Fuyuka y Fugaku caminaban en un silencio sepulcral, pero se dio cuenta muy pronto que no se dirigían al barrio Uchiha.
Hasta que el patriarca de los Uchiha comenzó la plática -escuche que trajiste a tu equipo de regreso a la aldea- dijo el Uchiha sin verla
La menor asintió y dijo -no iba a dejarlos solos-Comenzó a prestar atención al camino que tomaban y se dio cuenta de que iban a una de las propiedades del clan, si mal no recordaba, había un templo por ahí, el templo Nakano.
La pelirroja bastante confundida preguntó -¿hacia donde vamos?-
El mayor guardo silencio unos segundos pero al fin, dijo -necesitamos hablar en un lugar más privado, nunca se sabe quién está escuchando-
La pelirroja asintió sin agregar más.Al cabo de un rato, ambos estaban al pie de la escalera para subir al templo. En donde pudo ver al pelinegro con quien había estado viviendo los últimos años. Itachi, pero lo que llamo su atención, no fue él en si. Si no ver que traía vendajes en la cabeza y brazos. Y la dificultad con la que se movía.
Ella se adelantó un poco para alcanzar Itachi, antes que nada comenzo a preguntarle -¿qué te paso? ¿Cómo te lastimaste?...-
Pero fue Fugaku quien le respondió, diciendo -eso es de lo que vamos a hablar. Vamos, adentro-
Los dos menores se pusieron a lado del patriarca y subieron hasta el templo Nakano.En la entrada, vio como Fugaku hacia unos sellos manuales y la puerta se abría, permitiendo el acceso.
Ya en la sala principal, Fugaku encendió algunas velas adentro, para luego cerrar las puertas, y sentarse en el suelo, invitando a los menores a imitarlo.
Ambos se sentaron frente al mayor, y él comenzó diciendo -Fuyuka ¿sabes hacer sellos de silencio?-
La pelirroja asintió sin entender muy bien el porqué de tanta seguridad.
Pero fue el patriarca quien siguió hablando -¿podrías hacerlos?-
Ella asintió nuevamente y comenzo a dibujar los sellos, mientras decía - podré hacerlos, pero durarán muy poco, ya que se me agotó el chackra durante la misión-Itachi sorprendido le preguntó -¿te quedaste sin chackra?¿tu?¿ y tus reservas gigantes?-
Fuyuka, sin apartar el pincel del papel le dijo -veníamos gastando chackra, y tuvimos un inconveniente que terminó agotandome-Cuando terminó los sellos necesarios, los puso en la sala y los activo.
En cuanto los sellos comenzaron a cumplir su función, Fugaku tomó la palabra -quiero saber exactamente, qué fue lo que pasó después de sus misiones, ¿Fuyuka? Tu primero-
La pelirroja aún más confundida comenzó a contar lo que había ocurrido, el cómo sintió un chackra extraño y a la vez conocido, pero agregó algo -la verdad, no sé cómo explicarlo, pero los chackras me resultan familiares de alguna manera. Para mi, los Hyuga tienen chackras que siento como agua, algunos como mares tranquilos, otros como ríos caudalosos o lluvias intensas. Mientras que los Uchiha, los asocio con el fuego o con el calor, como por ejemplo, usted señor Fugaku, su chackra es como una fogata en la noche; el de Itachi es como una vela brillando con intensidad y el de la señora Mikoto es como cuando alguien te abraza y puedes sentir su calor. No sé como explicarlo adecuadamente pero ese es mi sentir.
El chackra de esta persona, me recuerda mucho al de los Uchiha, era como un incendio, llamaradas, pero me resulta muy familiar, como algo que he sentido antes pero que ya no es igual-
Con eso, siguió contando como esa persona parecía tener una habilidad especial para controlar la materia que conformaba su cuerpo, y como sus ataques atravesaban esa materia, pero cuando él los golpeaba si sentían la solidez del cuerpo del contrario.
Termino contando como fueron abrumados abismalmente por esa persona, y que fueron derrotados, se le quebró un poco la voz, cuando recordó que intentó distraerlo para que su equipo escapara y como su compañera recibió un ataque que estaba dirigido a ella, y terminó muy mal herida, luego contó que ato a sus compañeros a su espalda y llevó cargado a su sensei, utilizando lo último que le quedaba de chackra.

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la hermana de Naruto
Fanfictionuna pequeña niña vaga sola por el bosque circunvecino a la aldea de la hoja, con un solo recuerdo, el de una mujer que le pide que escape y se lleve un pergamino sagrado; el relámpago amarillo de la hoja, al ver a la niña se sorprende por el cabello...