Arrow #PTWD2016

Stranger Danger

Un mes después...

Daryl está muchísimo mejor, ya se levanta de la cama y puede caminar un poco más cada día, respira mejor. ¿Yo? El hombro ha sanado y mis moretones ya no están, hemos vivido en la prisión, pero creo que estamos expuestos, no hay mucha protección como antes.

No he salido ni una sola vez desde aquel día de la Secta, de eso se han encargado Felipe, Matt y Martínez.

-Nata, ¿Me ayudas?- pregunta Daryl con una sonrisa en el rostro. Asiento y me acerco a colocarle la camisa de forma correcta. Digamos que aún no puede alzar mucho los brazos...o finge.

-Listo.-le digo cuando bajo la camisa por su espalda.

Dixon se gira y me besa.

-Gracias, bestia.- ruedo los ojos. ¿Un mes y me sigue llamando así?

-Iré a hacer guardia, desayuna sin mí.- le digo tomando mis armas.

-Mmmmmh....de acuerdo, pero sólo esta vez.- susurra en mi oído. Asiento dándome la vuelta.

-Sólo esta vez.- beso sus labios de nuevo y salgo hacia el extremo del bloque.

Me cruzo con Rick y Mich, quienes cuidan de Jude con paciencia, ya que últimamente la niña ha llorado mucho.

Sonrío a Matt y Glenn que están intentando acomodar unas cajas con provisiones.

Cuando por fin logro llegar al puesto de vigilancia me encuentro con Maggie sentada en el banco.

-Llegué.- le digo sonriendo. Maggie comienza a levantar sus cosas y baja hasta donde yo estoy. -Anda, ve a descansar.- asiente tocando mi hombro.

-Nos vemos después.- dice antes de comenzar a caminar.

Por mi parte, subo hasta el puesto de vigilancia y acomodo todas mis armas alrededor de mis pies.

Miro hacia el frente mientras saco mi botella de agua. Le doy un sorbo y la cierro para guardarla de nuevo.

-¡Nata!- grita Daryl debajo del puesto de vigilancia. Niego divertida.

-Te dije que comieras sin mí.- le digo sonriendo.

-No, sólo te traje comida.- dice mientras bajo hasta donde él se encuentra. Lo beso. -¿Y ese beso?- pregunta divertido. Recibo el tazón con cereales.

-¿Ya no te puedo besar, Dixon?- pregunto mirando sus ojos.

-Yo nunca dije eso.- señala sonriendo de lado.

-Ve adentro.- miro la cocina a lo lejos.

Niega y mira el puesto de vigilancia.

-Iré contigo.- Wow. Niego y pongo mi mano en su hombro.

-Oh no, te puedes lastimar más.- gruñe.

-Vamos, bestia. Por favor.- ruega tratando de hacer un puchero, no, definitivamente no es su estilo.

-No.- replico molesta. -Aún no estás bien del todo, Daryl. Puedes hacerte daño.-

-Ni siquiera sé por qué te pido permiso.- dice antes de comenzar a subir. Ruedo los ojos y me cruzo de brazos. Unos quejidos y sus pasos es lo único que se escucha. -Vamos, bestia.- dice cuando está arriba.

-Daryl...- comienzo pero me interrumpe.

-Necesito ayuda para bajar, así que tienes que subir aquí, conmigo.- suspiro y subo con cuidado para no tirar el tazón.

-Ven acá.- sujeta mi cintura. Sonrío divertida.

-Gracias, bella.- digo cerca de sus labios.

Nuestros labios se funden en un beso que nos deja sin oxígeno.