CAPÍTULO Nº11: Confesados

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Los cuatro entramos a la habitación de Roderick y, por cierto, estaba todo oscuro, sus persianas eran oscuras y no permitían que la luz entrará

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Los cuatro entramos a la habitación de Roderick y, por cierto, estaba todo oscuro, sus persianas eran oscuras y no permitían que la luz entrará. Los tres nos quedamos en una esquina esperando que abriera la ventana, cuando la luz ya había iluminado el cuarto, nos fuimos acomodando dentro de él, Mateo y Kevin se sentaron en unos bancos pequeños que estaban guardados en una esquina, mientras que yo agarré la silla del computador de Roderick. Él cerró la puerta y se sentó en su cama sin decir una palabra.

Había un silencio muy incómodo en el lugar, pero aproveché esa oportunidad para observar con mas atención el cuarto de Roderick, la última vez que vine, mentalmente hablando, no pude observar nada. El Cuarto de Roderick es el único que tiene un estilo tan icónico, sus paredes están pintadas de blanco y de negro con diseños triangulares, tiene poster de artistas que nunca había conocido, pero parecen gótico, aunque Roderick no es del todo gótico, incluso tiene muchos atrapa sueños en su venta y también me gustó su estantería de libros, él tiene todos los libros de Harry Potter, las Crónicas de Shannara, el señor de los anillos, Percy Jackson y otros libros que nunca había visto. Sin duda alguna, su habitación es muy linda.

Kevin estaba sentado cerca en el escritorio y, como es Kevin, empezó a tocar unas cosas hasta que regó, accidentalmente, el lapicero donde estaban guardados los bolígrafos y lápices de Roderick.

-Lo siento -se disculpó con su cara de torpe como siempre.

-Enserio Kevin -espetó Mateo.

-¿Qué? Tarson tiene unos lindos plumones, aunque todos son de color negro -dijo Kevin mientras los recogía del suelo.

Mateo hizo un gesto con sus ojos y sus manos como de "No puedo creerlo", yo solo solté una pequeña risa al ver como esos dos siempre buscan la manera de discutir.

A pesar de que ellos dos habían roto el silencio del momento, Roderick aún seguía mirando hacia la ventana, su mirada estaba perdida en el exterior, era como si su cuerpo estuviera aquí, pero su mente está en otro lugar.

-Roderick... Roderick... Roderick... -lo llamé, pero no dejaba de mirar la ventana.

Para sacarlo de ese transe use mi magia para saber que ocurre en su cabeza, pero era cuestión de segundos para que me sacara de su cabeza de un solo destello.

Esos destellos dan unos pequeños dolores de cabeza. Son como si los flashes de varias cámaras te golearan las bolas, una por una.

-¿Qué intentas buscar Nolan? -me preguntó girando su cabeza hacia mí.

-Nada, solo quería sacarte de tus pensamientos por un rato -respondí mostrando desinterés.

Él soltó una pequeña risa con ironía. -Lo dices como si fuera tan fácil -respondió sin dejar de mirar la ventana.

-De hecho, no lo es, pero te ayuda a dejar de pensar en lo que te está molestando -expliqué.

-Tienes razón en tu comentario, pero también esa liberación se convierte en algo efímero... no es duradero o permanente -parecía Shakespeare hablando. -solo me sacaste por unos segundos, pero mis pensamientos aun siguen en... -se detuvo y soltó un suspiro.

Kinesis: Descubre Tu PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora