la hermana de Naruto

déjà vu

La noche anterior había acordado con Mikoto, que la acompañaría a hacer las compras de la casa, para hacerse una idea de lo que se gasta para una familia.
Así que ese día estaba reservado para ambas. Itachi se iba a quedar con los menores, pero fue llamado por su equipo para revisar algunas cosas de sus próximas misiones.
Así que Mikoto y Fuyuka fueron al mercado con Sasuke y Naruto.

Fueron a hacer las compras para la casa y la matriarca Uchiha le daba ideas para calcular los gastos de manera individual, y un par de secretos para comprar y elegir vegetales.

Lo que a la mayor le parecía curioso, era que la pelirroja se la pasaba preguntando a los vendedores, sobre sus proveedores o si ellos cultivaban lo que vendían.
Si algo le habían enseñando siendo shinobi fue a ser observadora.
Vio que seguía un patrón, si le decían que tenían un proveedor, ahí se quedaba la conversación; en caso contrarío y mencionaban que ellos mismos cultivaban los vegetales, la conversación continuaba entre cosas como la mejor temporada para cultivar y cosechar, el tipo de clima o tierra que necesitaba cada planta junto con los cuidados recomendados, seguidamente terminaba de comprar.
Luego de un rato se dirigieron a comprar pescados y carnes, siguiendo el mismo procedimiento, les preguntaba a los que criaban ganado y otros animales, sobre como cuidar el ganado, y que tipo de ganado criaban; y a los pescadores sobre cuando era buena temporada para pescar y que pescados se podían encontrar en los ríos cercanos a la aldea.

También se dio cuenta de que eran realmente pocas personas las que criaban ganado por su cuenta, que había varios pescadores pero que la mayoría preferían vender fuera de la aldea y lo mismo pasaba con los que cultivaban en grandes cantidades.

Luego de una larga caminata por toda la zona comercial, y de muchas conversaciones de ese tipo con los vendedores, le dieron la oportunidad a los niños que iban explorando toda la zona comercial con mucha atención, se fascinaban con los coloridos puestos y las cosas interesantes que vendían, cristales, porcelanas, artesanías, juguetes y comida.
La pelirroja los perseguía con la mirada y se mantenía cerca de ellos, riéndose de las cosas que decían y hacían.

Pero las cosas buenas nunca duran.

Llegaron a un puesto donde vendían máscaras, muy similares a las que usaban los anbu, solo que sin el símbolo de la aldea.

Naruto estaba emocionado viendo las máscaras de colores mientras que Sasuke había ido con su madre alegando estar cansado.

El rubio llamaba a su hermana para mostrarle las máscaras, pero en eso sale un hombre que parecía ser el dueño del local, la pelirroja apenas iba acercándose, no podía escuchar lo que decían, porque a pesar de la corta distancia de pocos metros, el bullicio se lo impedía, cuando ve como aquel hombre tiró al suelo a su hermano.

La pelirroja se apresuró al lado del ojiazul, quien se había puesto a llorar por el golpe recibido.
Aquel hombre lanzó una de las máscaras al suelo en donde el rubio estaba llorando diciendo algo de que podía quedarse con la máscara pero que se alejara, que no necesitaba mala publicidad para su negocio.

Como era de esperarse la pelirroja sacó sus cadenas, lista para atacar al hombre, hasta que la matriarca Uchiha la abrazó por la espalda. Calmando la a ella. Comenzó a susurrar le cosas como que no valía la pena, que pensará en el concejo y que lo más probable era que terminaría en más aprietos de los necesarios.

La pelirroja se calmó después de un rato, deshaciéndose de sus cadenas, pero su principal foco de atención no fue para las personas que la veían aterrados, ni para los ninjas que se alistaban para intervenir de ser necesario, si no que paso directamente a su hermano, pero no lo encontró en donde segundos atrás lo había visto.
Comenzo a buscarlo entre los puestos, preguntando a otras personas, a las pocas que no se alejaban de ella y no la veían con miedo.