempre con lo respectivo a mi trabajo, cualquier cosa que pueda alterar el entorno laboral o causar algún daño colateral a mi calidad de trabajo debía ser sacado de mi entorno, la vida de otra persona está en nuestras manos y jamás lo tomaría como un juego, ellas debían aprender la responsabilidad que llevamos ante uno mismo y para la sociedad.

Si bien la relación con mis compañeros de trabajo era buena, habíamos salido unas cuantas veces para parchar un rato, lo cual nos servía como despeje, era necesario tener esos tiempos para nosotros mismos y recordar que tenemos una vida más allá de aquel hospital, cada compañero me presentó a su pareja y quienes no teníamos formamos nuestro mini club para bailar en grupo, molestándonos haciendo bailes tontos haciéndonos reír sin parar, olvidando y sumergiéndonos en el momento. Con respeto a mis otros amigos o conocidos de la ciudad había preferido no volver a contactar con ellos hasta los próximos días, con M habíamos mantenido contacto breve por celular, desde nuestra primer y única salida hasta el momento, había creado esa línea para evitar cualquier otra situación, aunque con ella nunca se sabe, se las había arreglado para confabular con mis compañeros de trabajo (no tengo idea aún de como), pero me hizo llegar un desayuno especial en un día de mierda en el trabajo, según ella era por cortesía para no sumergirme en mis pensamiento, y como olvidar el día en que todos debíamos tener doble guardia más porque había ocurrido un accidente bastante engorroso, ella envío cafés y donas para nosotros, la amaron (yo también), así que no podía huir mucho aunque quisiera.

Antes de cualquier posible encuentro con personas ajenas a mi mundo, había quedado con Juanca y Val para visitarlos, quería verlos, escucharlos, ellos habían sido una parte importante de mi vida y nunca dejarían de serlo.Por ahora solo soy yo, una ventana con la vista a las luces de mi ciudad, disfrutando del silencio necesario del que tanto me he enamorado, no necesito grandes cosas para sentirme feliz, una vez que te encuentras te vuelves indestructible.

- La habitación roja.