El reino Rojo continúa la historia iniciada en el reino de Plata, e introduce a los personajes del reino de la Luz.
El terrible dragón Krol-Hanán dominó, junto a su poderosa hechicera Limorta, los reinos del Norte de Amna, a Baabik-Anum y a Dubéjad;...
El reino Baabik-Anum, cuyo símbolo es un dragog, y el reino de Dubéjad cuyo emblema es un león, se unieron para destruir el reino de Plata, en el Sur. Ambos compartían el color carmesí en sus estandartes, como una profecía de lo que se iban a convertir. Movieron sus ejércitos a la Isla Ha-Roga pues el desierto del Guenek y los reptiles eran un impedimento para poder llegar a Asha por tierra. Pero algo sucedió, un evento que ninguno de sus adivinos pudo preveer.
Krol-Hanán apareció y atacó Lon-Kun-Baatik el año 2,358 del Reino de Baabik Anum, el año 1 del Reino Rojo.
El dragón rojo, junto a su hechicera Limorta, conquistó rápidamente el Norte de Amna y despojó a los hombres de su dominio y se lo dio a los reptiles que, como él, cayeron desde las nubes. Su intención es clara, dominar todo Amna, pues su ambición no se sacia ni su maldad le deja descansar.
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En este ambiente de desesperanza apareció un pequeño retoño que deberá ser llevado por los seres más vulnerables, liderados por el ciervo Neafi, a la isla de Veter, donde ha de comenzar la Restauración. En su viaje encontrarán peligros más grandes que los que alguna vez pudieron imaginar, fuerzas poderosas y superiores a su entendimiento.
