𝙎𝙚𝙜𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙣 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮
"Tell me you believe in love It's not an illusion"
#5 en historias 03|09|2021
#2 en historias 06|09|2021
#7 en dracoxreader 03|09|2021
DRAGON BOY: Donde tu amigo de la infancia Charlie Weasley vuelve a una visita a Hogwarts y Draco no puede soportar la cercanía entre ustedes dos.
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Las mañanas en Hogwarts son siempre iguales, pero no es una rutina que te disguste. Te has acostumbrado con facilidad a los amigos de tu novio, y parece ser que cada día te familiarizas más con la idea de desayunar con ellos.
Blaise y Theo están sentados frente a ti, discutiendo sobre la comida. Draco permanece sentado a tu lado, en silencio, con una mano sosteniendo su taza de café, mientras que la otra acaricia tu pierna por debajo de la mesa.
Una mañana completamente tranquila.
—¿Me pasas la mermelada?—Preguntas a Draco en un susurro. Blaise y Theo están demasiado ocupados charlando sobre cómo gastarle una broma a Snape, y no crees que te escuchen.
—Claro—Draco se apresura en estirar su brazo hasta el frasco de mermelada, y no sólo lo deja a tu lado, sino que se encarga de abrirlo por su cuenta y dejarlo listo para ti.—¿Qué tenemos hoy?
Blaise y Theo se miran haciendo una memorización rápida de su itinerario del día.
—Entrenamiento de Quiditch—Responde Blaise.
—Me enteré que Gryffindor ha estado entrenando de madrugada—Susurra Theo con mala cara.
—Es imposible, Filch jamás lo permitiría—Corrige Draco de inmediato. Nota su rostro concentrado. Ha estado pensando en la copa de Quidditch desde que el año escolar inició, y su preocupación principal como nuevo capitán es poder guiar al equipo a la gloria.
—Nunca se sabe—Blaise gira un poco su cuerpo para observar hacia la mesa de Gryffindor con recelo.—No confiaría en ellos, menos con Potter allí
—Privilegiados—Bufa Theo.
—Todos ustedes tienen mejores escobas, los privilegiados son ustedes—Corriges rodando tus ojos.
—Puedes tener la mejor escoba o la mejor varita del mundo—Explica Draco.—Pero nada de eso es útil si no tienes habilidad para usarla
—Eso también aplica para otras cosas—Murmura Blaise con una sonrisa pícara mientras lleva su taza a sus labios.
—¡Blaise!—Exclamas sorprendida.
—¡Tú lo mal pensaste!—Se excusa él.
Estás a punto de lanzarle un tenedor, o cualquier cosa con tal de regañarlo por su mal chiste, pero Theo alza su voz mirando hacia la puerta del Gran Comedor.
—¡Cuidado!—Exclama el pelinegro.—¡Correo!
Pronto, las lechuzas y búhos empiezan a entrar fugazmente por todo el salón, abriendo sus patas para soltar los pergaminos o acercándose a cada dueño para que las cartas sean desatadas.
