CAPÍTULO Nº25: Hogar, Dulce Hogar

23 2 21
                                    

Hoy es el día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy es el día. Iremos a la tierra para traer al talismán de Lumen y vencer a Barak de una vez por todas. 

El día de clases pasó muy rápido, ni me di cuenta cuando ya era de noche. Mateo y yo ya estábamos listo para ir al parque. Caminamos lo más discreto posible para no levantar sospechas.

Los dos llegamos al parque sin que nadie sospechara nada. Nos colocamos debajo de un poste de luz para que los chicos nos vieran cuando fueran llegando.

—Ya estamos aquí, ¿ahora qué? —preguntó Mateo queriendo saber lo siguiente.

—A esperar a los demás, creo que ya no demoran en venir —respondí con los brazos cruzados.

—Créeme que en estos momentos extraño a mi teléfono —dijo Mateo algo aburrido.

—Yo también.

—Sin teléfonos, no sabemos en dónde están los chicos.

—Sí, pero... —en ese momento, sentí la presencia de alguien, que estaba tratando de entrar en mi cabeza para comunicarse conmigo.

—¿Qué? ¿Qué sucede? —preguntó mateo al verme como miraba todo alrededor.

—Alguien está intentando comunicarse conmigo telepáticamente.

Pasaron algunos segundos para poder comunicarme con esa persona. Resultó ser Roderick.

—Nolan —me llamó.

­—Aquí estoy, hermano ¿qué sucede?

—Ya vamos todos en camino

—Está bien, Mateo y yo ya estamos aquí, no se demoren mucho.

—No te preocupes, llegaremos en menos de un minuto... Nos vemos —Roderick cortó la conexión.

—¿Era Roderick? —preguntó Mateo.

—Sí, era él

—¿Qué te dijo?

—Dijo que él y los demás estarían aquí en menos de un minuto —dije con una cara completamente de confusión.

De repente, sentí un fuerte impacto que ocurrió a mis espaldas. Cuando me di la vuelta, resultó ser un portal abierto, y del otro lado cruzaron todos los chicos.

—Ya entendí a que se refería —aclaró Mateo viendo lo sucedido.

—Te lo dije, en menos de un minuto —recalcó Roderick.

­—Sí, ya veo

Saludé a mi hermano con un saludo de puños. El resto del grupo estaban en alerta en caso de que alguien nos viera

—¿Todo listo? —preguntó Namir.

—Sí —respondí seguro.

—Bueno, Feanor. Has lo tuyo —le dijo Namir a Feanor muy emocionado.

Kinesis: Descubre Tu PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora