CAPITULO 5- un placer conocerte

81 7 0
                                    

Para mi mala fortuna, el parque está lleno de chicas... con su respectiva pareja. Sin importar cuanto camine, cuanto voltee hacia todos lados, no tengo éxito

¿Dónde voy a encontrar a una chica solitaria que se haga pasar por mi amiga?

Exhausta, me dejo caer en una banca y me cubro la cara con las manos. Ahí sentada, triste y derrotada, pienso como nada me ha salido bien. Aun siento mi corazón crujido y dañado, a pesar de que estoy preocupada por la mentira que le dije a Mishelle, no puedo dejar de pensar en Charlie, no puedo dejar de pensar en sus palabras, su mirada lastimera... solo quiero gritar. Lanzo un suspiro y me descubro la cara.

Volteo hacia un lado y para mi sorpresa hay una chica sentada en la misma banca que yo, me impresiono un poco cuando la veo ya que estaba tan centrada en mis asuntos que ni siquiera me di cuenta de que ella estaba ahí. La chica por su parte, esta distraída, concentrada observando una flor que supongo acaba de cortar, la observa y repasa delicadamente con sus dedos cada pétalo. Lleva el cabello suelto y en sus labios esta dibujada una levísima sonrisa.

-Hola- le digo amigablemente

La chica voltea

-hola- me saluda sonriente, me mira un instante y regresa la mirada hacia la flor

Es curioso encontrar a una chica sola ¡justo lo que estoy buscando! Pero no quiero hacerme muchas ilusiones, al fin y al cabo, este día no ha ido muy bien

-vienes sola o... ¿estas esperando a tu novio?- le pregunto para salir de dudas

-vengo sola

Un sentimiento de triunfo me invade ¿será esto verdad? Me siento muy necesitada de solucionar el problema de la mentira, así que no quiero perder mucho tiempo, la oportunidad esta frente a mí así que sin pensarlo mucho le digo:

-mira... sé que no te conozco pero... tengo un pequeño problema y quizás tú puedas ayudarme

-¿Quién?- se apunta con el dedo índice- ¿Yo?- al momento deja caer la flor, quizás de la impresión

-Si... - respondo ante una pregunta tan obvia

-bueno... pero antes... dime... ¿quién eres?

Entiendo que se sienta desconcertada, quise pedirle un favor sin antes presentarme. Solo espero que esta chica me ayude

-oh- suelto una risilla- es verdad... me llamo Angel Donaire, 16 años, originaria de aquí mismo

-Angel...- se queda pensando un momento, quizás procesando la información- mucho gusto me llamo Annie Robinson... 19 años

- ¿Robinson? no eres de por aquí ¿cierto?

-no, vengo de Nueva York, solo soy turista

-¿tienes familiares aquí o algo así?

-la verdad es que no conozco a nadie aquí, me estoy quedando en un Hotel y paseo por la ciudad yo sola

-qué extraño... - ahora la desconcertada soy yo- ¿haces turismo por París tu sola?

-así es

Sigo sin comprender, pero eso no es de mi importancia en este momento

-bueno Annie si tú me ayudas con mi problema yo puedo ayudarte a ti, te puedo mostrar sitios lindos de la ciudad, tu estancia aquí será mejor si tienes a alguien que te guie...- lo pienso un segundo, quizás fui muy directa- claro.. Si gustas- sonrío amigablemente

-me gustaría pero, prefiero hacer las cosas por mí misma- me mira fijamente, tiene una mirada inocente- la verdad es que no quiero molestar a nadie

-¿quién dijo que molestarías? Sera un placer

Sonríe para después asentir

-gracias, si me gustaría...

-genial, pero recuerda que necesito que me ayudes en algo

-oh cierto ¿Qué necesitas?

-bueno... veras. Necesito que te hagas pasar por mi amiga

Annie abre mucho los ojos y frunce un poco el ceño

-El asunto es que estaba con mi hermano pero me quede de ver con un chico, así que para poder zafarme de él le mentí y le dije que iba a encontrarme con una amiga. Me dejo ir pero con la condición de que cuando regresara llevara a esa amiga conmigo

Su semblante se relajó y volteo los ojos mientras sonreía

-oh ya veo, quieres que sea la evidencia de que no mentías cuando en realidad si estas mintiendo

-si- rio apenada- exactamente

-está bien, vamos ¿Por qué no?

Nos levantamos de la banca y caminamos juntas

-si mi hermano pregunta- le digo señalándola- Nos conocimos por internet

-para ser más específicas y que la mentira sea más creíble... Facebook

Reímos. No sé... quizás me lleve bien con Annie

Encontrar el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora