-¿Estás mejor?-asiento masticando. Glenn ha logrado que coma un asqueroso tazón de avena. -¿Qué fue lo que pasó?-levanto los hombros.
-Cosas.-digo desanimada, y es que no puedo borrar esas palabras de mi mente. "Natalie Christensen no me interesa".
-Natalie, ni Maggie ni yo somos idiotas, ahora, ¿Qué pasó?-me levanto bruscamente de la mesa, niego y salgo corriendo hasta mi celda. ¿Qué parte de no quiero hablar no entendieron? Me recuesto en el colchón sin ánimos de bajar a escuchar sus preguntas. ¿Por qué lo hizo? Era mejor no hablarme, ignorarme, seguir creyendo que tengo una relación con Rick. Recuerdo que cuando estaba con Jason, dejé que me engañara más de una vez sólo por seguir a su lado, por molestar a Ella y Adam, mis padres. Víctor se peleó con él una vez, y fue cuando terminamos. Culpé de todo a mi hermano, le dejé de hablar más de cuatro meses, pero ahora quiero que esté aquí, que me defienda por las idioteces que cometo, por no pensar antes de hacer las cosas. Que me reprenda en cualquier oportunidad que tenga. Unas cuantas lágrimas han caído por mis mejillas, las limpio y veo la pared, con manchas verdes y grises, causa de la humedad y maltrato. Irme de aquí sería tan tonto como intentar matar un caminante con una rosa, no me expondré a tal peligro sólo por un cazador mujeriego. Jamás. Me levanto y salgo, siempre vigilando no toparme con ese idiota, Carol o cualquiera ya que harán sus bobas preguntas.
Llego al patio interior, mi lugar de pensar. ¿Qué hubiera hecho la Natalie anterior? Sí, hubiera llorado por él, pero la nueva noticia es que no soy esa Natalie ahora, no voy a llorar más por él, ni siquiera lo miraré. Mi venganza se llama indiferencia. Camino en círculos alrededor de la única mesa en el centro del patio, realmente me estoy evitando a todos, escondida aquí.
-¿Huyendo?-ay no. ¿No entienden que quiero estar sola? Volteo sin ánimos a ver quién habla, Maggie me mira sonriendo.
-El término sería "Escondida".- corrijo a la castaña, me acerco a ella para sentarnos en la mesa. -Y supongo que ya sabes.-niega. ¿Carol no ha ido con el chisme? Qué raro, me sorprende.
-¿Qué debería saber?-cuestiona con la mirada llena de curiosidad.
-No importa, ¿Qué te trae al patio de los lamentos?-ríe.
-Venía por ti, en la mañana estabas extraña.-asiento. Eso no lo puedo negar.
-Lo sé, tal vez los muertos me han puesto sentimental.-niega.
-Reconozco un mal de amores cuando lo veo, ¿Con quién?-niego. -Natalie, necesitas hablar.-
-No es un mal de amores, deben ser mis hormonas.-sonrío. Idiota, Natalie eres una idiota.
-Ah, entonces es eso. ¿Con quién?-niego. -Natalie.-debo cambiar de tema, pero ya. Pienso en menos de tres segundos. ¡Bingo!
-¿Qué les hizo Merle?-odio hacer que hablen mal de las personas, pero era necesario. El rostro de la castaña cambia.
-Lo encontramos cuando buscábamos alimento para Judith, cuando acababa de nacer, tal vez tenía 2 semanas. Fuimos a un centro comercial a 15 kilómetros de aquí, cuando íbamos a volver lo vimos, Glenn lo reconoció y a mí me quiso proteger, pero Merle es más listo y nos puso una trampa. Nos llevó a Woodbury, el famoso y encantador pueblo, ahí, nos presentó al Gobernador. Nos encerró en habitaciones separadas, ambos atados de las manos. Golpeó a Glenn hasta que ya no pudo más, luego lo encerró con un caminante. Glenn lo derrotó. A mí, bueno ¿Qué puedo decir? Ese hijo de perra quiso violarme, presionarme con eso, terminé diciendo la verdad cuando amenazaron a Glenn con un arma directo a la cabeza. Y luego fuimos rescatados.- me sorprende que Maggie no llore. Yo aunque fuera la mujer maravilla lloraría hasta el cansancio.
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Arrow #PTWD2016
Fanfiction-¡Suéltame!-grito furiosa al hombre que casi rompe mi brazo. Baja la ballesta y toma mi otro brazo. -¿Quién eres?-gruñe, bueno, era de esperarse. Tiene cara de pocos amigos. -Tú peor pesadilla.-dicho esto le doy una fuerte patada en la entrepierna...