Friends

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-¿Así?-debo admitir que Carl tiene una habilidad con el hacha.

-¡Es perfecto!-exclamo. -Digo, nada mal para un novato.-intento disimular mi emoción. No entrenamos ni dos horas y lo logró, a mí me tomó un mes manejar bien el arma.

-Pues a mí me pareció bastante bien para mi primera vez manejando esa cosa.-señala el hacha. Asiento.

-Yo tardé mucho más en poder hacer lo que hiciste. Definitivamente tienes un súper poder.-niega.

-Se llama concentración Nat. ¿Te puedo decir así?-asiento. -Nat, ¿Te vas a quedar?-no sé qué responder ya que cada segundo que pasó aquí me hace dudar de mi antigua decisión.

-Aún no lo sé.-respondo caminando hacia adentro. -Vamos, se hace tarde.-asiente y camina a mi lado hasta llegar a la entrada del bloque, donde se encuentra su celda.

-Hasta mañana Nat. Porque mañana te encontraré aquí ¿Cierto?-asiento. Sonríe y yo subo a la que es mi celda, al fondo del oscuro pasillo.

¿Es mi imaginación o me estoy encariñando con Carl Grimes? Lo primero que me prohíbo y lo primero que hago. Mi celda está oscura y hay una vela en la cama con una pequeña nota. Saco el encendedor de mi bolsillo y coloco la vela en una posición adecuada para que ilumine todo. Lo siento, no hay electricidad. Cuando se restablezca el mundo tal vez vengan a reconectarla. -Rick Grimes. Sonrío y me siento agotada en la cama. ¿Cómo llegué aquí? Es decir, hace menos de 96 horas estaba afuera, sola; ahora en una prisión acompañada de un grupo de personas que son a mi parecer, las más amables del mundo.

-Quiero mostrarte algo.- Daryl está en la entrada de mi celda, con la ballesta en un brazo y un termo en el otro.

-¿A esta hora?-me acerco a él, cuando me mira a los ojos tomo el tibio recipiente y huelo el contenido. -¿Es té?-asiente.

-¿Vas a ir o no?-asiento. Tomo el hacha y la coloco en mi espalda para caminar atrás del menor de los hermanos. Me guía a través de un pasillo abierto hasta el que sospecho es el lugar más alejado del bloque.

-¿A dónde vamos?-pregunto temblando de frío. Debí traer chaqueta. -Daryl.-me detengo. El cazador voltea y me mira con reproche.

-Si te digo todo se arruinará, vamos.-bufo y lo sigo de nuevo, llegamos a un lugar iluminado por la luz de la luna. Parece el bosque de ensueños que imaginaba cuando tenía cinco años. Ni siquiera sé cómo llegamos aquí, califico como una de las personas más distraídas del mundo. O lo que queda.

-¿Cómo encontraste esto?-mi asombro es bastante notorio.

-Cazar tiene sus ventajas.-sonríe de lado. No es como aquella vez, que hizo un gesto extraño. No, ésta vez sonríe realmente. Le dedico una cálida sonrisa y parece que recuerda algo, saca una manta de una mochila la cual no había visto y la tiende en el suelo.

-¿Salimos de la cerca?-asiente.

-No es muy lejos.-extiende perfectamente la manta y se sienta en un lado. -Estamos seguros.-asiento. -¿No te vas a sentar?-me toma por sorpresa pero me siento a su lado. El té está en el medio de nosotros y aunque siempre lo he odiado tomo un sorbo gracias al frío.

-¿Qué es todo esto? -me animo a preguntar.

-No lo sé. Eres la única que no me mira como si fuera un fenómeno.- ¿Qué?

-¿Un fenómeno? Daryl...-me interrumpe.

-Sí, la mayoría del grupo me veía así hasta hace unos meses, era el raro. Soy el raro del grupo.-

-No tienes idea del respeto que Rick siente por ti.-niega.

-Me necesita para cuidar a su familia. Eso no es respeto.-niego.

-No te miro como un fenómeno porque no lo eres.-

-No vinimos a hablar de eso.-se rinde y toma un poco de té. -¿Te piensas quedar?-

-No lo sé, ¿Por qué todos preguntan lo mismo?-

-Porque nos agradas.-toma un poco más de té y hace un gesto muy gracioso.

-Mañana por la mañana tendré la decisión.- asiente. Me propongo tomar más té pero el frío que siento es tan intenso que mi cuerpo comienza a temblar de nuevo. Daryl se quita la chaqueta y me la pone en los hombros. -No, no es necesario.-niega cuando me acomoda su distintiva prenda en los hombros.

-Si sigues así te vas a morir congelada. Toma té.-niego.

-Lo odio.- abre los ojos sorprendido. -¿Qué?-

-Yo también lo odio, pero pensé que te gustaba.-niego. Abre el termo y lo vacía sobre el pasto lleno de hojas. -¿Quieres regresar?-asiento. Caminamos hasta la entrada del bloque -Y de nuevo no vi por donde nos escabullimos- pero entramos casi de puntillas, me es casi imposible contener la risa que me provoca ver a Daryl tratar de aligerar sus pisadas. Definitivamente no es su estilo. -¿Qué es tan gracioso?-susurra con el ceño fruncido. Genial, su pregunta acaba de hacerme liberar una sonora carcajada en el medio del bloque. Si decido quedarme me correrán por no dejar dormir a los demás. Daryl ríe un poco y continúa hasta llegar a mi celda, me deja pasar primero.

-Gracias.-le entrego su chaqueta. -Y también gracias por llevarme ahí, es muy lindo.-asiente.

-¿Prometes que pensarás bien si te quedas o no?-asiento. -Adiós.-susurra y se comienza a retirar.

-Hasta mañana.-hablo un poco más fuerte y escucho como se aleja a cada paso.

Decido cambiarme para dormir de una buena vez, me quito las armas de encima y el pongo en una de las repisas de metal que tiene la celda, las botas las pongo al lado de mi cama y la ropa la doblo y la pongo en un banco casi en la entrada de la celda. Me meto en la cama y luego de dar unas veinte mil vueltas aún no puedo borrar la sonrisa de mi rostro.

Elijo dormirme para pensar si irme o quedarme al lado del grupo, aunque creo que la decisión ya está tomada.

Arrow #PTWD2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora