Desayuno. Algo bueno mientras no te cuestionen cada tres segundos como a mí esta mañana. Ni siquiera pude comer algo antes de que comenzaran las preguntas o simplemente las miradas divertidas por parte de Glenn y Maggie.
Tal vez haya sido el hecho de vernos hace unas horas semi-desnudos en la cama...pero vamos, no pensaba escabullirme a mitad de la madrugada como una adolescente. Se supone que somos algo serio.
-Blanquita.- habla Guillermo a mi lado.
-No, tú no por favor.- musito cansada de las preguntas. -Sí, estoy con Daryl.- suspira y se cruza de brazos.
-Eso lo sabía.- me notifica con obviedad. -Yo venía a decirte que me ayudes con algo.- G se sienta en uno de los bancos y me invita a hacer lo mismo.
-¿Qué es?- pregunto imitando su reciente acción.
-Necesito buscar a Felipe.- suspira. Sonrío de lado.
-Eso lo sabía.- digo imitando a mi amigo. -Pero necesitamos tener un plan concreto.- asiente.
-Por eso estoy armando mi equipo.- dice y sonríe.
-¿Y yo estoy en él?- pregunto cruzando mis brazos. Si dice que no le ahorco ahora mismo.
-Eres la primera.- me informa feliz.
Aunque quiera negarlo creo que G se ha convertido en un hermano, tanto así que le diría que está listo para la "Prueba de Hermandad", una serie de retos que hacíamos mis hermanos y yo cuando éramos niños. No logro imaginar a Guillermo comiendo una mezcla extraña de ingredientes revueltos en la licuadora. Ni en sueños, primero me mandaría a pelear con diez caminantes y tal vez, sólo tal vez, probaría el batido.
-Me halaga señor, G.- finjo una voz aguda. Coloco una mano en mi pecho y hago una mueca extraña.
-De acuerdo, tal vez estás demasiado feliz.- suelto una carcajada pero tapo mi boca porque Jude aún duerme en el living.
Cuando Guillermo va a hablar de nuevo una voz nos interrumpe, me levanto del viejo sofá claramente agotada y aún me estoy congelando. Traigo encima una chaqueta de cuero negro y no logro calentarme.
Recuerdo que en algún invierno de mí adolescencia mi mamá insistió en ir a Canadá para visitar a los típicos tíos de los que no sabes ni sus nombres. Se me ocurrió viajar en shorts y una camiseta de tirantes...Sólo por hacer enojar a Ella. Cuando bajamos del avión el frío intenso se apoderó de mí cuerpo, haciendo que Víctor, Luke y mamá comenzaran a reír o a fingir que no me conocían. ¿Quién va en shorts a Canadá? Exacto, yo. Papá me dio su chaqueta y logré sobrevivir hasta llegar a la casa de mi tía.
De ahí jamás he vuelto a jugar con mi vestimenta...menos si voy a Canadá.-¿Me puedo unir?- pregunta Merle Dixon. Guillermo me mira con cara de "Por favor no lo dejes unirse", pero asiento. Merle es uno de mis amigos más cercanos.
-Estábamos diciendo que nos hace falta una distracción.- digo insinuando que simplemente quiero emborracharme con Merle. G niega gruñendo.
-Tengo una reserva.- informa Merle. -Nos vemos hoy en la noche.- dice y luego sonríe.
-No vatos, no cuenten conmigo.- Guillermo se levanta y comienza a caminar en sentido contrario al nuestro. Creo que le molestó Merle.
-Tal vez está en su período.- bromea Merle y luego se ríe.
-Eres imposible.- comento.
-Casi siempre, prueba cuando estoy ebrio, soy mejor persona.- sonríe y ambos reímos.
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Arrow #PTWD2016
Fanfiction-¡Suéltame!-grito furiosa al hombre que casi rompe mi brazo. Baja la ballesta y toma mi otro brazo. -¿Quién eres?-gruñe, bueno, era de esperarse. Tiene cara de pocos amigos. -Tú peor pesadilla.-dicho esto le doy una fuerte patada en la entrepierna...