La mañana llegó a la aldea de la hoja, mientras dos personas se despertaban, después de un día bastante largo y doloroso. Podían sentir el aroma del desayuno
Mientras Fuyuka e Itachi bajaban a la cocina, para desayunar, escucharon una voz que no conocían desde la cocina.
Una vez abajo, pudieron ver como un anbu desaparecía en una nube de humo, y Fugaku se daba vuelta.
Y lo primero que dijo fue -Fuyuka, nos llaman al concejo-La menor asintió y volvió a subir para cambiar sus ropas y arreglarse un poco.
Cuando volvió a bajar la señora Mikoto le dijo que el patriarca Uchiha ya había salido y que lo alcanzara.
La Uzumaki tomó un pan de la cocina y salió corriendo con el pan en la boca.Después de un rato corriendo, llegó a la torre del hokague y fue directamente a la sala del concejo, la mayoría se encontraba ahí, esperando a que iniciara la reunión.
Sacudió un poco sus ropas, asegurándose de que no quedaran migajas del pan.Cuando al fin llegó el tercero, tomando su lugar y la reunión dio inicio.
El tema principal era la llegada de shinobis de Kumogakure a la Aldea para firmar un tratado de paz, en un inicio se mantuvo en silencio, completamente al margen de la situación.
Pero como el universo la odia, uno de los concejales le pidió su opinión, diciendo -Uzumaki-san ¿usted cree que es prudente abrir las puertas de la aldea a los enemigos?-La pelirroja cerró los ojos unos segundos, buscando las palabras adecuadas, y soltando un suspiro dijo -realmente, tomando el cuenta la historia de mi familia con Kumo, no me agrada mucho la idea de tenerlos en Konoha.
Intentaron secuestrar a mi madre, cuando ella era un niña; y mi padre, tuvo sus conflictos con Kumo también.
A mi mente no viene ninguna ocasion en la que Kumo haya tenido interés en la paz con Konoha.
Puede ser una mera suposición mía, pero, para mi Kumogakure solo esta intentado ser más sutil en su estrategia para robar líneas de sangre-El patriarca Uchiha la veía entre molesto y decepcionado, había abierto mucho la boca y lo sabía; así que volvió a quedarse en silencio, varios apoyaban lo que dijo, Kumo solo quería lineas de sangre, ni más, ni menos.
A final de cuentas, volvió a hablar -creo que, nos estamos olvidando de lo más obvio de todo esto, ¿precisamente, para que estamos aquí? La decisión es únicamente del hokage, si permite o no la entrada de Kumo a la aldea, nosotros meramente daremos un concejo. Así que este es el mío, Kumo tiene antecedentes contra Konoha, es muy arriesgado permitirles que entren a la aldea. Sin embargo, si sus intenciones son benignas, yo preferiría que los mantuviesen vigilados, que la policía o los anbu los "escolten" para asegurarnos de que no tengan dobles intenciones. Me parece más viable, pero la decisión es de hokague-sama-
La sala se quedó en silencio unos segundos, y poco a poco los concejales daban su opinión. Algunos diferían sobre ponerles resguardo a los visitantes de Kumogakure, que podría dar una mala imagen y que podía ser irrespetuoso para ellos, que era como decir que no confiaban en sus capacidades, seguido de un largo etcétera.
A final de cuentas, el hokague llamó la atención de los presentes con una tos mal fingida y dijo -bueno, es verdad, que al final, la decisión es solamente mía, así que, esto es lo que se hará, en la tercer semana de este mes, shinobis de Kumogakure vendrán a Konoha a firmar el tratado de paz, y los recibiremos amenamente, no tendrán resguardos porque eso podría ofenderlos y poner en peligro el tratado. Los visitantes se hospedarán en la zona comercial. Yo me encargaré personalmente de coordinar su visita-
Con eso dicho, todos se retiraron, Fuyuka y Fugaku, se reunieron en la salida, para irse juntos al barrio Uchiha.
La pelirroja estaba enojada, sabía que la situación con Kumogakure era bastante inestable, pero ya nada podía hacer, esperaba que el hokague recapacitará y decidiera ponerles guardianes, su cabeza daba vueltas, incluso sentía su corazón latir más fuerte de lo normal, lo escuchaba en sus oídos, intento respirar más profundo de lo normal, para relajarse.
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la hermana de Naruto
Fanfictionuna pequeña niña vaga sola por el bosque circunvecino a la aldea de la hoja, con un solo recuerdo, el de una mujer que le pide que escape y se lleve un pergamino sagrado; el relámpago amarillo de la hoja, al ver a la niña se sorprende por el cabello...