CAPITULO 6- Mishelle

82 8 1
                                    

Me llamo Mishelle Donaire

Soy originario de París Francia. Amo la música y en especial tocar el acordeón, un instrumento el cual llevo practicando desde muy pequeño. Mi abuelo fue quien me enseño, él era un gran músico y espero ser tan bueno como el algún día.

Yo y mi hermana Angel venimos a este y a otros parques cuando quiero tocar, esto me sirve de distracción, lo disfruto y además puedo ganarme unas cuantas monedas. Mi hermana siempre me acompaña, me gusta que venga porque prefiero estar acompañado, además le doy monedas de las que gano.

Hoy toco una canción tradicional parisina, unas cuantas personas están a mí alrededor escuchando mi música, eso me fascina, encantar a los demás con la música de mi fiel acordeón. No hay sensación más hermosa.

La canción acaba, yo espero escuchar aplausos seguidos de el tintineo de las monedas cayendo en el sombrero, pero la gente se aleja y...

No puede ser... Nadie dejo monedas ¿qué les pasa? ¿No saben apreciar lo que es un buen músico?

Suspiro. Sé que mi semblante se vuelve triste, nada me pone peor que haber tocado desde el corazón sin resultado alguno. Eso me pone mal porque sé que estoy lejos de tan siquiera igualar el talento de mi abuelo. Decepcionado, comienzo a guardar el acordeón y me agacho para tomar el sombrero vacío, cuando subo la mirada puedo notar como mi hermana se acerca pero... no viene sola, la acompaña una chica

-hola hermano mío- trae una gran sonrisa mientras sostiene el brazo de la misteriosa chica

Me pongo erguido, ahora puedo ver mejor a la chica. Estatura media, cabello castaño y largo, piel clara, ojos de mirada profunda, nariz pequeña y labios lindos que dibujan una tierna sonrisa

-con que... ella es tu amiga...- le digo a Angel en tono impresionado

-sí, nos conocimos por internet- me interrumpe apresuradamente la chica

No puedo evitar quitarle los ojos de encima, la observo más. Quizás sea de mi edad, no tiene rasgos parisinos ni tampoco lo es su acento. La chica agacha la cabeza poniéndose el cabello detrás de la oreja en señal de nervios

¿Por qué está nerviosa?

-Con que... ¿se conocieron por internet?- cuestiono a Angel

-Facebook- me contesta de nuevo la chica

La pregunta no iba hacia ella pero pareciera como si le gustara responderme

-¿Cuál es tu nombre?- le pregunto

Me mira abriendo más los ojos, baja un poco la mirada y luego vuelve a verme

-Annie- dice con la vista puesta en mi- Annie Robinson...

Sus ojos grandes, bellos, me observan con atención. No puedo evitar sentir algo en el estómago. Tomo su mano y la beso con dulzura. Eso hacia mi abuelo en su juventud cuando conocía una chica linda

-mucho gusto- digo terminando el beso-mi nombre es Mishelle Donaire... - suelto con delicadeza su mano

Annie comienza a sonrojarse. Sin duda está nerviosa lo cual me parece tierno. Nos quedamos en silencio unos segundos, simplemente me limito a seguirla observando... ¿Por qué?

-bueno- nos interrumpe Angel- los dejare solos un rato, yo voy a... – se rasca la cabeza- caminar por ahí

Jalo a Angel del brazo apartándonos a unos metros de Annie, un lugar donde no pueda oírnos

-¿nos vas a dejar solos?- trato de hablarle bajo- Se supone que ella es tu amiga y debe estar contigo ¡no conmigo!- no puedo evitar subir la voz tras decir lo ultimo

-por favor, bien sabemos que tú también necesitas hacer amigos

A veces Angel es muy directa y eso duele

-sí, pero ¿Qué quieres que le diga? No soy bueno hablando con chicas

-Ella es buena chica... se nota. Solo te pediré que no lo arruines así como lo has hecho con todas las chicas que conoces, se lindo ¿quieres?

-si... bueno... tratare

Angel se aleja y yo camino de regreso hacia Annie esbozando una apenada sonrisa

-lo siento, mi hermana y sus asuntos

-sí, así son las hermanas

Ella sonríe... incluso su sonrisa es bella. Nos volvemos a quedar en silencio, debo romper el hielo, debo pensar algo rápido

-tu nombre- le digo finalmente- tu nombre delata que no eres de por aquí

-si es que, vengo de Nueva York

- ¿en serio? y... ¿ya conocías Paris?

-de hecho, es la primera vez que vengo...- baja la cabeza y su semblante es más triste que otra cosa- no conozco a nadie

Esto es extraño ¿sola? ¿Sin conocer a nadie en un país lejano? No quiero hacerle tantas preguntas, tampoco quiero verme acosador o incomodarla de algún modo, sin embargo debo ser cortes

-bueno como eres nueva por aquí quizás tengas problemas para orientarte o no sepas a donde ir ¿qué te parece sí te doy mi número? así puedes llamarme sí tienes algún problema o no sabes que hacer aquí

Annie con una sonrisa tímida acepta, lo cual me impresiona.

Encontrar el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora