Comprendí la razón de su decisión, al inicio me sentía enfadada por haber sido un juego para ella, y cuando finalmente entendí el verdadero motivo me sentí la persona más mierda del mundo, me convertí en lo que tanto ella odiaba del resto, la juzgue sin saber la verdad, lamentablemente cuando eso paso era demasiado tarde, ella se había ido, ¿quién no lo haría? si al final termine por fallarle, la deje aún lado, ignore cada señal de ayuda, lo deprimente y que aún no me perdonaba, era que ella se dio cuenta de cómo me sentía, ella tomó la decisión que en su momento yo jamás podría haber tomado, lo hizo por las dos lo sé, pero fue más pensando en mi bienestar, ella había cumplido su promesa, cuidarme aún si eso significará alejarse de mí (lo hizo).
El tiempo jugó en mi contra, cuando quise solucionar las cosas, decirle que había entendido su elección, no la encontré, ella se marchó, eligió sus sueños, no se despidió de nadie más que de Vale y Paloma, quienes al parecer estaban lo suficientemente cuerdas para comprenderla cuando yo no lo hice, su ausencia cada vez se hizo más presente, su partida, los intento de llamada o mensajes a su celular (que dejaron de tener sentido al escuchar "desactivación").
Y volvió, así, sin más, creía que era una ilusión, pero no, no lo fue, era ella, ella, 6 años después era imposible no reconocerla, esa actitud de diva y elegancia al caminar, la confianza y energía que transmitía, ¿distinta? guapa, alta, su cabello ahora estaba largo se lo había teñido pero conservaba el toque castaño, su piel al tono de un fantasma, ella detestaba eso, y sí, era ella, y como si el destino tratará de jugarme una broma, ella estaba sobre mí, mirándome directamente a los ojos.
— Al parecer seguimos siendo las mismas despistadas de siempre — exclame.
— ¿M?
— La misma.
— Carajo, fue todo culpa mía, iba con prisa y no me fijé.
— Sin problemas, no todos los días tropiezo contigo.
Ella se levantaba con cuidado para no golpearme, finalmente cuando estaba lista me tendió la mano.
— Entre tantas personas me alegro que hayas sido tú, porque de ser ahora estaría más avergonzada.
— Tomaré eso como un cumplido, y me alegra haber sido esa persona.
— Déjame pagar tu café por favor — ella en verdad parecía muy apenada por lo sucedido —, Por favor M — ella y su tonta carita.
— Aceptaré porque sé que después no podrás estar tranquila — soltó un suspiro, sabía muy bien que se solía abrumarse muy fácil —. Solo tengo una condición.
— Tu no cambias en serio — soltó un pequeña risa —, dime.
— Podría robarte un poco de tiempo y tomar así el café juntas — ahora ella parecía sorprendida, en verdad reflejaba tener un lió mental —, claro que si no tienes tiempo, entenderé.
— No quiero ser grosera, pero es mi primer día de trabajo y no puedo llegar tarde, por eso llevaba tanta prisa.
— ¿Trabajas en la ciudad?
— Llegué hace un par de días, solo es temporal, mientras termino mi internado final.
— Así que en verdad lo hiciste, ¿no?, sabía que lograrías entrar a medicina.
— Gracias M, acepto el café — ella parecía buscar algo en su bolso —, esta es mi tarjeta, puedes llamar a ese número y así podemos cuadrar para cumplir con tu petición, vale?
— Más que perfecto Dra. Calle.
— Suena extraño escucharlo de ti.
— Oh, lo siento si te incomode.
— No, nada que ver, es justo lo contrario, se siente bien — no tuvo alguna pena al decir aquello, ahora yo era la sonrojada —, debo irme, un gusto volver a verte M.
— Puedo decir lo mismo D, suerte en tu primer día, aunque no la necesitas.
Dios, si me estas jugando una broma pasajera debo decirte que esta vez te has pasado un poco, pero si no es una broma y esto es real, por favor ayúdame a no cagarla.No podía parar de sonreír, verla en versión adulto fue magnífico, estaba cambiada sin duda.
— ¿Majo?
Ok, ¿hoy es el día de encontrarse con personas del pasado?
— ¡German! cuánto tiempo.
— Ven acá pequeña, ha pasado mucho desde la última vez que te vi — el nunca había sido alguien reservado, me estrujo entre sus brazos.
— Lo sé, ¿qué haces?
— Bueno en realidad esperaba encontrarme con alguien pero creo que llegué un poco tarde — tenía la mirada un poco triste.
— Quizás no tarde en llegar — en verdad parecía frustrado.
— Justamente me aviso que ya no está aquí, así qué bueno, no hay mucho que decir.
— ¿Ese alguien era D?
— ¿Se encontraron?
— No tanto así, más bien le derrame el café.
— Ustedes son un caso perdido, tú tan despistada y ella que todo disculpa.
— ¡Oye! Fue un accidente.
— Solo bromeaba Majo, me alegra que se hayan encontrado nuevamente, ella necesita de sus conocidos.
— ¿A qué te refieres? — había causado cierta intriga en mí — ¿ella está bien?
— Te parece si nos sentamos, no pude verla pero podemos aprovechar el tiempo y platicar entre nosotros.
— Tengo el día libre, así que me tienes German.
El siguiente par de horas me la pasé charlando con el papá de D, ambos estuvimos de acuerdo que el se equivocó al dar como prioridad su trabajo a la relación de su hija, quería una nueva oportunidad para aprender a ser un verdadero padre del cual su hija estuviese orgullosa, me despedí de él no sin antes intercambiar contacto, esta vez él estaba dispuesto a cuidarla como hace años no lo había hecho.
Aprendió de una forma cruel, pero aprendió a valorar el tiempo con su pequeña, él estaba dispuesto a luchar, quería cuidarla, protegerla, apoyarla, estar ahí para ella, aunque eso signifique estar a la distancia, y eso, de alguna forma me movía a mi, en tratar de conectar nuevamente con D.
- Carla Morrison.

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Ya
FanfictionCada persona tiene su propio lenguaje, su propio idioma, ellas aprendían la una de la otra. Fueron la elección constante hasta que una de ellas se perdió sin pensar en la otra.