CAPITULO 18- Diseñando sueños

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Llevo años haciendo lo mismo, sin embargo, no puedo evitar seguir emocionándome al ver mis bellas creaciones. He viajado por todo el mundo pero lo parisino lo llevo en la sangre. Mi nombre es Maxedonio Modancourt, soy dueño de mi propia línea de diseños de moda, desde siempre he amado esto, esta es mi pasión, este es mi sueño y he triunfado.

Violette mi fiel asistente siempre está a mi lado, además de trabajar hombro a hombro, siempre me ha a poyado como una amiga y me acompaña hasta el lugar más lejano.

Mi primera tienda comenzó aquí en Paris, era sencilla y pequeña pero poco a poco y con el tiempo comenzó a crecer y hacerse más popular.

La puerta principal se abre, por ella entra una chica de estatura pequeña, la reconozco en cuanto la veo

-¡Angel!- exclamo

-¡Hola Maxedonio!- sin dudarlo extiende los brazos y me abraza fuertemente, siempre hace lo mismo, es muy cariñosa

Angel Donaire fue de mis primeras clientas, constantemente venia y yo diseñaba algo perfecto para ella. No solo tenemos una buena relación modelo-diseñador, también es una de mis mejores amigas y la aprecio desde hace tiempo

-¿Cómo estás?- coloco mis manos en mis caderas- ¡Ya tenía tiempo que no venias jovencita! ¡Que descortés eres! Ni siquiera una llamada para tu amigo

-lo siento- baja la mirada-  la verdad es que estos días he estado algo ocupada

-no te preocupes... nosotros también hemos tenido mucho trabajo ¿verdad Violette?

Violette se encuentra al otro lado de la tienda acomodando unos vestidos en maniquíes, aun así, está escuchando la conversación

-¡no tienes idea Angel! Muy apenas y podemos respirar, de hecho... llegamos de España hace unos días

Angel abre mucho los ojos al oírlo

-¡¿España?!

-así es...- le respondo- tuvimos una pasarela

Sé que Angel se alegra de mis logros, sé que le agrada enterarse de lo bueno que nos pasa

-¡eso es genial!- exclama

- y bueno... ¿Qué puedo hacer por ti hoy preciosa? – le hago la misma pregunta de siempre

-bueno... esta vez lo que harás, no será para mi...- sonríe

La observo con expresión de extrañez

-¿Qué? ¿Y por qué no? ¿Ya no te gusta que diseñe para ti?

-¿Qué? ¡No digas eso! Tu eres y serás siempre mi diseñador favorito, lo que pasa es que... hay alguien que necesita de tu ayuda- hace una pausa y mira hacia la puerta- ¡Annie! ¡Entra por favor!

La puerta se vuelve a abrir y entra a mi tienda una chica que jamás había visto: estatura promedio, tez blanca, castaña y ojos claros

-Maxedonio... quiero presentarte a mi amiga Annie Robinson, es de Nueva york y todo en Paris es nuevo para ella así que la estoy ayudando.  Annie, él es Maxedonio Modancourt mi buen amigo y el mejor diseñador del mundo

-Hola, mucho gusto- Annie extiende la mano y me saluda

-con que... una bella chica americana- la observo con atención

Annie sonríe y asiente

-¿Qué quieres que haga por ti? ¡Vamos pídemelo!

Angel pone su mano en el hombro de Annie

-necesitamos urgentemente un lindo vestido y que se vea muy bella para esta noche

-¡¿esta noche?!- me sobresalto- ¡chicas! ¿Creen que hago milagros?

-señor Maxedonio yo sé que usted no hace milagros- Annie baja la mirada y su semblante se torna triste-  pero le pido por favor que me deje reluciente para esta noche... - sube la mirada y la clava en mi- yo solo, quiero sentirme como una bella mujer aunque sea un día, ese es uno de los deseos que quiero cumplir

No puedo evitar sentirme conmovido, su tono de voz es dulce y su mirada inocente y suplicante hace que sienta ternura. Coloco la mano bajo su barbilla y subo suavemente su cabeza

-pero señorita Robinson... usted ya es una bella mujer

-quizás, pero esta noche sé que será especial y quiero sentirme especial

La sigo observando... ¡Dios mío! Es muy linda, esos ojos me miran como los de un cachorro ¡simplemente no puedo decirle que no!

Doy 2 rápidos aplausos y grito al aire:

-¡manos a la obra!

—————-FLASHBACK——————

Angel, tienes que ayudar a Annie aunque sea lo último que hagas- me repito a mí misma mientras camino hacia el hotel

Toco la puerta de la habitación

-¡Annie! ¡Soy Angel!

Me encuentro adentro. Estoy frente a ella y con una idea en la cabeza

-Annie... estuve pensando en tu lista de deseos

-por favor, solo te pido que no me tengas lastima- alza un poco la voz- no lo hagas ¿quieres? ¡No te compadezcas de mí!

Guardo silencio un momento esperando a que Annie se tranquilice

-mira... no te tengo lastima, a decir verdad, me parece demasiado valiente todo esto que estás haciendo y como dije antes: quiero ayudarte

-y no me opongo amiga- su voz suena más tranquila

-hay deseos de tu lista que aun te faltan por cumplir y se perfectamente como los realizaras

-¿ah sí?

-tu cita con Mishelle es hoy ¿cierto?

-¡sí!- sonríe de oreja a oreja- Estoy emocionada

-hoy mismo te llevare con mi amigo Maxedonio

-¿Maxedonio Modancourt? ¿El de los comerciales, las pasarelas y esos vestidos tan bonitos?

-me alegra que sepas quien es.  Sabía que mi amigo seria bien reconocido... y Annie, hoy lo conocerás

Se le iluminan los ojos

-¿hablas en serio?

-sí y... iremos a que te deje perfecta para esta noche

Mi linda amiga... Estoy decidida a hacerte feliz hasta el final

Encontrar el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora