la hermana de Naruto

Origen

Después de recobrar la conciencia lo mejor que pudo, intento ponerse de pie, en segundos estaba buscando el chakra de los chicos, para encontrar una salida. Pero rápidamente se percató de un chakra extrañamente familiar muy cerca de ella, en lo que sus ojos se acostumbraban a la oscuridad del lugar, se fijo en una de las esquinas más oscuras de la habitación y con una sonrisita dijo -¿puedes salir de ahí? Me incomoda que me observen por tanto tiempo- no sé sentía en peligro en ese momento, la esencia de esa persona le resultaba tranquilizante.

Ese ser salió de la oscuridad que le protegía. Entonces, la pelirroja vio a un joven, casi de su edad, o un poco más grande que ella, pero, lo que realmente le llamó la atención era su cabello, rojo como el fuego, incluso más vívido que el suyo y de ojos grisáceos.
Mientras analizaba al joven enfrente suyo, se sobresaltó en cuanto vio al muchacho hacer un movimiento brusco. Así que rápidamente se puso a la defensiva. Pero su sorpresa más grande fue que, el muchacho, se puso de rodillas para inclinarse frente a ella y dijo -la he estado esperando un largo tiempo señorita, me alegra ver que ha crecido mucho-

La niña, retrocedió bastante de la impresión, ella esperaba que la atacaran, no que le diera la bienvenida.
Pero haciendo uso de los modales que la señora Mikoto le enseñó, se puso en la pose más digna que su cuerpo podía mostrar y dijo -¿quién eres tú?- 

el joven se irguió nuevamente y dijo -pero donde están mis modales, seguramente no me recuerda, usted era muy pequeña en ese entonces, permítame presentarme. Mi nombre es Uzumaki Hiroki, y mi deber es y será protejerla...-

La pelirroja intentaba seguirle el paso a la explicación del mayor, pero cada vez se perdía más. Así que iba a ir por pasos -¿Uzumaki dices?-
-así es, usted es algo así como una prima lejana para mi, pero se me asignó el sagrado deber de protejerla, crecimos juntos, incluso mi madre fue la partera de la suya y uno de mis hermanos menores y usted fueron  hermanos de enfermería-

-espera, ¿qué? ¿Tu sabes quién es mi madre biológica?- preguntó la niña

-así es- fue toda su respuesta.

Antes de que pudiese preguntar más por su madre biológica, el muchacho dijo -eso no es importante, pero si lo desea puedo mostrarle su origen-

-¿mi origen? No estoy entendiendo-
-mmmm, su origen, de dónde viene, y cuál es su misión en esta vida, la historia detrás de su vida- dijo el chico bastante comprensivo con la niña, y meditando lo que decía para no confundirla más.
-y tu ¿puedes mostrarme eso?- dijo ella esperanzada.
El muchacho asintió, y la guió hasta una de las paredes, para luego presionar algunos de los tallados dando acceso a un pasillo bastante oscuro, así que el muchacho le tomó de la mano para que lo siguiera en medio de la oscuridad.

Estuvieron caminando por un corto tiempo, entre varios pasillos que se unian entre sí, para llegar a un cuarto diferente, al abrir la puerta pudo ver varias cosas, ya que estaba iluminado con antorchas, vio una mesa pequeña, con varias cosas encima, algunas hierbas y líquidos de colores, un caldero bastante grande con tallados de remolinos.

La invito a sentarse a la mesa, y vio como el muchacho encendía inciensos y como el aroma inundaba el lugar, luego se puso a moler algunas cosas, para luego vaciar algunos de los líquidos en el caldero y poner las hierbas que había molido.

Vio como revolvía el caldero, y notó que había comenzado a cantar una melodía que se le hacía muy familiar, pero que no recordaba de donde en una lengua extraña, que tenía la sensación de reconocer.

En cuanto el muchacho dejo de revolver, le sirvió un poco de lo que había hecho en un pequeño vaso de porcelana blanca, con tallados azules, que se veía bastante fino, el chico le dijo -tomeselo, así podrá saber todo-
Ella bastante dudosa tomo el vaso con cuidado, por un segundo, pensó en no beberlo, pero tomo animo cuando vio a Hiroki tomar un vaso idéntico al que le había dado a ella, se armó de valor y bebió el líquido amargo que contenía.
Se dio cuenta bastante rápido de lo mareada que se sentía, y lo cansada que seguía, escucho la voz del mayor bastante lejana antes de cerrar los ojos y antes quedarse dormida se preguntó "¿acaso me drogo?"