CAPITULO 17- Invitación improvisada

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Antes pensaba que el amor era complicado, sin embargo, es uno mismo el que lo complica, solo debes de entender que si deseas algo debes luchar por ello, si fallas, al menos te quedara la satisfacción de que lo intentaste.

Annie es una maravillosa chica, sencilla, inteligente, divertida, inocente... hermosa. Nunca me imaginé pasarla tan bien con alguien, y no hicimos gran cosa, solo charlamos de muchos temas, pero cuando estas con una persona especial, hasta la actividad más sencilla puede volverse la más maravillosa.

Todas esas ideas, pensamientos, reflexiones son las que me asaltan en este momento.

Estoy en casa, sentado, mirando hacia la nada, mi mente esta ida porque estoy pensando en ella.

-Mishelle...- la voz de mi hermana me saca de mis pensamientos

-¿Qué pasa hermanita mía?- me siento tan bien que hasta a Angel la trato de maravilla

Angel se desconcierta un poco y me observa con extrañez

-¿Cómo te fue con Annie en el parque?

-es difícil explicar con palabras algo tan perfecto

Angel sonríe... pero no es una sonrisa cualquiera, es más sincera y espontanea...  tenía mucho tiempo que no la veía sonreír así

-yo creo que deberías... no sé- se encoge de hombros- invitarla a una cita o algo así

¡Rayos! ¡Qué buena idea! Creo que no soy tan inteligente como pensaba, cuando te gusta una chica tu cerebro se entorpece, aunque sabía que me gustaba pasar tiempo con Annie, nunca me paso por la mente planear una cita

-¡Gran idea!-exclamo- tienes razón Angel... ahora mismo la llamo

Tomo el celular, comienzo a sentir nervios... normalmente es a mí a quien las chicas invitan a salir, yo nunca he sido muy atrevido así que esta vez tengo miedo...  es la primera vez que soy yo el que invita a la chica.  Con los dedos algo temblorosos marco su número.

Aun no contesta, la espera se me hace eterna y los nervios me siguen invadiendo

-¿hola?- de inmediato sé que es la voz de Annie

-Hola Annie

-¿Mishelle?- se sobresalta

-si- sonrío- soy yo

-Hola Mishelle... ¿Qué pasa? ¿Todo bien?

-sí, no te preocupes es solo que...

Los nervios me ganan, me quedo helado ¿Cómo se supone que invitas a alguien a salir? ¿Qué palabras utilizas?

Me quedo totalmente en blanco. Me alejo el teléfono de la boca

-¿Qué le digo?- desesperado le pregunto a Angel

-¡yo que sé! ¡Se supone que eres tú el que la va a invitar a salir!

-¡ya se! ¡Pero no sé qué decirle!

-pues... pues...- Angel también parece sin ideas- ¡ve al grano, dile que salgan y ya!

Rápidamente me vuelvo a colocar el teléfono

-¡iré al grano! ¡Sal conmigo en una cita! – exclamo sin pensar

Angel se golpea la frente con la palma de su mano, estoy seguro de que acabo de hacer la invitación a salir más torpe y poco romántica del mundo

Del otro lado de la línea hay silencio, temo que Annie me diga que no

-¡claro! Me encantaría- dice finalmente

Suspiro aliviado, sonrío y con el dedo pulgar le hago una seña a Angel de que todo va bien, ella hace lo mismo y me anima a seguir

-entonces ¿Cuándo te parece bien?- le pregunto

-pues... puedo cualquier día

-¿Qué tal este viernes?

-¿viernes? Si claro, excelente

-¡genial! Entonces... - a propósito engroso mi voz para hacerla sonar más interesante- nos vemos este viernes... preciosa

No la estoy viendo, pero sé que en este momento Annie está sonrojándose al otro lado de la línea.

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